28/6/14

Repasando conceptos sobre 
PATRIMONIO HISTÓRICO EDUCATIVO
Entrevista a Alejandro Tiana Ferrer
Ana Mª Chacón Pedrosa y José Miguel Saiz Gómez. CRIEME


Alejandro Tiana Ferrer (Madrid, 1951), licenciado y doctor en Filosofía y Letras (Pedagogía) por la Universidad Complutense de Madrid, es catedrático de Teoría e Historia de la Educación en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Entre los años 2004 y 2008 desempeñó el cargo de Secretario General de Educación en el Ministerio de Educación y Ciencia. Anteriormente fue director del Centro de Investigación y Documentación Educativa (1989-1994), director del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (1994-1996) y vicerrector de Evaluación e Innovación de la UNED (1999-2003). En la actualidad es Director del Centro de Altos Estudios Universitarios de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Es autor o coautor de 18 libros y más de cien artículos o capítulos de libros sobre diversos temas educativos.

1. Para entrar en contexto y puesto que usted ha estado vinculado a la Administración del Estado, ¿Cuál es, según su opinión, el papel que pueden y deben desempeñar las distintas administraciones educativas para conservar, estudiar y difundir el Patrimonio Histórico Educativo de nuestro país?

El patrimonio histórico educativo nos pertenece a todos, puesto que es el resultado de una acción colectiva sostenida a lo largo del tiempo. Pero, además, esa afirmación no es retórica, sino que es cierta en términos estrictos, porque los centros y las instituciones de los que ese patrimonio procede y donde generalmente se localiza pertenecen a distintas administraciones. La mayor parte de los centros docentes son hoy en día propiedad pública de las comunidades autónomas, pero no faltan los que pertenecen a la Administración general del Estado, a los ayuntamientos o a entidades particulares. Por ese motivo, es lógico y normal que se deba pedir un esfuerzo a todos para proteger, cuidar y recuperar el patrimonio escolar. Ahora bien, dicho esto, también parece razonable que la mayor parte del esfuerzo corresponda a las comunidades autónomas y que el Estado deba desempeñar un papel de promoción y colaboración en esa tarea. A las primeras les corresponde porque suya es la responsabilidad de la atención a los centros docentes de su territorio y al segundo porque estamos hablando de un sistema educativo con un pasado centralizado, donde mucho patrimonio es común.

2. ¿Cree que es necesaria la intervención de la administración para asegurar un proyecto de futuro, con continuidad en el tiempo y garantías de expansión y desarrollo?

Desde luego que sí, porque no se puede pedir a los centros que junto a sus tareas docentes habituales, que son su razón central de ser, sean capaces de asegurar además la conservación, catalogación y difusión pública de su patrimonio. Se les puede y se les debe pedir que lo conserven, que lo valoren y que tengan sensibilidad para asegurar su buen estado, pero necesitan apoyo y colaboración en esa tarea. Cualquier otra actitud sería una llamada poco realista al voluntarismo. Hay muchos modos de proporcionar ese apoyo. En unos casos, puede darse a través de la creación de museos pedagógicos, una fórmula tan adecuada como extendida. Pero también se pueden imaginar otros mecanismos, que mantengan el patrimonio en sus lugares de origen, en los centros, asegurando su correcta catalogación, conservación y puesta a disposición pública. Las fórmulas pueden ser variables, pero el apoyo debe ser decidido y constante. Además, no tiene por que ser una tarea costosa, cosa que siempre preocupa a las Administraciones. Es más bien cuestión de voluntad política.

3. Es de destacar el esfuerzo de algunas autonomías por avanzar en el proceso de Recuperación de la Memoria Histórica de la Escuela porque, como se recoge en la Orden del BOC de Cantabria (EDU/48/2005, de 5 de agosto 2005) "recuperar la memoria de la escuela es recuperar, también, la de las personas que trabajaron en esta institución, la de quienes innovaron y contribuyeron a su evolución, la de quienes hicieron de ella expresión de su ideología y, en fin, la de quienes anónimamente con su tesón y su lucidez fueron capaces de transmitir a sus alumnos y alumnas los valores de la cultura y de la ciencia, de la solidaridad, de la participación, de la ciudadanía, de la responsabilidad y del trabajo". Piensa que si ya se ha conseguido sacar adelante una Ley en defensa de la Memoria Histórica, ¿podría en un futuro próximo extenderse esta ley al ámbito educativo y así servir de impulso y soporte a las iniciativas de las CCAA para recuperar, investigar y conservar su Patrimonio Histórico Educativo?

No creo que la recuperación y conservación del patrimonio educativo deba necesariamente hacerse por medio de una ley estatal, pero tampoco descarto que pueda ser un buen instrumento. Cantabria ha demostrado la voluntad política necesaria para dictar una norma autonómica, como antes hicieron Galicia o Aragón creando sus propios museos pedagógicos. Todas ellas lo hicieron sin necesidad de que existiese una norma estatal básica, y lo están haciendo muy bien. Se puede seguir ese ejemplo, que es practicable y realista. En España tendemos muchas veces a creer que todo se soluciona con nuevas leyes y no siempre es el caso. Ahora bien, si la ley de la memoria histórica puede dar soporte y apoyo a esa iniciativa, bienvenida sea.

4. En el mes de mayo de 2008 se celebró en Polanco (Cantabria) un Seminario Nacional dirigido a las administraciones educativas para analizar el papel de las inspecciones en la tarea de Recuperación e Investigación del Patrimonio Histórico Escolar. ¿De qué forma considera usted que puede contribuir la inspección educativa en el proceso de recuperación del PHE? ¿Cómo se podría articular esta participación para que no quedara sujeta a buenas voluntades?

Los servicios de inspección son quienes mejor conocen (o al menos deben conocer) la realidad de los centros, su situación y en consecuencia cuál puede ser su contribución al patrimonio común. Por lo tanto, la inspección puede desempeñar una función muy valiosa en ese sentido. Pero el modo concreto en que se realice dicha contribución puede diferir de unos lugares a otros. No creo que deba existir un modelo único, pero constato que los inspectores pueden participar productivamente en la recuperación y la gestión del patrimonio, como de hecho muchos lo hacen. No se debe olvidar que una buena parte de ellos han realizado estudios pedagógicos de diverso tipo y han desarrollado una sensibilidad especial hacia estas cuestiones.

5. A través de su historia los centros escolares han dependido de diferentes organismos e instituciones, desde juntas vecinales y ayuntamientos hasta sociedades privadas y organismos oficiales. En muchos de estos centros, algunos ya cerrados y otros en pleno rendimiento, se encierran documentos y objetos con un significativo valor histórico. Los diferentes "propietarios" de los centros clausurados, aun siendo de propiedad pública, y la cierta autonomía de las instituciones educativas en funcionamiento, hacen que el rescate de materiales del PHE resulte, en ciertas ocasiones, una tarea compleja. ¿Habría alguna fórmula administrativa para paliar este problema?

En mi opinión, la única fórmula que aseguraría la coordinación necesaria pasaría por la existencia de normas autonómicas claras sobre la situación del patrimonio de todos los centros públicos y la cooperación con otras administraciones o entidades que cuentan con un patrimonio digno de interés. Esa cooperación podría, por ejemplo, articularse bajo la forma de patronatos conjuntos. La yuxtaposición de normas claras y conjunción de voluntades permitiría resolver o al menos paliar el problema.

