17/10/14

GABRIELA MISTRAL
MAESTRA

Ayer, 16 de octubre, en Chile se celebró el Día del Profesor y el Archivo Nacional, saludó a todos los profesores del país y en especial a los docentes que día a día los visitan. Por tal motivo, compartió un documento del 24 de marzo de 1908, correspondiente al Decreto N° 1082, que nombra a una joven de 19 años llamada Lucila Godoy Alcayaga, como Preceptora Interina en la Escuela N° 17 Rural de Coquimbo, testimoniando los inicios como profesora de la gran poetisa “Gabriela Mistral”.

(El documento se encuentra actualmente resguardado en el Archivo Nacional de la Administración ARNAD)


Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayata (Vicuña, 7 de abril de 1889 - Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poeta, diplomática, feminista y pedagoga chilena. Una de las principales figuras de la literatura chilena y continental, fue la primera latinoamericana y, hasta el momento, única mujer iberoamericana, premiada con el Premio Nobel (1945).

Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva, profesor, y de Petronila Alcayaga Rojas, de ascendencia vasca, Gabriela Mistral nació en Vicuña, ciudad en la que hoy existe un museo dedicado a ella en la calle donde nació y que hoy lleva su nombre. A los diez días sus padres se la llevaron a La Unión (Pisco Elqui), pero su "amado pueblo", como ella misma decía, era Montegrande, donde vivió de los tres a los nueve años, y donde pidió que le dieran sepultura.

Sus abuelos paternos, oriundos de la actual Región de Antofagasta, fueron Gregorio Godoy e Isabel Villanueva; y los maternos, Francisco Alcayaga Barraza y Lucía Rojas Miranda, descendientes de familias propietarias de tierras del Valle de Elqui. Gabriela Mistral tuvo una media hermana, que fue su primera maestra, Emelina Molina Alcayaga, y cuyo padre fue Rosendo Molina Rojas.

Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía aproximadamente tres años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió. Cuenta que «revolviendo papeles», encontró unos versos suyos, «muy bonitos». «Esos versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética», escribió. 

A los 15 años se enamoró platónicamente de Alfredo Videla Pineda, hombre rico y hermoso, más de 20 años mayor que ella, con el que se carteó durante casi año y medio. Después conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles. Este sacó un dinero de la caja del ferrocarril donde trabajaba con el fin de ayudar a un amigo; como no lo pudo devolver, Ureta se suicidó. Más tarde -a raíz de su triunfo en los Juegos Florales con Sonetos de la muerte, versos que relacionaron con el suicida- nació el mito, que tuvo amplia difusión, del gran amor entre ambos.

En 1904 comienza a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de la Compañía Baja en La Serena y empieza a mandar colaboraciones al diario serenense El Coquimbo. Al año siguiente continúa escribiendo en él y en La Voz de Elqui, de Vicuña.

Desde 1908 es maestra en la localidad de La Cantera y después en Los Cerrillos, camino a Ovalle. No estudió para maestra, ya que no tenía dinero para ello, pero posteriormente, en 1910, convalidó sus conocimientos ante la Escuela Normal N° 1 de Santiago y obtuvo el título oficial de Profesora de Estado, con lo que pudo ejercer la docencia en el nivel secundario. Fue nombrada profesora en la Escuela de Barrancas, actual comuna de Pudahuel en Santiago en 1910. Este hecho le costó la rivalidad de sus colegas, ya que este título lo recibe mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia, sin haber concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Posteriormente su valía profesional quedó demostrada al ser contratada por el gobierno de México para asentar las bases de su nuevo sistema educacional, modelo que actualmente se mantiene vigente casi en su esencia, pues solo se le han hecho reformas para actualizarlo.

Inicios literarios

El 12 de diciembre de 1914 obtiene el primer premio en el concurso de literatura de los Juegos Florales organizados por la FECh en Santiago, por sus Sonetos de la Muerte.

Desde entonces utilizó el seudónimo literario Gabriela Mistral en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D´Anunzio y el francés Frédéric Mistral. En 1917 Julio Molina Núñez y Juan Agustín Araya publican una de las más importantes antologías poéticas de Chile, Selva Lírica, donde Lucila Godoy aparece ya como una de las grandes poetas chilenas. Esta publicación es una de las últimas en que utiliza su nombre verdadero.


Gabriela Mistral en sus días como directora y profesora
de castellano del Liceo de Niñas de Punta Arenas (1918-1920).
Desempeñó el cargo de inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Además, como destacada educadora, visitó México, Estados Unidos y Europa estudiando las escuelas y métodos educativos de estos países. Fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico.

El hecho de haber vivido desde Antofagasta, en el extremo norte, hasta el puerto de Punta Arenas, en el extremo sur, donde dirigió su primer liceo y estimuló la vida de la ciudad, la marca para siempre. Su apego a Punta Arenas también se debió a su relación con Laura Rodig, que vivía en aquella ciudad. Pero la escritora de Elqui no soportaba bien el clima polar. Por eso, pidió un traslado, y en 1920 se mudó a Temuco, desde donde partió en ruta a Santiago al año siguiente. Durante su estancia en la Araucanía conoció a un joven de 16 años llamado Neftalí Reyes Basualto, quien posteriormente sería conocido mundialmente como Pablo Neruda.

