9/8/24

El antiguo Colegio Nacional de Quilmes

 Hijo dilecto de la Escuela Normal

Por Raquel Gail ©


La Escuela Normal de Quilmes, entre las múltiples contribuciones a la educación y a la extensión cultural de la región, cuenta entre sus principales acciones haber dado vida al Colegio Secundario que se transformó en el Colegio Nacional y hoy se llama Escuela Secundaria Nº 14.

Es una historia larga de contar, puesto que tiene más de un siglo, pero haremos aquí una breve reseña para lo que fuimos invitados esta misma semana por las autoridades del establecimiento vecino.

Una vez creada la Escuela Normal e iniciadas sus actividades en octubre de 1912, quedó pendiente de concreción la fundación del Colegio Nacional solicitado por la comunidad al mismo tiempo, pedido que no fue atendido. Así es que un grupo de profesores y vecinos resolvieron hacerse cargo de la iniciativa.

Existían por entonces algunas escuelas pos-primarias particulares en el pueblo, comenzando por el Colegio "San Luis Gonzaga" que fue abierto por el profesor Doroteo Yoldi dos años antes, en una casa de la calle Alem cercana a Mitre. También estaba el Colegio Saint George desde 1898. Ambos ofrecían la formación necesaria que abría el acceso a estudios universitarios. El segundo de los nombrados tenía un carácter elitista y contaba por internado, pues en él estudiaban jóvenes venidos del interior del país e, incluso, de países vecinos.

También había un Seminario desde 1895 para la preparación de sacerdotes salesianos en Bernal, hoy conocido con el nombre de Colegio Don Bosco. Como hemos señalado en otra nota, desde 1904 se preparaban religiosos maestros para las escuelas de dicha congregación, incorporado a la Escuela Normal de Profesores de la Capital Federal.

Para las niñas existían el High School for Girls (1905), el Instituto de la Inmaculada Concepción, (1895), el Colegio San José (1904) y el Instituto María Auxiliadora en Bernal (1898), estos tres conducidos por congregaciones religiosas y destinados a la educación en labores femeninas pero no a la preparación académica en aquella época.

De manera que, pasados diez años de intentos infructuosos, José Domingo Sosa del Valle director de la Escuela Normal y delegado de los Centros Educacionales de Quilmes propició la creación de un Colegio Nacional y así lo concibió con el maestro Doroteo Yoldi, el Dr. José U. Orengo y otros docentes que, junto a los nombrados. firmaron el acta fundacional de la primera asamblea del 11 de febrero de 1922, que se realizó en el Colegio San Luis Gonzaga.

Como nos enseñó Chalo Agnelli, así nació el Colegio Nacional Secundario Quilmes, bajo el lema “Filantropía - Ciencia - Constancia”, tres atributos que los fundadores poseían en grado sumo. En la casa de Yoldi permaneció dos años y medio hasta que, por concesión del Ministerio de Instrucción Pública, se le autorizó a trasladarse al edificio de la Escuela Normal durante el turno tarde.

Quedó incorporado al Colegio Nacional "Juan Martín de Pueyrredón" de la Capital Federal. Comprendió al prin­cipio un doble turno a fin de que pudieran concurrir también los estudiantes que tuvieran alguna ocupación. El primer turno era de 16:40 a 19:40 y el segundo turno desde esta última hora a las 22:40.

Se había establecido que el personal sería todo diplomado, gratuito, pre­ferentemente habitante en la localidad y la enseñanza se dictaría de acuerdo a los programas de los demás Colegios Nacionales, como efectivamente se hizo.

Fue su primer Rector el Prof. J. D. Sosa del Valle y Secretario el Sr. Rafael Barrios. A los efectos de atender el doble turno se designaron dos Vice Rectores: Fortunato Cichero y el Prof. Olivio J. Acosta, a la sazón vicedirector de la Escuela Normal. El primer tesorero fue el dueño de casa por razones lógicas, el Prof. Yoldi.

Dr. J. U. Orengo

Los primeros Profesores y profesoras han sido los siguientes, que en las actas se denominan fundadores del Colegio: Olivio J. Acosta, Rafael Barrios, maestro normal de la Capital Federal y Provincia, Catalina Borzi, profesora de la Escuela Normal de Lenguas Vivas, María Ana Borzi (luego Sra. de Faragó), Dra. en Filosofía y Letras, Lidia Nieves Bruno (luego Sra. de Raris) Dra. En Filosofía y Letras, Cornelia Cichero, profesora en Lenguas Vivas, Fortunato L. Cichero, profesor en Enseñanza Secundaria, Sarah Cichero (de López), de la Academia Nacional, de Bellas Artes, Antonio Colombo, catedrática de la Escuela Normal, Eduardo Colombo, director de la Academia particular “F. Ameghino”, José Ferrero, Dr. en Ciencias de la Educación, Guido Girotto, profesor de Enseñanza Secundaria de la Normal y del Profesorado en Lenguas Vivas, Antonio Iglesias, profesor de Enseñanza Secundaría, Evaristo Iglesias, profesor de Enseñanza Secundaria, María M. Job, Dra. en Química y Farmacia, Angélica Morales Gorleri, maestra normal, Juana Sol, Dra. en Filosofía y Letras, Raquel Sol, Dra. en Filosofía y Letras, José D. Sosa del Valle y Doroteo Yoldi, Director del Colegio San Luis y Profesor de Enseñanza Secundaria.

Posteriormente este elenco ha sufrido modificaciones debido a las cir­cunstancias inevitables que se producen en el orden económico de cada cual; así por ejemplo los señores Barrios, Ferrero, Cichero, Antonio Colombo y Evaristo Iglesias y las señoritas Sol y Job, tuvieren que retirarse por razones de incom­patibilidad impuestas por la Superioridad; lo mismo sucedió más tarde con la Dirección que tuvo que ser dejada por el Sr. Sosa del Valle y lo mismo el vice; le sucedió al primero la señorita María Ana Borzi quien la desempeñó con un criterio y acierto poco común; al Sr. Olivio Acosta y al Sr. Cichero, suce­dieren les Sres. Yoldi y Armando Bucich, profesor nuevo que había entrado a formar parte del Colegio en lo que llamaríamos una “segunda camada”; en ésta también entraron la Srta. Nélida Bucich, el Sr. Luis Ricagno, la Sra. Peona, el Sr. Baglietto, la Srta. Goldstein (luego Sra. de Bozzini), el Sr. De Kroon, la Sra. P. de Collet, la Srta. Sosa del Valle, la Srta. Welbi, el Sr. Rennes (que reemplazó en las cátedras de Literatura e Idioma Nacional al Sr. Edmundo Gutiérrez), etc., etc...

Todas estas personas, solidaria y filantrópicamente, desempeñaron sus responsabilidades docentes sin percibir salario alguno a lo largo de una década. La enseñanza brindada era totalmente gratuita. Se constituyó una Cooperadora para solventar los gastos indispensables de funcionamiento del Colegio.

Durante los años siguientes, los docentes y cooperadores continuaron gestionando la oficialización del Colegio, como puede leerse en numerosas notas de los periódicos locales. Finalmente, en 1928, un grupo de Diputados de la nación redactó el Proyecto de Ley necesario, atento a lo requerido por la Comisión Ejecutiva Pro-Ley de creación del Colegio Nacional de Quilmes.