6. Debido a las características y contenidos de los Centros de Interpretación y Museos dedicados al PHE, ¿considera que éstos debieran tener una "singular" vinculación con las Administraciones Educativas y las Facultades de Educación?

Desde luego, de lo que voy diciendo creo que se deduce que soy claramente partidario de una vinculación directa con las Administraciones educativas (y no sólo éstas). Ahora bien, esa vinculación puede adoptar distintas formas, desde ser una propiedad o dependencia suya, hasta constituir un patronato de protección del patrimonio, con numerosas posibilidades intermedias. En relación con las Facultades de Educación, Escuelas de Magisterio y otros organismos universitarios, mi opinión es que los centros mencionados deberían estar a su disposición, para conseguir aportar un mutuo beneficio, de modo que los centros universitarios los utilicen en el proceso de formación de sus estudiantes y que, al tiempo, esos museos y similares reciban aportaciones de la investigación universitaria. No es necesario que exista una dependencia directa, pero sí una cooperación abierta y clara, fomentándose su vinculación.

7. En los últimos años se han ido produciendo en España iniciativas museísticas relacionadas con el PHE que van desde pequeños espacios en centros educativos hasta grandes museos. La labor patrimonial que se desarrolla en ellos abarca distintos tipos de tareas, unas más centradas en la recuperación y exposición de objetos, otras en libros y documentos, y otras en la difusión y dinamización patrimonial. Si uniéramos hipotéticamente todas estas acciones podríamos tener una idea global bastante completa e interesante sobre el PHE de nuestro país. ¿Qué opina sobre la conveniencia de la creación de una red nacional que les ayude a complementarse? ¿Sería un proyecto viable? En caso afirmativo, ¿Quién debiera encauzar dicha iniciativa: los museos, la universidad, las administraciones educativas?

En los años que estuve en la Secretaría General de Educación recibí diversas solicitudes en el sentido de dar apoyo a las iniciativas existentes y de impulsar desde el Ministerio la protección y difusión del patrimonio escolar. La descentralización existente hace que el Ministerio no se pueda plantear la absorción de esos fondos en un Museo nacional, como algunas personas sugerían. Mi opción fue (y sigue siendo) la creación de una red que uniese esos centros e iniciativas y les diese apoyo y visibilidad externa. Encargué al Consejo Escolar del Estado que comenzase a dar los primeros pasos y así lo hizo. La experiencia ha sido buena, aunque todavía embrionaria. Ahora se trataría de profundizar en esa línea de actuación. Para poder llevar a cabo con éxito la creación de tal red sería conveniente además que la cuestión se plantease en algún momento en la Conferencia sectorial de Educación y que contase con el acuerdo y la participación de las comunidades autónomas. Si se hace un planteamiento correcto y realista, creo que sería viable conseguir su apoyo.

8. Los museos o centros de recursos escolares "desentierran" materiales, métodos y contenidos que, cuando los docentes y alumnos los "redescubren", algunos de ellos son valorados de gran interés e incluso actualidad. ¿Piensa que sería necesaria una reflexión en los foros educativos sobre la conveniencia de rescatar algunos de estos métodos y materiales como medio de enriquecer la escuela del presente?

Como decía antes, la colaboración de los centros docentes, las instituciones de la memoria escolar y los organismos de formación e investigación podría producir unos resultados interesantes. Concretamente, estoy de acuerdo en que la recuperación histórica puede contribuir a repensar el presente y a imaginar nuevas posibilidades. Como profesor de historia de la educación, ¡qué voy a decir! Es lo que trato de hacer permanentemente con mis estudiantes. Pero debemos huir de la simple tentación de la nostalgia o de la idealización del pasado, por atractivos que puedan resultar los materiales recuperados. Si evitamos esa aproximación simplista, podremos aprender muchas cosas y, ¡por qué no!, recuperar la experiencia del pasado.

9. Por otra parte, el estudio y difusión del conocimiento del Patrimonio Histórico Escolar debe tomarse como una forma de abordar el progreso educativo ligado a la innovación y a la adecuación a los cambios sociales y culturales, antes que como un posicionamiento de vuelta al pasado, de añoranza o simplemente de evocación nostálgica. ¿Qué beneficios considera que tiene para los centros educativos, el conocimiento de la historia educativa de su escuela, de su pueblo, de su Comunidad Autónoma y, por qué no, de su país?

Creo que acabo de responder en buena medida a esta cuestión. Solamente querría recordar que el célebre Museo Pedagógico que dirigió Cossío durante tantos años no era lo que hoy en día entendemos como un Museo, ni siquiera en su acepción de un "lugar de la memoria", como les gusta decir a los historiadores franceses. El Museo Pedagógico era sobre todo un lugar de estudio, de formación docente y de innovación pedagógica. Quizás nos conviniese enlazar con esa parte tan importante de nuestra tradición, que parece haberse perdido por el camino.

10. Para terminar, una reflexión de futuro: Si la ampliación de espacios educativos donde cada vez es más común la participación de escuelas de distintos países en proyectos educativos comunes (Comenius, Sócrates, Chain...), la incorporación del trabajo por competencias en los centros, la evolución de las Nuevas Tecnologías y la enseñanza virtual entre otros, están provocando un cambio y una redefinición del concepto de escuela, podemos preguntarnos ¿Es viable que la enseñanza tal y como hoy la conocemos esté próxima a su fin y que pronto sea "pieza de museo"?

Depende de lo que entendamos por "enseñanza actual". La educación tiene un trasfondo bastante duradero a lo largo del tiempo, que consiste en la voluntad de transmitir lo mejor de nuestra cultura a los más jóvenes y ésa es una tarea que siempre existirá. Las sociedades necesitan conservarse y la educación desempeña una función crucial en ese proceso. Pero si por enseñanza entendemos el modo en que hoy se desarrollan la docencia y el aprendizaje en los centros y las aulas, me parece inevitable que asistamos a cambios profundos. En sociedades en rápido desarrollo, con nuevas herramientas e instrumentos de acceso al saber y de construcción del conocimiento, los modos de transmisión también deben cambiar. Tenemos unos sistemas escolares generalmente refractarios al cambio, pero aún así, el cambio se produce. ¡Quién nos iba a decir a los que empezábamos a enseñar en los años setenta y manteníamos discusiones acerca de la conveniencia del uso de la calculadora en el aula que hoy los alumnos manejarían ordenadores portátiles en centros dotados de conexión wi-fi! Quien no aprecie la importancia de los cambios y la necesidad de adaptarse a ellos para dar respuesta a los nuevos desafíos, sencillamente no percibe nítidamente la realidad. Pero eso tampoco autoriza a pensar que la enseñanza está simplemente llamada a desaparecer. En este año de celebración de la obra de Darwin, creo que lo que hará la enseñanza es evolucionar para adaptarse mejor a las nuevas circunstancias. Pero la tarea educativa seguirá siendo tan actual como necesaria

Cómo citar este artículo
Formato Norma ISO 690-2
Chacón Pedrosa, Ana María; Saiz Gómez, José Miguel, "Entrevista a Alejandro Tiana Ferrer" [en línea]. Cabás: Revista del Centro de Recursos, Interpretación y Estudios en materia educativa (CRIEME) de la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria (España) [publicación seriada en línea]. N.º 1. Junio 2009. ISSN 1989-5909 [Consulta: Día Mes Año].