Gabriel Mistral con las niñas del Liceo de Temuco
Gabriela Mistral aspiraba a un nuevo desafío después de haber dirigido dos liceos de pésima calidad. Opositó y ganó el puesto prestigioso de directora del Liceo Nº 6 de Santiago, pero los profesores no la recibieron bien, reprochándole su falta de estudios profesionales.

El 23 de junio de ese año Gabriela Mistral, en compañía de Laura Rodig, zarpa hacia México en el vapor Orcoma invitada por el entonces ministro de Educación José Vasconcelos. Allí permaneció casi dos años, trabajando con los intelectuales más destacados del mundo hispanoparlante en aquel entonces.

En 1924 publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa "poesía escolar", renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una poética austera y muy depurada. Petronila Alcayaga, su madre, murió en 1929, por lo cual le dedicó la primera parte de su libro Tala.

Su vida fue, en adelante, una continuación de la errantía incansable que conoció en Chile, sin un puesto fijo en que utilizar su talento. Prefirió, entonces, vivir entre América y Europa. A partir de 1933, y durante un periodo de veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades de Europa y América. 

Premio Nobel

La noticia de que había ganado el Nobel la recibió en 1945 en Petrópolis, la ciudad brasileña donde desempeñaba la labor de cónsul desde 1941 y donde se había suicidado Yin Yin (Juan Miguel Godoy Mendoza) a los 18 años, su sobrino según se decía, hijo de un hermanastro y al que, con su amiga y confidente Palma Guillén, había adoptado y con el que vivía por los menos desde que este tenía cuatro años.

La motivación para entregarle el premio fue "su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano".

A finales de 1945 regresó a Estados Unidos por cuarta vez, ahora como cónsul en Los Ángeles y, con el dinero ganado con el premio, se compró una casa en Santa Bárbara. Será allí donde al año siguiente escribiría gran parte de Lagar I, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, y que será publicado en Chile en 1954.

En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida relación sentimental, y de quien no se separaría hasta su muerte. Fue nombrada cónsul en Nueva York en 1953, cargo que consiguió para estar junto a la escritora y bachiller norteamericana Doris Dana,  quien fue receptora, portavoz y albacea oficial.

Poema ilustrado por Laura Rodig
En 1954, Gabriela Mistral fue recibida con honores tras la invitación del gobierno de Chile encabezado por  Carlos Ibañez del Campo. En esa ocasión la acompañó Doris Dana, a quien la prensa nacional identificaba como la secretaria de Mistral, y que pisaba tierra chilena por primera y última vez. En Santiago, que había declarado día festivo, la esperaban las autoridades de la capital, mientras su auto descubierto era escoltado por patrullas de carabineros seguidas de huasos a caballo y escolares destacados de diferentes colegios portando banderas. En su trayecto, Gabriela Mistral pasó por un arco de triunfo hecho con flores frescas en la Alameda con España — «El buen sembrador siembra cantando», se podía leer en él—; a su paso la gente le lanzaba flores. En la tarde, fue recibida en La Moneda por el presidente Ibáñez y al día siguiente, se la honró con el título de Doctor honoris causa por la Universidad de Chile. Posteriormente volvió a EE UU., "país sin nombre", según ella. 

Muerte, homenajes póstumos y legado 

Mistral tenía diabetes y problemas en el corazón. Finalmente murió en el Hospital de Hempstead, Nueva York, a causa de un cáncer de páncreas, el 10 de enero de 1957, a la edad de 67 años, estando Doris Dana presente.

En su testamento, Mistral estipuló que el dinero producido por la venta de sus libros en América del Sur debía destinarse a los niños pobres de Montegrande, donde pasó sus mejores años de infancia, y el de la venta en otras partes del mundo a Doris Dana y Palma Guillén, quien renunció a esa herencia en beneficio de los niños pobres de Chile. Esta petición de la poeta no se había podido realizar debido a un decreto (Decreto nº 2160) que derivaba los fondos a editoriales e intelectuales. Este decreto fue derogado y actualmente los ingresos producto de su obra llegan a los niños de Montegrande en el valle del Elqui.

La sobrina de Doris Dana, Doris Atkinson, donó finalmente al Gobierno chileno el legado literario de Mistral —más de 40 000 documentos, custodiados actualmente en los archivos de la Biblioteca Nacional de Chile, incluidas las 250 cartas escogidas por Zegers para su publicación—. 

Sus restos llegaron a Chile el 19 de enero de 1957 y fueron velados en la casa central de la Universidad de Chile, para después ser sepultados en Montegrande, como era su deseo. Una vez mencionó que le gustaría que bautizaran un cerro de Montegrande en su honor; lo consiguió póstumamente: el 7 de abril de 1991, en el que hubiera sido su 102º cumpleaños, el cerro Fraile pasó a llamarse Gabriela Mistral.

Documento diplomático
Para mayores detalles de su obra literaria, visitar:
Gabriela Mistral en el portal Memoria Chilena, además de una semblanza, cronología, bibliografía, fotos y artículos, desde ese sitio se pueden descargar gratuita y legalmente varios libros de la autora.

Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriela_Mistral (fragmentos)
http://www.mgmistral.cl/Vistas_Publicas/publicContenido/contenidoPublicDetalle.aspx?folio=7261&pagina=1
(Gracias Arch. Vilma Castro)

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