1930

Ley que tardó exactamente un año en promulgarse, el 17 de setiembre de 1929, con la firma del presidente constitucional Hipólito Yrigoyen y el ministro del ramo, J. de la Campa. Establecidos los recursos necesarios en la ley de Presupuesto, sin embargo, demoró otro año más el nombramiento del personal que, casi en su totalidad, era el que ya venía prestando servicio honorariamente. No obstante, el golpe de estado del 6 de setiembre de 1930 derivó en que la inauguración del Colegio fuera encabezada por el presidente provisional golpista Gral. José Félix Uriburu.

1930

En esta etapa fue designado Rector el Dr. José Ulises Orengo, que permaneció largos años conduciendo la institución, y Secretario-Tesorero el Sr. Julio J. Raris.

Una vez obtenida la anhelada oficialización, la lucha continuó en pos de tener edificio propio, suficiente y adecuado. El Ministerio de Justicia e Instrucción Pública había autorizado el uso compartido del edificio de la Escuela Normal (1924), de forma que ésta funcionaba durante la mañana y el Colegio Nacional durante la tarde. Añádase a ello que, desde 1946, se desarrollaban en el turno vespertino las clases de una Escuela Técnica, también dependiente de la Nación.

Alumnado 1940

Hemos leído repetidamente en la prensa que se hacían proyectos y promesas de asignación de un predio para la construcción de los edificios que requerían las escuelas secundarias de la ciudad. En 1935, en 1940, en 1944, en 1947. En 1957 se lanzó una colecta pública sobre cuya recaudación el diario El Sol publicaba permanentemente el monto acumulado. Grandes empresas industriales de la región como Ducilo, Rhodia y otras, hicieron donaciones significativas a este fondo. Empero, la vieja casona del siglo XIX se ampliaba gracias al esfuerzo de las Asociaciones Cooperadoras, y aún así resultaba exigua para atender la demanda de matriculación de tantos aspirantes. La incorporación del edificio de Moreno 769 (en 1946) para uso de la Normal tampoco alcanzaba, pese a que algunas divisiones de 1º y 2º año del Nacional compartieron ese inmueble en la década del 50.

                                              1956

En 1957 el Ministerio resuelve expropiar toda la manzana comprendida entre las calles Mitre, Colón, Sarmiento y Conesa, es decir el predio en el que funcionaban estas escuelas, que desde 1915 estaba alquilado a la familia Ctibor. Sin embargo, la antigua y lujosa casona sigue sin satisfacer las necesidades de las tres escuelas y, además, sufre los estragos propios del paso del tiempo y la escasez de recursos para su mantenimiento. 

Dos años más tarde recibe en donación el busto de José Manuel Estrada, cuyo nombre lleva el Colegio, aparentemente desde la década del 30. Es un obsequio de la Biblioteca homónima de Bernal y fue realizado por el escultor Oscar Albertazzi [1].


Las últimas aulas que se agregaron, ocupando un sector del vasto parque que rodeaba la casa, datan de 1960. También fueron las últimas en demolerse al dar inicio a las obras que hoy albergan a la Escuela Normal, con frente sobre la calle Mitre, y al conocido Colegio Nacional cuyo ingreso está en la esquina de Conesa y Sarmiento. La manzana fue partida en dos para levantar ambas estructuras. La correspondiente a la Escuela Normal se inició antes y se terminó después, pues se hizo en varias etapas. La piedra fundamental del Colegio Nacional se puso en 1883 y el acto de inauguración se hizo en 2002.

Hay que lamentar que las construcciones arrasaron por completo la casa decimonónica, de la que no quedan rastros, y el jardín botánico que la embellecía, realizado por la Prof. Job en la década del 30. Los escasos restos que quedan en pie sobre la calle Colón no son parte del edificio original sino agregados que se hicieron a lo largo del siglo XX para ampliar la capacidad del establecimiento. 

En el marco de un Proyecto Pedagógico encarado por el Colegio (hoy E.S. Nº 14) el último miércoles relatamos ante los alumnos de 4º año T.T. y algunos docentes esta reseña histórica y algunos detalles más que esperamos sean de utilidad para su trabajo. Sería deseable profundizar la investigación para conocer y divulgar la historia de tan prestigioso y antiguo instituto educativo quilmeño.






NOTAS:
[1] Nacido en Bernal, provincia de Buenos Aires el 4 de abril de 1928 y fallecido en la misma ciudad el 25 de enero de 1971. Cursó los estudios en el Ateneo Pío Collivadino de Quilmes, donde más tarde fue Profesor de Dibujo. Se formó artísticamente guiado, primero por Antonio Sassone y luego por Sepuccio Tidone en la escuela taller de nuestro Juan Correa. Fue socio fundador de la Asociación de Artistas Plásticos de Quilmes y Profesor de Escultura de la Sociedad Gente de Arte de Avellaneda, Profesor de Escultura y más tarde Vice Director de la Escuela Municipal de Artes de Avellaneda. Recibió numerosos premios por sus creaciones.

Fuentes:
https://elquilmero.blogspot.com/2012/09/colegio-nacional-de-quilmes-noventa.html
Reseña escrita por Fortunato Cichero para el periódico La Zona en 1943.
Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri".
Diarios El Sol, La Verdad, El Plata, ABC.
Semanario Crónica de Bernal.
Comunidad Ex Alumnos Colegio Nacional de Quilmes (FB)

5/7/24

Materiales diseñados para la conservación

 Nuestras Cajas de Archivo

Prof. Raquel Gail


La preservación de la documentación es una de las tareas más importantes de los Archivos históricos, ya que la misión fundamental de los mismos es lograr que aquellos documentos que fueron producidos por personas u oficinas, públicas o privadas para resolver cuestiones inmediatas, pervivan a lo largo de décadas o siglos, y se conviertan en documentos de guarda permanente. Por eso, a la hora de preservar documentos, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones.

Mejor prevenir que curar. Nuestra experiencia

Para preservar la documentación en el largo plazo es fundamental la conservación preventiva. Esto significa no actuar sobre el daño consumado, sino sobre las condiciones y los elementos que lo pueden provocar. Hay que tener presente que la información que se pierde por la destrucción de la documentación no se recupera con la restauración.

La importancia de los contenedores

Cómo guardar los documentos siempre es un punto a considerar. En el pasado la documentación se guardaba atada entre tapas de madera o cartón. Incluso en cajas de madera o metálicas. En ocasiones incluso se utilizan bolsas o folios. Pero estos contenedores en general dañaban más que protegían su contenido.

Es recomendable utilizar contenedores que fueron producidos para preservar documentos, y que por lo tanto, tienen características especiales, como los fabricados con cartón libre de ácido o las cajas de polipropileno.