Fuente: http://revista.muesca.es/index.php/entrevista1

ARCHIVOS Y MUSEOS
EL PATRIMONIO EDUCATIVO EN UNA REVISTA ESPECIALIZADA

Una vez más, fiel a la puntualidad exigida en estos casos, la Revista Cabás. Patrimonio Histórico Educativo, acaba de publicar un nuevo número. Se puede consultar a través del siguiente link el número 11, correspondiente a junio de 2014. http://revista.muesca.es/index.php/miportada11


ALGUNOS CONTENIDOS:

Blanca Flor Herrero Morán. Universidad de Salamanca

Resumen

Actualmente existe un único museo dedicado al patrimonio histórico-educativo ubicado en Zamora, el Centro Museo Pedagógico de la Universidad de Salamanca (CEMUPE). Ahora bien, dado que el objetivo de este artículo es analizar la musealización del patrimonio educativo en Zamora, junto a la reflexión sobre el contenido, el continente y el proyecto museístico de dicho museo se incluye una referencia a diferentes iniciativas museísticas llevadas a cabo en la capital como: exposiciones temporales, exposiciones permanentes, o la propuesta de un museo pedagógico regional.

Reseñas
María José Rebollo Espinosa. Universidad de Sevilla

Resumen

Se ha editado el vídeo titulado "El Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla: un espacio para compartir historias". El motivo de la realización de este reportaje audiovisual es, entre otros, dar a conocer la existencia del Museo de Educación que abrió sus puertas en octubre de 2012, ubicado en el edificio de la Facultad. El vídeo muestra algunas de las facetas de este museo, entre ellas, muestra al museo como lugar de recogida de nuestro pasado educativo e invita a revivir las historias escolares que hay en cada uno.

Enrique Alastor García Cheikh-Lahlou. Universidad de Sevilla

Resumen

La revista Cuestiones Pedagógicas presenta su último número monográfico a la cultura escolar y al patrimonio histórico educativo con artículos de reconocidos investigadores tanto nacionales como internacionales.

26/6/14

Consejos para realizar una mudanza de archivo

Ante todo no perder la calma, y realizar las tareas con tiempo. A continuación se sugieren unos tips muy prácticos que habrá que tener en cuenta para la mudanza de un archivo:

1) Compra o adquisición de insumos
a) Carros tipo supermercado o bien un carrito para trasladar cajas (se pueden pedir prestado)
b) Cajas medianas, que soporten más o menos 20 kilos.
c) Papel de empapelar o el más económico para realizar paquetes de documentos.
d) Marcadores indelebles, unos de punta mediana para las estanterías, y otros más finos para escribir los paquetes.
e) Cinta de pintor, para los paquetes y cajas.

2) organización del personal:
a) Organizar un equipo de trabajo para realizar las siguientes actividades:
· identificar estanterías, armar las cajas, hacer el inventario (tareas intelectuales).
· cortar de papeles y armado de cajas (tareas mécanicas)
· trasladar las cajas y documentos (tareas mecánicas)
· monitorear las tareas. Nombrar responsable (tareas intelectuales)

3) Rotulación de estanterías y mobiliario 
a) Limpiar el polvo más espeso de las estanterías usando una aspiradora.
b) Hacer un diagrama de cómo está el mobiliario actualmente
c) Rotular las estanterías y muebles, colocar letras a cada módulo de estantería, a cada armario, a cada fichero, a cada vitrina.
d) Numerar los módulos de estanterías, ir de arriba hacia abajo, y volver a repetir lo mismo con el resto del mobiliario. Es conveniente ponerles letras (a, b, c…..) y luego numerar las estanterías de arriba hacia abajo, entonces tendremos, a-1, a-2…, b-1, b-2 etc. Usar marcadores indelebles para que no se borren.
e) Diseñar la ubicación o disposición de las estanterías en el nuevo lugar, elaborando un plano.

4) Organización de tareas:
a) Fumigar el lugar para no trasladar ningún tipo de insecto o microorganismo al nuevo lugar destinado a archivo
b) Rotular todo el mobiliario.
c) Cortar el papel del tamaño adecuado para realizar los paquetes
d) Bajar los documentos de las estanterías o muebles.
e) Empaquetar los documentos 
f) Escribir el contenido de los paquetes en el mismo paquete
g) Colocar los paquetes en las cajas y rotular la caja 
h) Desarmar y armar las estanterías.
i) Trasladar los paquetes o cajas al nuevo lugar
j) Colocar nuevamente los documentos en las estanterías.

5) Como bajar y organizar los documentos de la estantería
a) Bajar los documentos desde el primer estante de la estantería (el que está más arriba) hasta el último. Esto evitará que la estantería se tambalee y se caiga.
b) Armar paquetes con el papel de empapelar, que no superen los 10 cm. en su espesor (más o menos el mismo contenido de un bibliorato. Con este tamaño, se pueden manejar mucho mejor los paquete
c) Embalar también los biblioratos, pero sin sacar los documentos de allí.
d) Embalar los libros proceder de igual manera tener en cuenta que paquetes muy grandes que no sean posibles de manejar por su peso
e) Rotular los paquetes, colocando la siguiente leyenda: estantería:, estante:, paquete:, contenido, fechas topes.
f) Cargar o completar los datos en el inventario (planilla)
g) Colocar los paquetes rotulados en los carritos para el traslado. Desmantelar, desarmar la estantería para el traslado

6) Colocación de los documentos en el nuevo lugar
a) Llevar la estantería al nuevo depósito y armarla.
b) Llevar los carros con los paquetes al nuevo lugar del archivo.
c) Colocar los paquetes en el mismo lugar (de la estantería) que tenían antes del traslado sobre la mesa de trabajo

Estas recomendaciones se realizan en el marco del estudio e interpretación de bibliografía general sobre conservación y de la consulta específica de los siguientes documentos “Los depósitos de documentos. Características y mobiliario” Lic. Marco A. Calderón Delgado, Jefe Departamento de Conservación, Archivo Nacional de Costa Rica, y de “Protocolo para el tratamiento de la documentación con vistas al traslado”, Centro de Ciencias Humanas y Sociales, España.

Fuente: Programa Nacional de Archivos Escolares (BNM)

REVISTA LINHAS
v. 15, n. 28 (2014)
Arquivos e Acervos Escolares


Sumário
Editorial

Editorial PDF
Vera Lucia Gaspar da Silva 01-03

Apresentação
Apresentação PDF
Maria Teresa Santos Cunha, Rosa Fátima de Souza Chaloba 04-08

Dossiê
El archivo etnográfico del Museo “Manuel B. Cossío”: las prácticas de pedagogía como fuente para la Historia de la educación española PDF
Teresa Rabazas Romero, María Poveda Sanz 09-32

El patrimonio intangible en el Museo de las Escuelas PDF
María Cristina Linares 33-48

Liturgia da memória escolar Memorial do Deutscher Hilfsverein ao Colégio Farroupilha (2002) PDF
Maria Helena Camara Bastos, Alice Rigoni Jacques 49-76

Museu da Escola “Professora Ana Maria Casasanta Peixoto”: um compromisso com a história da educação mineira PDF
Nelma Marçal Lacerda Fonseca 77-99

Francisco Pompêo do Amaral: sujeito social e seus objetos de ensino em prol da alimentação e nutrição no Brasil (1938 a 1941) PDF
Maria Lucia Mendes de Carvalho, Maria Ângela Fagnani 100-126

Pela preservação da memória e do patrimônio educacional militar: a criação do Centro de Memória do Ensino Militar na Universidade da Força Aérea PDF
Maria Luiza Cardoso 127-153