Qué tipo de material u objeto vamos a guardar/archivar

Lógicamente debe ser la primera pregunta que nos haremos. Básicamente porque no es lo mismo guardar o almacenar distintos tipos de objetos que hacer lo propio con documentos. Para documentos se necesitan, o una caja de aletas normal y corriente, o cajas específicas de documentos. Por tanto hay disparidad de cajas de embalaje. Al comienzo de nuestra labor, hace 18 años, recibimos una donación de 400 cajas de cartón corrugado marrón que, a falta de contenedores más apropiados, utilizamos de inmediato y fuimos reemplazándolos en la medida que adelantaba el trabajo. También tenemos cerca de una decena de las tradicionales cajas plásticas azules.


                 
Ilustraciones tipo

¿Tiempo : guardar o archivar para siempre?

Esta es otra cuestión. Las cajas de cartón libres de ácido tienen una relación calidad/precio muy alta. Sin embargo plantear que una caja de cartón dure para siempre es algo complicado. Sigue siendo cartón. Obviamente, somos conscientes de que hay cartón que por sus características puede sustituir a la madera. Pero una caja fabricada con este tipo de material es una caja carísima y, por tanto, está fuera de lugar. En nuestro Archivo utilizamos cajas muy resistentes, incluso al paso del tiempo, pero no son eternas. 


Afortunadamente, los subsidios recibidos en las primeras etapas de nuestro proyecto nos dieron la posibilidad de adquirir las que son elaboradas especialmente para estos fines. Están construidas íntegramente en cartón Permaon microcorrugado, libre de ácido, para guarda y preservación de documentos en soporte papel y fotografías. Sin embargo, como tienen el tamaño estándar que ofrece el fabricante, no siempre se adecuan al patrimonio que deseamos proteger en su interior.

Nuestras cajas libres de ácido


Lugar de archivo o almacenaje

Este tercer punto es también muy importante. Plantearse un almacenaje en un lugar con humedad o sin ella, cambia totalmente el planteamiento general de lo que se debe hacer. Vamos a pensar el peor de los escenarios. Si el ambiente donde vamos a depositarla tiene un índice de humedad muy alto, la caja va a sufrir mucho. Se va a humedecer el cartón, antes o después en función de la calidad del mismo. Pero se acabará humedeciendo. Y esto afectará, antes o después, a lo que haya depositado en su interior.

Tipos de cajas de archivo o almacenaje

En el mercado argentino se cuenta actualmente con papeles, cartones y cajas libre de ácido, existiendo la posibilidad de confeccionar protectores a la medida de los documentos y libros, así como también de adquirirlos ya realizados. La decisión de cómo se guardan deberá tomarse después de una evaluación general sobre su estado, el uso futuro, el tamaño, las posibilidades económicas, la cantidad de personal y el tiempo que se le pueda asignar a cada documento, el tipo de mobiliario, etc. Si bien existen diversas formas de guarda, no siempre se eligen los modelos más conocidos; los distintos tipos y formatos de documentos de cada institución impulsarán el desarrollo de modelos propios.

Las cajas son estructuras fuertes que pueden almacenar libros o grupos de documentos de importancia para una institución. Protegen contra el polvo, la luz y los daños por la manipulación, favoreciendo con su consistencia el mantenimiento de su estructura original. 

Cada caja puede contener un determinado número de documentos. Se recomienda no sobrecargarlas ni dejar espacios vacíos. La sobrecarga puede provocar roturas cada vez que se intente retirar algo. Si no existe la posibilidad de completar una caja, se buscará una forma de cubrir el espacio, a efectos de impedir que los papeles se muevan libremente. 

El formato de la caja es muy importante, así como saber cuál será el uso de los documentos a partir de su ubicación dentro de esa protección. Si el uso es frecuente, será mejor emplear una caja con aberturas que permitan retirar los documentos sin demasiados movimientos. La dificultad para sacarlos favorecerá el deterioro. 

Nuestras cajas especialmente fabricadas para las fotos

Protectores: 

Se trata de otra forma de protección, que emplea para su construcción materiales menos rígidos que los cartones. Se presentan en distintos formatos, e incluso hay modelos que no requieren adhesivo para su armado. Existen protectores confeccionados mediante la combinación de materiales y también compuestos de un solo material, como es el caso del modelo al que algunos autores llaman “camisa” o al modelo de cartulina de una sola pieza con solapas. Son útiles, por ejemplo, en el caso de libros con tapas desprendidas, porque puede confeccionarse un modelo que contemple la opción de colocar las tapas sueltas dentro de los dobleces del protector. La indicación del contenido se realizará en el exterior de la protección, de acuerdo a la posición de su almacenamiento, y adhiriéndose al mismo con engrudo o metilcelulosa.

También dentro de los protectores pueden mencionarse aquellos cuyo material para construirlos es una lámina de poliéster transparente químicamente estable. Posibilitan la protección contra la suciedad y el desgaste por la manipulación, aunque presentan como desventaja su difícil manejo debido a su consistencia resbaladiza. Es muy recomendado para libros alcanzados por deterioros tales como abrasiones, roturas, desprendimientos, etc. En caso de desprendimiento de tapas, puede colocarse una banda de este material alrededor de todo el libro uniendo sus extremos con cinta doble faz para impedir que se pierdan las piezas.

Carpetas: 

Los documentos sueltos pueden colocarse en carpetas de papel libre de ácido, de gramaje no muy fino, o cartulina. En el mercado se las puede encontrar en diferentes modelos, aunque pueden confeccionarse a la medida de los documentos. La tendencia es hacia la estandarización, adecuándolas a dos o tres medidas que se destaquen.

La confección es sencilla ya que el modelo puede tomarse de cualquiera de las carpetas comerciales que se tengan a mano (con una, dos o tres solapas). La diferencia radicará en el material específico para estos casos. No pueden recargarse porque su función se vería desmerecida y, además, se puede dañar la estructura física del documento. La mayoría de las veces se las usa para contener solamente un documento; puede agregarse alguno más siempre utilizando un interfolio de papel de escaso gramaje.

De acuerdo a la importancia que se le asigne al material protegido y a las posibilidades con las que cuente la Institución será la guarda que las continúe. Tal vez, una caja confeccionada a la medida de las carpetas permitirá agruparlas y colocarlas luego, uniformemente,  dentro de un mueble.

Pueden usarse también para el traslado de un documento de una habitación a otra, o para servir dicho documento a los investigadores. Esta función puede trasladarse a los otros protectores y cajas. 

En nuestro caso, utilizamos carpetas libres de ácido para los legajos y expedientes de manera que conserven su unicidad y se almacenan luego en cajas ad-hoc.

Sobres: No es muy recomendable su uso ya que un papel frágil colocado allí, si se retira y se guarda varias veces, puede resultar dañado. Para aquellos que tengan documentos en sobres se aconseja que, al momento de su consulta, se retire el sobre del documento y no el documento del sobre. 

Para las fotografías se han armado protectores unitarios tipo "sobres", plegados y sin pegamento alguno, con papel libre de ácido, tarea que hay que agradecer a la voluntaria, Sra. Susana von Lurzer. Y se han fabricado cajas de las medidas necesarias para cada colección, tarea debida a la Sra. Julia Volpati.



Nuestras cajas especialmente fabricadas para las fotos
por la voluntaria, Sra. Julia Volpati

Documentos de gran formato. Se denominan así a los mapas, planos, carteles, afiches, ilustraciones, diarios, es decir  aquellos materiales que, al exceder el tamaño de los documentos más comunes, presentan problemas en su guarda. Son difíciles de manejar y de guardar, ya que su tamaño hace que deban ser manipulados por más de una persona y no puedan colocarse dentro de los muebles comunes. Intentarlo provocaría roturas y deformaciones. 

Algunas recomendaciones para estos materiales son: Si bien suelen almacenarse enrollados -por una cuestión de espacio y, también, por costumbre-, la forma plana dentro de los cajones de una planera es lo correcto. Estos cajones son lo suficientemente amplios y profundos como para albergar con comodidad los grandes formatos. Pero no deben permanecer sueltos sino dentro de una carpeta u otro soporte que los contenga. Se recomienda tomar precauciones respecto del tamaño de estos contenedores, a efectos de que la carpeta sea más grande que el objeto que contiene para no dañarlo pero no tan grande como para que se deslice libremente dentro de él.

Para algunos de nuestros documentos de gran tamaño se han elaborado carpetas de guarda a la medida. Lamentablemente, no disponemos de planeras ni espacio para ellas.

Los planos de la construcción del actual edificio están plegados desde su origen (así los encontramos) y guardados en varias cajas libres de ácido de tamaño normalizado.


Bibliografía básica: 
Pené, M. G.; Bergaglio, C. (2009) Recomendaciones básicas para la conservación de documentos y libros [en línea]. EN: Pené, M. y Bergaglio, C., comp. (2009) Conservación preventiva en archivos y bibliotecas. La Plata: Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. pp. 125-163. Disponible en: http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.295/pm.295.pdf 

Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/noticias/como-lograr-que-los-documentos-historicos-se-preserven-lo-largo-del-tiempo
https://conservarteonline.com.ar/

8/5/24

Jóvenes maestros en Quilmes

PROMOCIÓN 1922

Por Raquel Gail

Nuevamente el colega Alejandro Gibaut ha tenido la gentileza de remitirnos otro hallazgo. La revista El Hogar en la que apareció la fotografía corresponde al 26 de enero de 1923.

En el centro, luciendo su guardapolvo blanco de rigor, la Regente del Departamento de Aplicación Sra. Crescencia López Oliveros de Molina. A su izquierda el Director, Prof. José Domingo Sosa del Valle, y a su derecha el Vicedirector, Prof. Olivio Acosta.


Revista "El Hogar", 26 de enero de 1923

Nómina de egresados

1.   Goudourmé, Juan Jacinto
2.   Villarruel, Raúl Vicente (n. 23/05/00)

3.   Astier, Victoria Elvira (23/06/02-27/07/1971)
4.   Battistessa, María Romilda  (14/02/03-15/12/1991) *
5.   Berbeni, Genoveva (18/12/02-2/03/1985)
6.   Berrino, Juana Magdalena (n. 21/08/01) *
7.   Binda, Ana María (25/05/03-19/06/1984) *
8.   Blondeau, Amelia Margarita (n. 11/12/98)
9.   Boffi, Nélida Erminda (11/05/03-14/06/1989)
10. Borzi, Octavia (n. 06/05/04) *
11. Bottari, Elsa (02/08/03-15/04/1991) *
12. Boyne, María Eugenia (n. 25/04/05) *
13. Calderoni, Sofía Juana (n. 21/11/04) *
14. Carniglia, Irene Septima (n. 26/10/04) *
15. Chiesa, Leonilda (12/02/03-3/01/1997)*
16. Civra, María Emilia (n. 31/06/04)
17. Corral, María Valentina (21/05/02-1992) *
18. Damiano, María (n. 24/11/00)) *
19. del Río, Mercedes Elisa
20. Donda, Rosenda (n. 12/12/02)
21. Enriquez, Adelina Felipa
22. Fossati, Ángela Teresa (n. 21/01/04) *
23. Galarraga, María Angélica
24. Galvani, Teresa Olimpia (n. 22/08/02)
25. Garavelli, Aurora (n. 31/10/03)
26. Garbaccio, Josefina (n. 20/03/00)
27. Gerada, Aurelia (n. 31/05/1899)
28. Gontad, María Angela (n. 02/08/04) *
29. González, Luisa
30. Grimberg, Sofía (n. 20/11/02)
31. Grosmann, Rosa (n. 28/09/00)*
32. Gurrea, María Beatriz (n. 29/07/04)*
33. Llull, María Esther (11/08/02-1958)*
34. Martínez, Magdalena (n. 26/06/04)*
35. Martínez, María Esther
36. Marx Rumi, Blanca Josefina (19/03/05-4/01/1991)
37. Medici, Elena Rosa (n. 24/01/05) *
38. Molla, María Esther (n. 29/07/02) *
39. Morelli, María Rosa (n. 11/10/06)
40. Navarro, María Antonia (n. 07/05/04)
41. Obodenco, María (25/08/03) *
42. Posse Canesa, Ada Rosa Mercedes (24/09/02-10/09/2000) *
43. Reyes, Alicia Emilia (n. 17/12/02)
44. Roldán Sara
45. Rozados, Nélida Clelia
46. Sanz, Concepción (n. 09/02/03)
47. Stella, Nélida Julieta  (n. 20/09/02) *
48. Vaio Redoano, Adela Ana (n. 19/10/02) *
49. Viola, María Teresa (n. 19/04/03)
50. Zapata Costa, Ana Isabel (08/07/01-15/01/1975)

NOTAS

* Los maestros señalados con un asterisco habían cursado en el Departamento de Aplicación. El resto provenía de otros establecimientos.

Victoria Astier de Maes ingresa el 18/8/31 a la Escuela Nº 17.
Genoveva Berbeni, casada con Humberto Romagnoli.
Ana María Binda ingresa el 28/5/23 a la Escuela Nº 17 (Revista de Educación Nº 4, 1923, pág. 980).
Aurelia o Amelia M. Blondeau de Santanera.
Sofía Juana Calderoni. Maestra Normal y Profesora de Enseñanza Secundaria, fue nombrada en la Escuela Nº 13 del D. E. 13 de Capital Federal en 1927 (Monitor Nº 660, Nº 46, pág. 645, 1927).
Leonilda Chiesa, casada con Inocencio Emilio Caset.
María Emilia Civra fue Secretaria de la Escuela Nº 1 y de la Universidad Popular Femenina de Quilmes.
Aurelia Gerada, casada con Arturo Antonio Tigier.
María Beatriz Gurrea. Ingresa a la escuela Nº 28 (Revista de Educación Nº 4, 1924, pág. 1.137).
Blanca Josefina Marx Rumi de Gutiérrez Alsina. Ingresa a la escuela Nº 3 en junio de 1926 (Revista de Educación Nº 1, 1927, pág. 244). Fue madre de la artista plástica Graciela Gutiérrez Marx (1942-2022). Véase https://www.lanacion.com.ar/cultura/murio-la-artista-graciela-gutierrez-marx-nid31012022/
Adela Ana Vaio Redoano de Panighini,  maestra en Rosario, falleció en 2011.
Ana Isabel Zapata Costa, casada con Juan Antonio Cabrera.