Acervos escolares e história das instituições educacionais: o caso da Escola Estadual General Osório/RS PDF
Maria Augusta Martiarena de Oliveira 154-174

História da educação, instituições escolares, fontes e pesquisa em arquivos na região oeste do Paraná PDF
Rodrigo Pinto Andrade, Cézar de Alencar Arnaut de Toledo 175-199

A contribuição do acervo de memória oral do ecirs/ucs para a história da educação PDF
Jordana Wruck Timm, Lúcio Kreutz 200-222

Entrevista
Entrevista com a Professora Maria Cristina Menezes PDF
Rosa Fátima de Souza Chaloba, Maria Teresa Santos Cunha 223-249

Entrevista com o Professor Luciano Mendes de Faria Filho VIDEO
Vera Lucia Gaspar da Silva

Artigo
A montagem da escolarização: discutindo conceitos e modelos para entender a produção histórica da escola moderna PDF
Inés Dussel 250-278

Educação de mulheres em revista: currículo, gênero e consumo PDF
Samilo Takara, Teresa Kazuko Teruya 279-301

Jogos em sala de aula e seus benefícios para a aprendizagem da matemática PDF
Katia Regina dos Santos da Apresentação, Ricardo Roberto Plaza Teixeira 302-323

Questão racial, ações afirmativas e currículo: uma discussão em torno das diretrizes para a educação das relações étnico-raciais PDF
Gustavo da Silva Kern 324-344

Reflexões sobre o ensino a distância à luz da noção de contrato didático PDF
Frederico Firmo de Souza Cruz, Sonia Maria Correa Silva de Souza Cruz, Paulo José Sena dos Santos 345-369

A expansão do atendimento na rede pública municipal de educação infantil de Florianópolis: estratégias dos governos municipais (1976 – 2011) PDF
Marlise Oestreich 370-399

Resenha

 
Memória Social: diferentes aspectos de um campo em construção PDF
Mariza da Gama Leite de Oliveira, Denise dos Santos Rodrigues 400-405

 
Do Deutscher Hifsverein ao Colégio Farroupilha/RS: Memórias e Histórias (1858-2008) PDF
Karin Sewald Vieira 406-411

 
Moderno, Modernidade e Modernização: a educação nos projetos de Brasil – séculos XIX e XX PDF
Hiassana Scaravelli, Sélia Ana Zonin 412-417

Universidade do Estado de Santa Catarina - UDESC
Centro de Ciências Humanas e da Educação - FAED
Direção de Pesquisa e Pós-Graduação - DPPG
Programa de Pós-Graduação em Educação - PPGE
Itacorubi - Florianópolis - SC - CEP: 88.035-001

http://periodicos.udesc.br/index.php/linhas/issue/current/showToc

22/6/14

 Archivo Historico Normal Quilmes


https://www.facebook.com/profile.php?id=100008253678278

Imagen del Álbum Escolar cedida por un ex-alumno

El año 1962

50º ANIVERSARIO DE LA
ESCUELA NORMAL DE QUILMES
Ceremonia de iniciación del Ciclo lectivo



18/6/14

EL VALOR JURÍDICO DE LOS DOCUMENTOS
Una joven podría ir presa por "truchar" el título del secundario

La Cámara Federal de Casación Penal revocó el sobreseimiento a la acusada y ordenó que se reabra la causa por falsedad de documento público, delito por el que podría ser condenada hasta 6 años de prisión. El hecho fue descubierto por personal del área de Legalizaciones del Ministerio del Interior de la Nación, al momento de realizar la verificación de firmas con el registro que posee el Ministerio.


Así surgió que la firma de Celina Margarita Adur y Perla Mabel Agosti, empleadas de la cartera, eran distintas de las registradas. Frente a esa situación, se solicitó la presencia de personal policial y se dispuso la detención de la acusada, procediéndose al secuestro del certificado analítico apócrifo.

La joven fue procesada en primera instancia pero la Sala I de la Cámara Federal de la Capital Federal revocó el procesamiento de Bonelli y, consecuentemente, dictó su sobreseimiento, por considerar que la maniobra de adulteración a la que fue sometido el certificado analítico en cuestión "fue por demás burda, tornándolo inidóneo y privándolo de toda eficacia".

El sobreseimiento fue apelado por la fiscalía. Para Casación, lo relevante del caso era establecer si el certificado analítico secuestrado posee significación jurídica para producir efectos. Para ello, el documento debe contar con las características extrínsecas e intrínsecas propias de un instrumento original, explicó Casación.

"El certificado analítico que se tiene a la vista, posee todos los signos de autenticidad con los que cuentan los documentos originales de este tipo. En consecuencia, dicho documento no puede ser calificado como burdo para configurar un supuesto de atipicidad", sostuvo el camarista Mariano Borinsky, voto al que adhirieron sus colegas Juan Carlos Geminiani y Gustavo Hornos.

La imputada podría recibir hasta 6 años de cárcel en caso de ser condenada ya que el artículo 292 del Código Penal establece que "el que hiciere en todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero, de modo que pueda resultar perjuicio, será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años, si se tratare de un instrumento público y con prisión de seis meses a dos años, si se tratare de un instrumento privado".

(El destacado nos pertenece.)

Un programa tentador

EL MUSEO DE LAS ESCUELAS
CICLO DE CHARLAS - DEBATE
Junio y Julio 2014



17/6/14

IDENTIFICACIÓN DE FOTOGRAFÍAS
 Una solución fortuita e inesperada
con pistas para la historia educativa local
Raquel D. Gail

Llegaron a nuestras manos un par de clásica fotografías de cursos escolares que pertenecieron a la misma persona, anónima a nuestros ojos. Tienen una rúbrica indescifrable y una fecha, la primera 1944 y la segunda 1946.

Como nos consideramos incluidos en ese grupo de "fans de las fotos viejas" que mencionamos en una entrada anterior, nos entretuvimos en analizarlas para ver qué información se podía obtener de ellas. La primera, en particular, atrajo inmediatamente nuestra atención, al llevar la inscripción de un estudio fotográfico de Quilmes: FOTO SAN MARTÍN, Brown 691, Quilmes y el respectivo -pero ya inútil- número telefónico.

1944
La suposición inicial fue que se trataba de una Escuela Normal: los guardapolvos blancos, la cantidad de niñas que cuadruplicaba y más la de varones, seguramente oficial pues si hubiera sido religiosa no habría varones  y otro tipo de escuela privada probablemente ostentaría un uniforme distinto.

1946
La siguiente, dos años posterior, parece haber sido tomada en el mismo espacio o uno muy próximo, aunque desde otro ángulo. Se mantiene invariante la pared de ladrillos sin revocar. Los muchachos, mayores ya, llevaban pantalones largos y eran menos numerosos aún. No está la docente que podríamos reconocer pero no nos cabía duda de que se trataba de la misma escuela.

Nuestro conocimiento de la Escuela Normal de Quilmes nos convenció de que no se trataba de ella. Ningún elemento permitía asimilarla a dicha institución. ¿Cuál otra podría ser la que fuera retratada por un fotógrafo de nuestra localidad? Sin duda, alguna razonablemente cercana.

Para esa época, las había en La Plata, Avellaneda y Lomas de Zamora (localidad Banfield).

¡AH! Busquemos entonces fotografías de esos establecimientos. En nuestro archivo privado hay algunas.