20/1/24

Un siglo atrás

 AÑO 1924

PERSONAL DOCENTE 

DE LA ESCUELA NORMAL

Por Raquel Gail

He aquí la nómina del personal docente que revistaba hace cien años en la Escuela Normal de Quilmes.



En el Departamento de Aplicación (o Nivel Primario):

Crescencia López Oliveros de Molina (Regente)
Irene Sofía Rodríguez Garay (Sub-regente)
Eugenia Gorleri Tuyás (6º grado)
Fausta Constancia Sáenz Marina (5º grado)
María Pezzano Bullo (4º grado)
Ana Luther (3º superior)
Sarah Vilá (3º Inferior) [1]
Stella Maris Galliano (2º Superior)
Aída Celina Pereira (2º Inferior)
Rosa Delia Frontini (1º Superior)
Ana María Galliano (1º Inferior) [2]


En el Departamento Normal:

José Domingo Sosa del Valle (Director)
Olivio Jorge Acosta (Vicedirector)
Silvia Manuela Gorleri (Secretaria y Tesorera)
Petrona O. de Toledo (Asistente de Secretaría)
María Vazzano (Ayudante)
Delia F. Medici (Ayudante de Gabinete)
Luisa Seguí (Ayudante de Clases Prácticas)
Celia M. Martínez (Celadora)

Catedráticos:

- Olivio Jorge Acosta (Historia de 1º y 2º años, Pedagogía 1º y 2º años) [3]
- Mariano Arancibia (Pedagogía 3er. año, Psicología 4º A y 4º B) [4]
- Belén Valentina Madrid de Blanes (Trabajo Manual 1º, 2º y 3er. años)
- Adela Calcagno (Música 2º, 3º, 4º A y 4º B)
- José Casella (4º A y 4º B)
- Viviana Lucrecia Castaños (Ejercicios Físicos 1º, 2º y 3er. años)
- Antonio José Colombo (Matemática 2º y 3º, Ciencias Naturales 1º, 2º y 3º, Química 3º, 4º A y 4º B)
- María Araceli M. de Díaz (Dibujo 1º)
- Haydeé Pastora Estrella (Física, 3º, 4º A y 4º B)
- Juana Salles de Fanade (Francés 4º A y 4º B)
- Emilia Villanueva de Galaburri (Dibujo 2º, 3º, 4 A y 4º B)
- María Esther Goñi (Historia 3er. año)
- Martín Ibarra Figueredo (Ciencias Naturales 2º año) [5]
- Crescencia López Oliveros de Molina (Geografía 1º y 2º, Crítica Pedagógica 4º B)
- María Teresa Martínez Bisso (Ciencias Naturales 4º A y 4º B) [6]
- Elena Molina de Nóbrega (Música 1º)
- Margarita Ana Amanda Companc de Pérez Acuña (Francés 1º)
- Lino A. Pérez Zorrilla (Literatura 3º, 4º A y 4º B)
- Raquel Potick (Geografía 4º A y 4º B)
- Juan Domingo Pozzo (Historia 4º A y 4º B)
- José Domingo Sosa del Valle (Castellano 1º y 2º, Crítica Pedagógica 4º A)
- Casimiro Toranzo Calderón (Instrucción Cívica 4º A y 4º B)
- Carmen F. Salgado de Vera (Matemática 1º)
- María M. Vanhulent (Francés 2º y 3º)
- Elvira B. de Zeballos (Labor y Estética, 1º, 2º, 4º A y 4º B)
- María E. López Saavedra (suplente de Raquel Potick)
- Margarita Companc de Pérez Acuña (suplente de Juana Salles de Fanade)

NOTAS
[1] Años más tarde llegaría a Regente.
[2] Las señoritas Galliano, Stella Maris y Ana María, eran hijas, entre otros, del maestro italiano Pedro Rafael Galliano, que ejerció el oficio en la Capital Federal y algunos distritos del interior bonaerense.
[3] y [4] Previamente habían sido Inspectores en Territorios Nacionales.
[5] Periodista.
[6] Médica.

Fuente: Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri" de la Escuela Normal de Quilmes.

18/12/23

EL INSTITUTO NACIONAL BROWNIANO

Noviembre 30 de 2023.- El Presidente del Instituto Nacional Browniano, Alte. Daniel Martin junto el tesorero Teniente de Navío Isidro Edgardo Gonzales Rojas, ex alumnos de la escuela primaria, distinguen a los cuatro niveles: Inicial, Primario, Secundario, Terciario y a la Unidad Académica como «UA Almirante Guillermo Brown». El acto se lleva acabo en presencia de las autoridades institucionales y estudiantes.

El Almirante Martín ya se había hecho presente con anterioridad en la Escuela Normal donde hizo sus estudios primarios, visitando el local de la calle Moreno en diciembre de 2012. Véanse nuestras entradas del 28/12/2012 y 3/7/2013.

 Las autoridades de los cuatro niveles 
de la Unidad Académica y alumnado


Fuente: https://isfd104-bue.infd.edu.ar/sitio/

17/12/23

Visita inesperada

 UN EXALUMNO PROMOCIÓN 1959


Días pasados tuvimos el placer de recibir la inesperada visita de un egresado del año 1959 que está radicado en España desde hace muchas décadas. Su llegada alborotó, sin pretenderlo, al personal del Instituto.

El Señor Francisco Javier Sánchez Estévez, desbordado de emoción, se hizo presente en la Escuela de su adolescencia acompañado por su esposa y por otros familiares que residen en nuestra ciudad.

Ha venido a recorrer su antiguo barrio, su casa de la infancia, a buscar retazos de su pasado argentino, a contemplar fotografías de su estudiantina, a contar anécdotas, a confesar idilios juveniles de patios y pupitres escolares, a buscar en la lista del curso el nombre de su amada Nora. Traía consigo el certificado analítico donde consta que se recibió de maestro aquí mismo, como si hiciera falta. La emoción humedecía sus ojos y entrecortaba su voz.

Reconoció en el Director de sus tiempos, profesor Alfredo José Eliseo Dunet, la inspiración para elegir la Ingeniería Química como profesión. Con ternura observó las fotos que conservamos del calmo docente que rigió acertadamente los destinos de la Escuela durante más de quince años.

Ya no existe el inmueble donde cursó su carrera, pero él pudo evocarlo con su presencia, y su memoria devolvió algo del alma de la antigua Normal al edificio que ahora habitamos.

¡Muchas gracias Sr. Sánchez por guardar amorosamente en su corazón esas historias que nos permitió compartir! ¡Feliz regreso a su hogar!


P.D. Agradecemos a la Prof. Crespo su mediación para conocerlo.

20/11/23

Las ideas educativas de Alberdi

REFRESCANDO LA MEMORIA

Juan Bautista Alberdi, del siglo XIX al XXI

Prof. Raquel Gail




Con motivo del centenario de la fundación de la Escuela Normal de Quilmes, aniversario que conmemoramos en 2012, la Asociación de Ex-alumnos (EXANQUI) organizó una serie de Conferencias que se dieron en el Club Social Quilmes.