1934, primer año
¡La sorpresa fue muy grande! Allí estaba la fotografía familiar con el mismo fondo, y con la certeza de que se trataba de la Escuela Normal de Banfield (como se la conocía por entonces), con el característico tono sepia.

Navegando por Internet, encontramos aún pruebas suplementarias. Con motivo de la inauguración del nuevo edificio (¡qué ventaja edilicia nos lleva la escuela hermana, también nacida en 1912!) el diario La Prensa de Buenos Aires publicó una doble página ilustrada con numerosas imágenes (18 de mayo de 1947).

Cuerpo docente
Alumnos



Es fácil advertir la misma pared en el fondo. El periódico nos informa que hasta ese momento la escuela funcionó siempre en un edificio arrendado. El inmueble a estrenar ocupa más de doce mil metros cuadrados y se ha emplazado en un predio donado por el Municipio. Consta de 22 aulas, 8 gabinetes, 10 oficinas, salón de actos, sanitarios y casa para el mayordomo. Para la fecha atendía 1.170 alumnos, distribuidos en 14 secciones del Departamento de Aplicación y 15 del Curso Normal.

§ LAZOS VECINALES §

Por si esto fuera poco, leemos, además, que entre el cuerpo de profesores, se menciona a Angélica Morales Gorleri de Ferro, vicedirectora. Es la señora sentada a la derecha del Director, en el banco central de la primera fila. Llamada en realidad Florentina Angélica, era la hija mayor de Juana Gorleri y Luis Jorge Morales, y falleció el 18 de setiembre de 1991. Había contraído enlace con Bartolomé Manuel Ferro Seitone (Corrientes, 1987 - Buenos Aires, 1966), con quien tuvo dos hijos: María Angélica (1933-1999) y Luis Santiago Ferro Morales. Este matrimonio rubricó, entre otras personas, el acta fundacional del Colegio Nacional de Quilmes el 11 de febrero de 1922, en ocasión del homenaje al acto que diera lugar a la creación de la Escuela Normal 10 años antes.

Fuentes: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009_10_07_archive.html
http://www.genealogiafamiliar.net/getperson.php?personID=I636826&tree=BVCZ
http://archivo104.blogspot.com.ar/2012/10/reconocimiento-hacia-la-escuela-normal.html
http://archivo104.blogspot.com.ar/2011/03/las-hermanas-gorleri-nos-hallamos-en.html
Diario "La Prensa", 18 de mayo de 1947.

JORGE ALBERTO SÁBATO
 MAESTRO PROMOCIÓN 1942, 4º "B"
Escuela Normal de Quilmes




Listado de alumnos del curso: 1942 - 4 “B”

1. Berro, Luis César *
2. Codino, Horacio*
3. Ferro, Rodolfo *
4. Geronés, Carlos Alberto *
5. Hitter, José Guillermo
6. Ingrasia, Juan Carlos *
7. Lomuto, Alfredo O.
8. Maffi, Eduardo
9. Moreno, Jorge
10. Pasos, Osvaldo
11. Priani, Alberto
12. Rave, Luis
13. Salinas, Mario
14. Sábato, Jorge Alberto *
15. Velardo, Raúl Rosario *

16. Blanco, Emma
17. Blinkhorn, Beatriz H.
18. Boscato, Delia
19. Carretero, Inés
20. Cartasegna, María Virginia *
21. Cotta, Blanca Helena *
22. Desmoures, Celia
23. Frignani, Dafnes
24. Laso, María Rosa
25. Márquez, Amelia Nieves *
26. Ormart, Lucía
27. Paez, Esther
28. Ponciolo, Nelly
29. Rey, Obdulia *
30. Varela, Nélida *
31. Vázquez, María M.

* Alumnos que se graduaron en 6º grado del Departamento de Aplicación de la misma escuela.
Véanse nuestras entradas sobre Jorge A. Sábato, de fechas 22/9/10, 25/11/13 y 12/1/14.

Fuentes: Documentos del Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes.
EXANQUI (2012). Historia para un Centenario 1912- 2012. Quilmes, Ed. Jarmat, 1ª edición (Pág. 55 y 129-130)

XVIII JORNADAS ARGENTINAS 
DE HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

Historia de la educación: usos del pasado y aportes a los debates educativos contemporáneos
19 al 21 de Noviembre de 2014

Organizan: Universidad Nacional de General Sarmiento – Sociedad Argentina de Historia de la Educación

Comité Organizador: Felicitas Acosta, Gabriela Diker, Elisa Jure, Ana Abramowski, Evangelina Canciano, Bárbara Briscioli y Victoria Rio. Asistentes a la organización: Soledad Fernandez, Leticia Rios y Florencia Herbón

Tema de las Jornadas

“¿Qué pueden enseñarnos, se dice, los colegios de la Edad Media, de los institutos de hoy? ¿Cómo pueden ayudarnos la escolástica, el trivium y el quadrivium, a encontrar lo que debemos enseñar actualmente a nuestro hijo y cómo debemos enseñarlo? (…) Ahora bien, yo creo, por el contrario, que solamente estudiando con cuidado el pasado podremos llegar a anticipar el futuro y a comprender el presente; y que, por consiguiente, una historia de la enseñanza es la mejor de las pedagogías”.
Emile Durkheim (1938/1982).
  Historia de la educación y las doctrinas pedagógicas.
La evolución pedagógica en Francia
Pág. 34.

El Quadrivium pitagórico. Fragmento del códice de Nicolo da Bologna
Las Virtudes y las Artes de 1355. Biblioteca Ambrosiana de Milan.
En tanto disciplina, la Historia de la educación se encuentra en una etapa de revisión: nuevos objetos de estudio, fuentes y metodologías, se discuten tanto en el ámbito internacional como en el regional. Las Jornadas argentinas de Historia de la educación no fueron ajenas a este proceso y debatieron en sus últimas ediciones sobre algunas de estas cuestiones.

Uno de los aspectos salientes de esta revisión provino hace décadas de la Historia Cultural de la educación, al proponer la discusión del presente de la escolarización en clave histórica (una historia del presente). En esta misma línea, la enseñanza de la Historia de la educación también incorporó la reflexión sobre los aportes de la Historia de la Educación a la comprensión del pasado para incidir en la realidad educativa contemporánea y proyectar su futuro.

En esta ocasión, y en ese marco de revisión de la disciplina, se propone poner en discusión la relación entre la Historia de la educación y su contemporaneidad educativa: ¿qué uso se hace de la Historia de la educación en una coyuntura educativa? Y a la inversa ¿qué visiones de lo educativo se construyen desde la disciplina?; ¿qué papel cumple cierto “mandato de utilidad” en la selección de objetos de estudio en la Historia de la educación? Y a la inversa ¿qué objetos teóricos se construyen y se ponen en circulación en el campo educativo desde la disciplina?; ¿cómo influye el debate educativo de cada época en la construcción de la Historia de la educación? Y a la inversa ¿qué construyó sobre ese debate la propia disciplina?

En síntesis, a partir de los interrogantes planteados los ejes de discusión de la jornada son los siguientes:

· Influencia del debate educativo de cada época en la construcción de la Historia de la educación (en la construcción de objetos y problemas, en las elecciones teóricas, en las opciones metodológicas)
· Incidencia de las perspectivas sobre el pasado de la educación producidas desde la Historia de la educación en cada época en los debates educativos que les son contemporáneos
· Diálogos posibles a establecer entre la investigación histórico educativa y los debates político educativos actuales

Se propone una discusión política sobre la Historia de la educación en momentos en los que el discurso de la “crisis” educativa tiende a buscar sus respuestas en nuevos procesos de transferencia educativa internacionalizada. Indagar entre quienes estudian y enseñan Historia de la educación acerca del uso y los aportes de la disciplina a la comprensión y a la construcción de temas de la agenda de la educación puede constituir una alternativa.