Todas fueron grabadas y están disponibles en formato video para quien tenga interés en verlas y oírlas. Parece oportuno, un día como el de hoy, reflexionar acerca de lo planteado en una de ellas especialmente. La cuarta conferencia, realizada el 13 de julio de aquel año, se dedicó a comparar las ideas educativas de dos figuras relevantes de la historia nacional: Sarmiento y Alberdi. Se centró en las figuras de ambos intelectuales y políticos con proyectos ideológicos contrapuestos, al mismo tiempo que compartían un desafío común, la consolidación del estado nacional. 

El Lic. Ariel Ghizzardi expuso sobre “Coincidencias y divergencias en el pensamiento educativo de Alberdi y Sarmiento”, disertación que está fraccionada en 8 partes sucesivas: Video 1Video 2, Video 3, Video 4Video 5Video 6Video 7, Video 8.

No es difícil encontrar referencias biográficas sobre el Dr. Alberdi, por lo tanto no nos extenderemos aquí sobre ese aspecto. Sólo mencionaremos que Juan Bautista Alberdi (San Miguel de Tucumán, Provincias Unidas del Río de la Plata; 29 de agosto de 1810 - Neuilly-sur-Seine, Francia; 19 de junio de 1884) fue un abogado, jurista, economista, político, diplomático, escritor y músico argentino, autor intelectual de la Constitución argentina de 1853.​ (1)

Es considerado como uno de los librepensadores más influyentes del siglo XIX​ y el máximo representante del liberalismo hispanoamericano, tanto por ser uno de los pioneros en el idioma español​ como por su grado de incursión e influencia póstuma en la política económica y jurídica en la historia de la Argentina. Alberdi escribió principalmente sobre derecho, economía e historia. (1)

En su obra “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, Alberdi expresó su visión de una sociedad libre y próspera, donde los ciudadanos tuvieran la oportunidad de desarrollar sus talentos y buscar su propio bienestar sin interferencia indebida del gobierno. (2)

En resumen, Juan Bautista Alberdi consideraba que la libertad individual era un principio fundamental y un derecho inalienable de los ciudadanos. Abogaba por un Estado limitado que protegiera los derechos individuales y garantizara la igualdad de oportunidades para todos. Sus ideas sobre la libertad influyeron en la concepción de la libertad y los derechos individuales en la historia argentina y en el desarrollo de la sociedad democrática del país. (2)

Creemos que aquellos que participamos en proyectos educativos de naturaleza diversa, debemos conocer en profundidad su pensamiento y debatir sus propuestas, formuladas en el siglo XIX, para evaluar su significado en el contexto actual, bien entrado el siglo XXI.

¿De qué modo y por qué medios serían aplicables sus ideas en el ámbito educativo de la sociedad contemporánea y nacional? ¿Qué consecuencias tendrían? ¿Nuestra Argentina es la misma que conoció Alberdi? ¿Nuestras demandas educativas tienen puntos en común con las de entonces? ¿Cuáles, en tal caso? 

El jurista no escribió mucho sobre educación, pero sí lo suficiente como para hacernos saber a quién había que instruir, para qué, quién financiaría dicha tarea y cuál era el beneficio que se obtendría de ese proceso.

El mundo globalizado en el que vivimos determina, a no dudarlo, otros parámetros de referencia en lo social, lo político, lo económico y, obviamente, lo educativo.  Se hace imprescindible, pues, un análisis responsable que abarque todos los aspectos implicados antes de tomar decisiones cuyos efectos serán duraderos.

Fuentes:
(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bautista_Alberdi
(2) Migliorisi, Diego, en https://1770argentina.com/frases-de-juan-bautista-alberdi-000001/

23/10/23

Un nuevo aniversario

 23 de octubre de 1912

Inauguración de la Escuela Normal

Prof. Raquel Gail


Hoy mismo se cumple el 111º aniversario de la anhelada apertura de la Escuela Normal de Quilmes. Nos hemos referido en varias notas previas a este importante acontecimiento, que sacudió la modorra del pueblo y vino a satisfacer una demanda presentada ante el Honorable Congreso de la Nación el año anterior.


El diario capitalino La Prensa publicó al día siguiente una reseña del acto inaugural que podemos dar a conocer gracias a la gentileza de la Profesora Anabella Crespo, quien se ocupó de rastrear la documentación y nos la ha hecho llegar para ser compartida en este espacio.




Nuestro Archivo conserva las fotografías del evento (lamentablemente algunas de ellas han sufrido la pérdida de material químico) que reflejan fielmente el informe del corresponsal.


La comitiva llegada en el ferrocarril

Autoridades en el palco

El pueblo de Quilmes participando de la ceremonia

A falta de edificio propio, se compartiría el de la escuela Nº 1


En el extremo izquierdo, el director designado, 
Prof. José D. Sosa del Valle

FUENTES:

Archivo privado de la familia Sosa del Valle.
Archivo del Diario La Prensa (Biblioteca Nacional).
Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes.

22/9/23

Día del Profesor

 17 de septiembre: Día del Profesor

Alfredo Antonio Bianchi, In Memoriam

Por Raquel Gail


En este día queremos destacar la figura de un intelectual que distinguió las clases de la Escuela Normal de Quilmes, poco (o nada) recordado en nuestra ciudad.

Alfredo A. Bianchi, nacido en Rosario el 6 de abril de 1882 en el hogar de Antonio Bianchi y Rosa Sosa, fue escritor, periodista, publicista, crítico teatral y creador desde muy joven de otras revistas: "Juvenilia"“Rinconete y Cortadillo” (1901-1902), “Preludios” (1902) y "Horizontes e Ideas", cuando todavía era alumno del Colegio Nacional, aunque su actuación más seria se produjo como redactor de “El Diario Nuevo” de David Peña, notable crítico teatral y director de La Gaceta Literaria. [1]

En 1901 se recibió de Bachiller en el Colegio Nacional de Buenos Aires, luego incursionó en la Facultad de Derecho, donde estudió hasta tercer año y, finalmente, se graduó en Filosofía y Letras. Desde 1926 dictó cátedra de Literatura en el Colegio Nacional Mariano Moreno y desde 1934 en el Manuel Belgrano y en la Escuela Normal de Quilmes. Previamente había sido Secretario de la Comisión de Tasaciones de la Municipalidad de la Capital Federal entre 1908 y 1924. Una vez resuelto a consagrarse plenamente a las letras, fue Secretario de la Sociedad Argentina de Escritores (1934-1936), Secretario del Comité de Lectura del Teatro Nacional de Comedia y miembro del P.E.N. Club [2].

Con su amigo y condiscípulo Roberto F. Giusti, iniciaron sus primeros aportes como críticos y publicistas de las nuevas generaciones en La Gaceta Literaria bajo el seudónimo de “Roberto Eynhart (Giusti) y Alfredo Sorgborn (Bianchi). 

La revista cultural Nosotros, fundada en Buenos Aires por ellos, dos `jóvenes plebeyos´ según Pasquaré, ocupó un lugar indisputado en la cultura argentina de la primera mitad del siglo XX.

Autor, entre otros títulos, de Teatro Nacional (1920); Veinticinco años de vida intelectual argentina. Historia sintética de la revista “Nosotros” (1932); tras la muerte de Bianchi, Nosotros cerró definitivamente.

A lo largo de treinta años, Bianchi, despojado de vanidades, sirvió de espontáneo empresario ad honorem a dos generaciones de escritores. Mecenas sin dinero, buscaba talentos juveniles, con el afán que otros ponen en la búsqueda de riquezas, que fueran dueños del poder de la pluma y la palabra, a tal punto que proyectando los méritos ajenos, dejaba en la oscuridad los propios. (Cf. Calles de Rosario)

Militó en el socialismo, sin participación activa ni cargos públicos, pero “creyó hasta la muerte en el advenimiento del comunismo como un bien para la humanidad” (Giusti, 1965: 329).

NOSOTROS. Revista mensual de Letras, Arte, Historia, Filosofía y Ciencias Sociales

Autodefinida como revista mensual de literatura, historia, arte, filosofía y ciencias sociales, la revista fue fundada y dirigida por Roberto Giusti, crítico literario y periodista, junto con Alfredo Bianchi. Procedentes de Rosario, se conocieron siendo ambos muy jóvenes en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, y de sus extensas charlas de café surgió la idea de fundar una revista literaria (Naciff, 2007: 217). No debe confundirse con la revista homónima mexicana Nosotros, publicada entre 1912 y 1914.

La circulación de la revista comenzó el 1 de agosto de 1907, en Buenos Aires, y se extendió hasta el año 1943. Como publicación independiente, que pretendía sostenerse a través del apoyo de sus suscriptores, debió afrontar algunas interrupciones generadas por problemas de índole económica, principalmente en sus primeros años. Sin embargo, para la década de 1920 la revista había logrado una amplia difusión y se distribuía tanto en el interior de Argentina así como en ciudades importantes del mundo, Paris, Londres, Madrid, Boston, Nueva York, México, Montevideo, Santiago de Chile, Lima y La Paz, entre otras. Durante todo su trayectoria, Nosotros fue testigo de la cultura nacional y exhibió su intención de participar de la comunidad intelectual latinoamericana, conformando una extensa red integrada por intelectuales americanos y europeos. (Cf. López, 2013)

Según lo afirmaron al conmemorar el primer año de vida de la revista: “Nosotros no se ha adscripto a ninguna tendencia literaria, política o filosófica.” (Nosotros, 1908: 6) . En tiempos de indecisión, como lo explicaba Roberto Giusti varios años después, la estrategia de la revista fue mostrarse abierta a todas las posturas y opiniones, manifestando un espíritu francamente americano (Nosotros, 1908: 6).

La revista reivindicaba abiertamente los valores democráticos, tal como quedó en evidencia en la declaración de principios que publicó cuando se sancionó la ley Sáenz Peña, y algo similar hizo también en 1916, cuando Hipólito Yrigoyen accedió a la Presidencia. (Cf. Miranda)

Entre 1910 y 1911 Nosotros dejó de editarse durante casi un año. En 1912, sin embargo, la revista dobló la apuesta, multiplicando la cantidad de secciones y se lanzó decididamente a la publicación de libros. Las novedades editoriales llegaron acompañadas, a su vez, de una completa reconfiguración del grupo editor: se estableció una “sociedad de hombres de letras” que adoptó la forma de una Cooperativa (cada miembro se suscribía voluntariamente, previo pago de una cuota anual), cuya misión sería sustentar y prestigiar una publicación que carecía de subsidios que la sostuvieran. (Cf. Miranda)

La formación de la cooperativa le dio estabilidad a la revista, que pronto llevaría adelante dos de sus empresas más características e influyentes: el lanzamiento de encuestas periódicas, a través de las cuales daría amplia visibilidad a las letras argentinas, y la celebración de banquetes y comidas de diferente calibre, según los casos, para agasajar a los escritores, nacionales o extranjeros, “fuesen o no fuesen escritores de su grupo”, recalcó Manuel Gálvez en sus memorias. “La redacción ha de ser una tertulia. Eso fue Nosotros en sus mejores tiempos [...] se prolongó en comidas alegres y en banquetes serios pero no aburridos”, dice Giusti. (Cf. Miranda)

En Nosotros, sus dos directores desempeñaban una labor diferente: Bianchi escribía muy poco pero era un auténtico promotor cultural, vaso comunicante entre la creación literaria y el público en general. “Formidable animador (…) su dinamismo resultaba sorprendente” para sus contemporáneos. “Su rostro feo… y su figura sin gracia, tan alta como desgarbada estaba en todas partes. Mantenía una correspondencia cuantiosa, y llevaba originales a la imprenta, corregía pruebas, buscaba colaboraciones y se ocupaba de las materialidades del periódico”. Por su parte, Roberto Giusti se destacaba como crítico literario: escribía artículos y seleccionaba las colaboraciones que llegaban a su consejo de redacción para ser o no publicadas. “Su labor era de consejo, dirección superior y de contemplación de la obra de Bianchi. Bianchi y Giusti: Marta y María”. (Cf. Pasquaré)

Además de ocupar un lugar relevante en las letras argentinas e hispanoamericanas, Nosotros se destacó por su plural composición en el grupo editor que sostenía la revista. Su pluralismo y su espíritu tolerante con todas las generaciones literarias y todos los movimientos intelectuales fueron su fuerte, pero fueron también al mismo tiempo su “talón de Aquiles”, puesto que la convivencia dentro de la sociedad cooperativa editorial no tardó en volverse tirante, en un contexto signado por la ampliación de la democracia en Argentina, así como la Gran Guerra y la Revolución Rusa. La revista había suscripto una declaración de apoliticidad en 1912, cuando se dictaron los estatutos para su cooperativa, en un gesto que tenía mucho en común con diferentes asociaciones civiles que se desarrollaban en la sociedad argentina en aquella época, tales como sociedades de fomento y mutuales. No debió pasar mucho tiempo para que se advirtiera que era una cláusula difícil de cumplir, dadas las vastas transformaciones que se sucedieron en el mundo y en el país en la segunda década del siglo XX. No había transcurrido ni siquiera una década, y ya se tornaba evidente que aquellos estatutos habían comenzado a resultar anacrónicos. (Cf. Miranda)

Una actitud que caracterizó a Nosotros, promocionada por la revista en sus primeras líneas de presentación fue su “sostenida voluntad incluyente”, su deseo obstinado de construir solidaridades intelectuales entre los miembros de una misma generación intelectual pero también entre quienes pertenecían a generaciones diferentes. (Cf. Pasquaré)
 
Sin dudas, la extensa nómina de colaboradores de distintas nacionalidades, así como las secciones de la revista que registraban eventos sociales y culturales, colaboraron con el propósito de derribar fronteras reales o imaginarias, al tiempo que permitió poner en contacto sujetos situados en posiciones distintas entre ellos, favoreciendo el debate y la circulación de ideas. La revista contaba con secciones fijas, que incluían bibliografías, ciencias sociales, crónicas de arte y música, filosofía, letras (americanas, argentinas, españolas, francesas e italianas), encuestas, teatro nacional, libros y autores, notas y comentarios. Además, a cada suceso histórico importante, como la muerte de un intelectual o una guerra, Nosotros proponía el lanzamiento de números especiales. De esta manera, Florencia Sánchez, Evaristo Carriego, Rubén Darío, José Enrique Rodó, Carlo Bunge, Carlos Guido y Spano, Amado Nervo, Rafael Obligado, Anatole France, Roberto Payró, Paul Groussac y el propio Alfredo Bianchi, tuvieron su número homenaje póstumo en la revista (Cf. Naciff, 2007: 219-220).