Sesiones de trabajo
A continuación se presentan los ejes temáticos de las sesiones de trabajo:

Sesión 1: Historiografía de la educación
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre problemas historiográficos, con especial énfasis en nuevos objetos de investigación, fuentes y metodologías así como revisión de tendencias en la disciplina.

Sesión 2: Historia de la educación, instituciones y políticas
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre la revisión del papel del Estado y de los actores políticos en la historia de la educación argentina, las prescripciones centrales y el posicionamiento de instituciones y sujetos con especial énfasis en distintos momentos del proceso de configuración del sistema educativo (experiencias institucionales del período colonial, procesos de configuración y “masificación”, reformas educativas en clave histórica).

Sesión 3: Historia de la educación, curriculo y saberes escolares
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre la invención y construcción de saberes escolares con especial énfasis en los cambios y conflictos entre distintos tipos de saberes (sociales, culturales) y su propuesta de escolarización.

Sesión 4: Historia de la enseñanza de la lectura y la escritura
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre la revisión histórica de los procesos de enseñanza de la lectura y la escritura a lo largo de la historia del sistema educativo argentino con especial énfasis en las tensiones que se producen con la introducción de nuevas formas de expresión.

Sesión 5: Historia de las prácticas pedagógicas, escolares y educativas
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre las tensiones entre distintos tipos de prácticas educativas, entre ellas las escolares, con especial énfasis a las formas alternativas y su relación con aquellas reguladas y normativizadas por el sistema (incluye experiencias institucionales, de aula, en el uso de recursos o medios como los de comunicación masiva).

Sesión 6: Historia de la educación y formación de docentes
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre el estudio histórico de los aspectos vinculados tanto a los docentes como a su formación con especial énfasis en temas de emergencia reciente (afectos, estéticas, identidades, entre otros).

Sesión 7: Historia de la educación y la cuestión de los “otros”
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre procesos de inclusión y exclusión de sujetos en las prácticas educativas escolarizadas con especial énfasis en los procesos de “transformación” en sujetos educables de poblaciones indígenas, mujeres, inmigrantes.

Sesión 8: Historia de la educación y cultura escolar
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre distintos aspectos de la cultura escolar en la Argentina con especial énfasis en la producción y apropiación, usos y consumos, generación de hábitos y costumbres, introducción de elementos disruptivos, cooptación por parte de la “estética” escolar.

Sesión 9: Historia de la educación entre lo global, lo nacional y lo local
Sesión destinada a la presentación de avances y resultados de investigación sobre procesos de transferencia, préstamo, “viajes”, de ideas y prácticas educativas en clave histórica con especial énfasis las configuraciones resultantes del encuentro entre distintas escalas (global, internacional, regional, nacional, local).

CONSULTAS: jornadashea@ungs.edu.ar

16/6/14

ESCUELAS QUE RECUPERAN SU PATRIMONIO
CIUDAD DE BUENOS AIRES
* Allí estuvimos *


Hoy lunes 16 de junio, participamos en el segundo encuentro del corriente año, organizado por el equipo de HUELLAS DE LA ESCUELA (CABA), donde tuvimos oportunidad de continuar con el programa anunciado oportunamente.


En la primera parte del encuentro, la fotógrafa Natalia Ibarra expuso consideraciones que deben ser tenidas en cuenta en la conservación del patrimonio fotográfico. Se refirió a los ítems que se formulan para elaborar un plan de Conservación Preventiva, las Normas internacionales que deben regirlo, los pasos a seguir a propósito de la Manipulación, las Herramientas a utilizar, los Procedimientos de Limpieza (especialmente en seco) según el tipo de soporte de la obra, los recursos para su Estabilización, las posibilidades de Embalaje y Almacenamiento, los Adhesivos (sus propiedades y usos) y, finalmente, las ventajas/desventajas del papel y de los plásticos (poliéster, polietileno y polipropileno) que pueden emplearse para resguardo de cada documento fotográfico (negativo, positivo, en vidrio y diapositivas). Usamos las mayúsculas para destacar las etapas en las que dividió su presentación, acompañada por material visual y real.

La segunda parte del encuentro estuvo dedicada a plantear el aprovechamiento del material fotográfico conservado en las escuelas con vistas a reconstruir su historia, a cargo de la directora del equipo, Prof. Marcela Pelanda. 

La estrategia (novedosa para el auditorio) de explotar el recurso de los Códigos QR fue desarrollada por la Prof. Fabiola Ruiz y, en nuestra modesta opinión, el modelo denominado "Huellas Aumentadas" -en función de la tecnología que permite el desarrollo conocido como Realidad Aumentada- es un aporte de mucho valor que dará lugar, sin duda, a producciones de gran interés para la difusión del patrimonio material e inmaterial de la historia escolar. Los asistentes a la reunión manifestaron entusiasmo ante la posibilidad de experimentar con este sencillo recurso.

Las iniciativas propuestas por el equipo merecen el reconocimiento por la labor que lleva adelante Huellas de la Escuela al poner al alcance del público en general y la comunidad educativa en particular los bienes atesorados largamente en rincones a veces oscuros, polvorientos y descuidados de nuestras escuelas.

Reunión del 16 de junio de 2014

ARCHIVOS FOTOGRÁFICOS
 EL TRABAJO DE LOS QUE RESCATAN FOTOS CON VALOR HISTORICO O CULTURAL
Cuidar la imagen
Por Soledad Vallejos / Página 12

Son estudiantes de conservación, restauradores de bienes culturales, fotógrafos, voluntarios. Pasan horas y días limpiando negativos o fotos que fueron descuidadas o incluso tiradas a la basura. Logran salvar archivos enteros. Dónde se puede ver su trabajo.

Kilos de fotos en papel. Cientos de miles de metros de material fotográfico revelado. Placas de vidrio tan valiosas y sensibles como el oro en polvo. A veces, cuanto queda de un lugar, de una persona, de una ocasión irrepetible, es eso: una imagen. Y de imágenes está llena la memoria, pero no siempre alcanza. Cuando esa memoria es histórica y se vuelve social, comunitaria, los distintos soportes, los años, el clima o detalles tan –aparentemente– pequeños como un poco de humedad, algo de sol o simple polvillo pueden alterarla para siempre, y hasta borrarla en parte. Dicen los que saben que el color se debilita rápido; el blanco y negro son más nobles; las placas de vidrio requieren miramientos y delicadeza extrema. Claro: esas cosas no las sabe cualquiera. Alguien tiene que hacerlo y afortunadamente unos cuantos sí lo hacen. Los trajines y resultados parciales de una de esas experiencias –todavía en proceso– pueden espiarse en la Muestra Anual de Fotoperiodismo de Argra, que termina hoy. Y también, pero ya sin fecha de cierre, puede consultarse algo de la memoria histórica, reciente pero no solamente, que preserva y comparte el Archivo General de la Nación con quien se acerque y pida ver.

Ojos bien despiertos

Cae la tarde helada sobre La Boca y, en un primer piso, siete personas se apasionan por fragmentos de material fotográfico. Todo eso que ahora está sobre la mesa un día del pasado reciente apareció enmohecido, arruinado por calor, frío extremo y hasta yerba. Alguien había tirado a la calle negativos de años de trabajo periodístico en una decena de bolsas de basura. Alguien más, periodista y ante todo chismoso, fue con el cuento a fotógrafos en actividad en distintos medios periodísticos de Buenos Aires. Ellos fueron a buscar esas bolsas y al abrirlas se encontraron con que los negativos eran del archivo fotográfico de la revista Veintiuno. “Ver lo que había en esas bolsas fue el último de muchos clicks”, dice Ezequiel Torres, de la Fototeca de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), uno de los responsables de que ese material que casi se pierde para siempre esté, ahora, siendo recuperado para integrar fondos documentales y permanecer siempre disponible para consultas. Entre esos negativos de fotos que tejen también la historia reciente estaban, por caso, las imágenes que Daniel Dabove tomó de Emilio Eduardo Massera violando la prisión domiciliaria en el año 2000. Fueron esas instantáneas y los testimonios que confirmaban las salidas continuas del represor lo que terminó por considerar la Justicia para revocarle el beneficio y ordenar que cumpliera su condena en Campo de Mayo.

“Los fotógrafos estamos poco acostumbrados a reflexionar sobre esto. Hacemos, producimos, seguimos adelante”, explica Torres, para graficar cómo es que el día a día y las urgencias de las jornadas de trabajo a veces –las más de las veces– impiden evaluar, sopesar, clasificar y atesorar el material propio. Los tiempos de lo cotidiano conspiran contra los de un archivo meditado. “Un día te das cuenta de que tenés 20 años de laburo atrás, de que hay referentes que tienen 50 años de laburo, y ninguno guardó o tiene nada de eso. Hay muchos archivos que se han perdido y no sabemos de qué manera.”


Entonces aquí están: voluntarios de la escuela de fotografía de Argra, estudiantes de conservación y restauración de bienes culturales –también voluntarios–, fotógrafos profesionales, un conservador experto y dos asistentes. Hay pipetas de aire, pinceletas, linternitas, planillitas para apuntar las imágenes que van despuntando. Los voluntarios y el conservador usan guantes finitos, como quirúrgicos; en una mesa, espían los negativos con linterna, les hacen una primera –delicada– limpieza; los acomodan en sobres nuevos porque los que trajeron hasta aquí están carcomidos, dañados irreversiblemente y en muchos casos plagados de hongos. En otra mesa, miden, marcan, cortan los sobres en papel libre de todo riesgo. En la última mesa, sobre la que todavía cae alguna luz del día por la ventana, a los guantes se suman algodones: ahí atraviesan el momento más delicado, de limpieza intensiva, los negativos que llegaron a tener hongos y, tal vez, a perder con ellos parte de sus imágenes. Los resultados se sabrán recién al terminar. Hasta entonces, los conservadores sólo pueden trabajar y confiar en que gran parte del material sobrevivirá.

El fotógrafo Torres dice que eso que sucede en las mesas implica costos: material, de tiempo, de organización. Que requiere también un equipo interdisciplinario y formación, asesoramiento.

La imagen viva

El material fotográfico es orgánico, frágil. Tiene una vida útil cuya extensión depende del trato que reciba. El conservador Mauro Mazzini traduce la tarea en una idea: “Estamos tratando de detener el tiempo”. Trabaja con voluntarios, y con dos asistentes ya formadas, María José Burgos y Natalia Ibarra. La regla básica de todo trabajo de conservación, agrega, es inapelable: que la intervención sobre el material no haga más daño que el que ya dejó huella sobre él, porque se trata de “conservar para que dure lo más posible”. “El nuestro es un trabajo de conservación y estabilización, no de restauración, porque lo que se perdió no se recupera. Por lo menos en este caso nos dimos este criterio. No se puede hablar de restauración con la cantidad de material que se encontró, no sería serio”, explica. Alrededor del salón donde los negativos van y vienen se ven pilas de cajas de colores: allí están los materiales que fueron rescatados de la basura. Las estimaciones, quizá algo conservadoras, estiman que son 500 mil fotos, una ínfima parte de ellas en blanco y negro. Ma-zzini detalla que las fotografías en color son más frágiles que las blanco y negro. La diferencia es abismal: las imágenes en color pueden conservarse como nuevas alrededor de 15 años; las que fueron tomadas en blanco y negro, “150, 200 años”.

En Argentina, los archivos muchas veces tienen más brechas que memorias. Sin ocultar la pena, el conservador Mazzini enumera pérdidas del patrimonio histórico que conoce, por haber trabajado en el rescate de acervos para distintas instituciones nacionales: “Papeles del siglo XVI, materiales textiles del siglo XIX, fotos, el 95 por ciento del patrimonio fílmico de cine mudo, el 70 por ciento del patrimonio de cine sonoro”. Dice que hubo excepciones, como la época en que “a las cintas de fílmico las quemaban en el parque Tres de Febrero porque no había dónde archivarlas y tampoco importaba”. ¿Y con el patrimonio que va tomando forma ahora, cámaras digitales y memorias de computadoras mediante, qué puede pasar? Mazzini dice que es un misterio. Que la tecnología cada vez se vuelve obsoleta más pronto y que eso con el papel no pasaba.

El restaurador explica que a veces las pérdidas tienen menos que ver con la mala suerte que con la necesidad de dotar de condiciones muy precisas los espacios de preservación. “La mayoría de las cosas necesitan ser guardadas en ambientes fríos, y no siempre hay dinero para acondicionar así. A veces, cuando lo hay, no alcanza el dinero para mantenerlo cuando se rompe. Esas variaciones en las condiciones, finalmente, hacen más daño que no haberlas tenido nunca”. Por otra parte, aunque en artes visuales y hasta en escultura y patrimonio arquitectónico a veces se debatió y puso en práctica la restauración como modo de completar lo que se ha perdido y, en algún sentido, conservar la idea, en foto Mazzini insiste en que es muy difícil. ¿Cómo reconstruir en una imagen lo que el tiempo, los hongos, la nula conservación se llevaron? Basta asomarse a la muestra anual de Argra (que termina hoy en el Palais de Glace) para ver revelados y ampliados algunos de esos negativos dañados: un rostro que apenas se adivina, situaciones interrumpidas por líneas de hongos, amontonamientos de lo que alguna vez fue una imagen comprensible.

MEMORIA GRÁFICA DE LA ARGENTINA
Un día en el AGN
Por Soledad Vallejos / Página 12

Sobre la mesa de trabajo hay un sobre de papel para guardar negativos y tiene un membrete: “Subsecretaría de Informaciones. Dirección General de Prensa. División fotografía”. Hoy está en un escritorio del Archivo General de la Nación (AGN). Sobrevive desde la época en que Raúl Alejandro Apold regía los destinos de esa oficina y ahora es patrimonio histórico, como la imagen que llegó en su interior, y que en el presente, en este octavo piso de Alem al 200, está en proceso de revisión y puesta a punto para, luego, ser digitalizada. Seis pisos más abajo, unas cuatro personas pasan el rato ante computadoras en las que pueden ver qué imágenes aparecen atesoradas bajo ciertas palabras clave, o por años en particular. Saben que una vez que den con lo que buscan, con identificar el archivo, alcanza para pedir una copia en soporte digital, que está arancelada (3 pesos cada foto), pero es posible y rápida de obtener. Emilia, una de las responsables de atención al público, dice que reciben unas 200 visitas por mes, que son “estudiantes, constructores, documentalistas y muchos arquitectos, porque vienen a buscar fotos de lugares específicos de la ciudad para hacer trabajos de restauración”.