Definitivamente 1942 es el año que enluta a Nosotros por la muerte de Alfredo Bianchi, sobre quien se escribieron artículos recordando y destacando su personalidad en dos volúmenes (a. VII, t. XIX, noviembre 1942 y a. VIII, t. XXI, mayo-junio 1943, 16 Nº 86-87). La Revista había perdido al guía infatigable de tantos años, desde sus mocedades, atravesando las décadas de la publicación y los 106 tomos aparecidos (ochenta y uno en la primera época y veintitrés en la segunda, más dos anexos), además del suplemento extraordinario con motivo del II Congreso Internacional de Historia de América, y el número 19 (segunda época) dedicado al cincuentenario del Santos Vega (Giusti, 1971). Sin embargo, si se compara la cantidad de sus notas y artículos con los de Giusti, se constata que fueron muchísimos menos, pero sostuvo la aventura editorial, alentando, trabajando y enriqueciendo el día a día de una empresa cultural que todavía hoy sorprende. (Cf. Jalif)
 
Bianchi falleció tras una larga enfermedad el 23 de noviembre de 1942. El número más importante de la Revista dedicado a su fundador incluye poemas, recuerdos, breves ensayos, semblanzas, mensajes, testimonios y páginas de él mismo, que tienen las firmas de, por ejemplo, Enrique Banchs, Rafael Alberto Arrieta, Alfredo L. Palacios, Arturo Capdevila, Arturo Marasso, Manuel Ugarte, César Tiempo, Carmelo Bonet, Emilio Frugoni, Leónidas Barletta, Luis Reissig, Héctor P. Agosti, Francisco Romero, entre muchos más. La muerte de Bianchi fue asimismo un duro acontecimiento dentro de la Revista, al punto que sus cenizas, en una pequeña urna, permanecieron en la sede de la Dirección durante un año, acompañando el trabajo cotidiano. Es que este intelectual amaba la vida y no hubiese querido permanecer alejado de Nosotros jamás, justificaba Giusti. El domingo 21 de noviembre de 1943 fueron trasladadas al Cementerio del Oeste (desde 1949, Cementerio de la Chacarita), Panteón del Círculo de la Prensa, donde la oración fue pronunciada por el viejo y leal amigo (Giusti, “Alfredo Bianchi y la amistad”, a. VIII, t. XXIII, noviembre 1943, Nº 92: 113-115. Incluye ilustración de la maqueta de la urna). (Cf. Jalif) 
 
Notas:

[1] Félix David Peña Luján (Rosario 1862-Bs. As. 1930). Periodista, historiador, autor teatral. Es considerado uno de los primeros revisionistas de la Historia Argentina. El 20/5/1886 funda el periódico "Nueva Época" en Santa Fe. En 1890 Presidente de la comisión que impulsó la construcción del sepulcro de Alberdi en La Recoleta. En 1904 sostuvo una polémica con Miguel Cané por su particular modo de ver la historia. Miembro de la Junta de Historia y Numismática Americana. Sus obras más importantes son Juan Facundo Quiroga e Historia de las Leyes de la República Argentina. Fundó en Buenos Aires El Diario Nuevo (1904) y la revista Atlántida. El mayor significado de la obra de este autor está en el teatro.
[2] PEN Internacional es una comunidad global de escritores constituida para proteger la libertad de expresión y celebrar la literatura. Fundada en Londres en octubre de 1921​ por Catharine Amy Dawson-Scott para promover la amistad y cooperación intelectual entre escritores de todo el mundo. PEN se refiere a «Poetas, Ensayistas y Novelistas»,​ pero, con más de 39.000 socios, el Centro incluye a personas dedicadas a las letras en todas sus formas: periodistas, historiadores, traductores, correctores, editores, agentes culturales y blogueros. La asociación cuenta con 140 centros PEN International independientes, distribuidos en más de 100 países. 
PEN Argentina fue fundado el 8 de abril de 1930, a pedido de PEN Internacional, como PEN Club de Buenos Aires. Su primer presidente electo fue el destacado escritor Manuel Gálvez. En 1936, el PEN Club de Buenos Aires fue anfitrión del XIV Congreso Internacional de los PEN Clubs, el primero realizado fuera de Europa. A lo largo de su historia han participado, como miembros, figuras tales como Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Arturo Capdevilla, Ernesto Sabato, Eduardo Mallea, Adolfo Bioy Casares.

Bibliografía:

Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri".
Alvarez Juan: Historia de Rosario. Pág. 614. Buenos Aires, 1943.
Cragnolini, Mónica B. (2001) "La presencia de Nietzsche en la Revista Nosotros". En Instantes y Azares Escrituras Nietzscheanas. Buenos Aires; vol. 1 p. 199 - 216.
Giusti, Roberto F. (1965). Visto y vivido. Anécdotas, semblanzas, confesiones y batallas, Buenos Aires: Losada. 
Jalif de Bertranou y Clara, A. (2013). "Ocaso, Agonía y muerte de la revista Nosotros (1940-1943)." XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. 
López, Carolina Elisabet (2015). "La revista “Nosotros” como espacio de sociabilización intelectual. Abordaje teórico y propuestas metodológicas de análisis." En: V Jornadas de investigación en Humanidades. Noviembre, 2013. Bahía Blanca, Argentina. Disponible en línea: http://www.jornadasinvhum.uns.edu.ar/files/5JIeHVol10.pdf
López Rozas, José Rafael (2018). La literatura de Santa Fe. Rosario, Espacio Santafecino Ediciones.
Luzarreta, Pilar de: "Reseña del periodismo argentino". Tomo V en Historia Argentina de Levillier. Bs As. 1969.
Miranda Lida, "El grupo editor de la revista Nosotros visto desde dentro. Argentina, 1907-1920", Historia Crítica [Online], 58 | 2015, posto online no dia 01 outubro 2015, consultado o 18 setembro 2023. 
URL: http://journals.openedition.org/histcrit/6493
Naciff, M. (2007) “Las revistas de fin de siglo en Argentina, o dónde se relacionan los intelectuales modernistas”, en: Arpini, A. et. als. (eds) Hilar Ideas. Travesías del pensamiento en América Latina, Guaymallén, Mendoza: CETyL.
Pasquaré, Andrea (2011). La revista “Nosotros” (1907-1943) en su primera etapa. Élites intelectuales, campo periodístico y formas de circulación del americanismo español y el hispanismo americano." XIII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia (San Fernando del Valle de Catamarca, 10, 11, 12 y 13 de agosto de 2011).
Pasquaré, Andrea (2012). "Giusti y la revista Nosotros (1912-1930): crítica, política e intervenciones literarias en la formación del campo cultural argentino." Revista Eletrónica da ANPHLAC, n.12, p. 112-142, jan./jun. 2012. 
http://revista.anphlac.org.br/index.php/revist
Web: http://www.callesderosario.com.ar/bianchi_alfredo_antonio.html