El AGN resguarda, entre otras cosas, la memoria fotográfica de Argentina, en un departamento específico que en los últimos tres años atravesó un proceso de digitalización masivo. ¿Por qué? Porque tenía fondos preciosos cuya manipulación podía terminar por perjudicarlos de manera irreversible. El sociólogo Juan Pablo Zabala, que dirige la institución, detalla algunos archivos cuyas imágenes forman parte de la memoria histórica social. Habla del archivo Witcomb (el estudio fotográfico que retrató el cambio del siglo XIX al XX y también buena parte del XX), “que en su mayoría son retratos y tarjetas de visita y están en placas de vidrio”. El fondo, además, incluye las fotografías tomadas por Cristiano Junior, el portugués que vendió su estudio pionero a los Witcomb y que antes había retratado a Lucio V. Mansilla, Domingo Faustino Sarmiento y otras celebridades, pero también tuvo la alocada idea de recorrer el país a fines del siglo XIX para dejar “álbumes de vistas y costumbres” de Argentina.

Zabala sigue enumerando: “El archivo fotográfico de la revista Caras y Caretas, de diarios como Crítica, Noticias Gráficas, Tiempo Argentino, Alerta. También hay fondos proporcionados por el Estado, como las fotografías de (el director de Fotografía de Presidencia de la Nación) Víctor Bugge, y los fondos de la Secretaría de Prensa y Difusión con sus variantes a lo largo de los años”. A todo eso, además, se sumaron colecciones privadas. Actualmente, de las cerca de 400 mil fotografías preservadas por el AGN, unas 320 mil se pueden consultar digitalizadas.


“Un archivo siempre tiene la tensión acceso-conservación. Y esa tensión es irresoluble”, explica el sociólogo Zabala, a la hora de razonar sobre la necesidad de que archivos históricos preserven materiales, pero sin cerrar la posibilidad de circulación. A la hora de debatir esos límites, la posibilidad técnica de digitalizar imágenes permitió aflojar las restricciones y ampliar el acceso en un mismo movimiento. Por un lado, las fotos pueden consultarse sin necesidad de ser manipuladas materialmente, con lo que se ahorra un desgaste antes inevitable. Por otro, al ser un archivo digital conectado a una red de computadoras, también pueden ser consultadas por varias personas al mismo tiempo; la idea de sacar turno para ver una foto ya no existe.

“Ante la urgencia, siempre hay que digitalizar”, dice Zabala, quien refiere la necesidad de rescatar aun antes de poder evaluar porque, de otro modo, la dilación podría traducirse en una pérdida. En el AGN todavía quedan materiales por digitalizar, pero, explica el director, está proyectado que sean terminados todos los fondos para fines de este año. En el camino, por otra parte, se hizo un reordenamiento temático, aprovechando que también puede facilitarse el acceso desde el criterio de consulta. “Es como reconstruir conceptualmente los ficheros. Antes, se seguía el criterio archivístico de guardar según el origen del fondo. Ahora, nosotros no queremos perder esa información que existe, pero sí aplicar las posibilidades de la base de datos. Entonces sumamos la posibilidad de buscar por nombre, algo que antes era mucho más complejo”.

Emilia no duda un segundo si tiene que decir cuál es el hit de las búsquedas: “peronismo, Eva, Perón. Siempre”. En los últimos tiempos, también se registraron muchas consultas de transportes. Pero hay algo así como recurrencias de temporada: poco antes de las fechas patrias, no faltan las consultas relacionadas. Un clásico permanente, sin sobresaltos pero con regularidad, es también el pedido de imágenes del Buenos Aires antiguo, cuanto más principios del siglo XX, mejor.

Los fans de las fotos viejas
Por Soledad Vallejos / Página 12

En su fan page de Facebook, el AGN demuestra que la digitalización también tiene otras consecuencias. Por ejemplo, azuzar y alimentar la curiosidad visual. “Las fotos encantan... bah, les digo fotos, pero son documentos fotográficos”, dice y se corrige enseguida Magdalena Insausti, responsable de la comunicación de la institución y alma mater del perfil de AGN en la red social. Con los meses, Insausti aprendió que basta una imagen impactante para llamar la atención y provocar intervenciones asombrosas: debates aguerridos por la atribución de una foto, consultas sobre fechas, recuerdos personalísimos compartidos por desconocidos y comentarios durante toda una jornada. Cada día, el AGN sube a Facebook al menos una nueva foto del patrimonio, a veces, de acuerdo con la participación y, si algún tema de actualidad lo impulsa, pueden ser dos o tres. Allí, en la cotidianidad virtual van resucitando vendedores ambulantes de principios de siglo, trabajadores de obra pública que hace décadas transformó un paisaje de gran aldea en espacio urbano, soldados en expediciones de frontera, retratos de personajes históricos.

En el tiempo que llevan compartiendo el acervo, dice Insausti, “la imagen que más impacto emocional tuvo fue una de unas maestras egresadas, que colgamos para el Día del Maestro. No sabemos por qué pasó, pero no paraban de aparecer comentarios”. También levantó polvareda un clásico no tan conocido: el primer daguerrotipo del paisaje de Buenos Aires, en el que se puede ver el Cabildo. Le siguen los retratos de internados en hospitales porteños, como los tomados en el Hospicio de Alienados. Claro que las reacciones siempre pueden sorprender un poco más, porque una foto que cosechó menciones y fue compartida como pocas, en realidad, no era ni de una situación ni de una persona ni de un momento de alto valor histórico. “Un cactus. Una cosa rarísima. Era el documento fotográfico de un cactus gigante hallado una vez en Salta. Y estalló, eh.”

Una fototeca periodística

Las tareas de conservación del archivo fotográfico rescatado por la Fototeca de Argra todavía tienen meses por delante. Una vez que las 500 mil fotos hayan pasado por todo el proceso, se sumarán a los fondos que, desde 2004, cuando comenzó la Fototeca con el hallazgo de archivos periodísticos (fotográficos y escritos) de 1975, daban cuenta, descarnadamente, de la estrategia de comunicación de la Triple A. A eso, luego se sumaron fondos fotográficos de medios periodísticos, como Página/12, y todo el material reunido para las sucesivas muestras anuales de la asociación. La Fototeca, además, tiene un espacio físico propio en el Archivo Nacional de la Memoria (la ex ESMA), por un convenio firmado con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. “Ahí tenemos una oficina de trabajo y un espacio de guarda del archivo analógico que estamos terminando de acondicionar”, explica el fotógrafo Torres.

El proyecto es que cada región, y en lo posible cada provincia, tenga una fototeca propia para preservar en su lugar de origen el material fotográfico. Luego, Internet y digitalización mediante, proyectan unir todos los archivos para que la consulta sea posible desde cualquier punto. “Queremos que haya una fototeca nacional de Argra, que comparta todos los archivos para consulta, y que cada región guarde el archivo físico”.

Mientras tanto, la tarea de conservar el “Archivo Veintiuno” continúa, y la Fototeca recibe con los brazos abiertos a los voluntarios, que pueden contactarse mediante correo electrónico (mjmfotografia@gmail.com).

Fuente:  Diario Página 12, Domingo 4 de agosto de 2013, svallejos@pagina12.com.ar
Agradecemos a la Sra. Susana von Lurzer el habernos acercado este artículo.