28/10/17

GUIDO GIROTTO, DOCENTE SEÑERO [1]

Investigación y entrevistas Prof. Chalo Agnelli

Reiterar los privilegios que la República Argentina recibió con la inmigración es redundar sobre temas con los que no se puede no estar de acuerdo. Y aunque esa ola de inmigración mediterránea no era la que deseaban Sarmiento y Alberdi y otros diseñadores de la acertadamente llamada - gústenos o no todos sus logros - organización nacional, que preferían otra noreuropea y anglosajona, terminaron convenciéndose de su error. Sarmiento, por ejemplo, fue un admirador de la cultura genovesa como lo describe el Dr. Craviotto en “Sarmiento, los genoveses y la navegación de los ríos” [2]

Sobre los italianos en la Argentina hay autores que se extendieron profusamente en los nombres de artistas, escritores, músicos, industriales, políticos, docentes, educadores de todos los niveles, inventores, científicos, gremialistas, luchadores sociales, filósofos, sociólogos, médicos, fundadores de pueblos e instituciones, juristas, etc. En el ensayo “Migraciones” [3] se desgrana una pequeña cuota de esos apellidos ilustres e ilustrativos.

La colectividad italiana no sólo fue la primera de mayor empuje y crecimiento en Quilmes sino la de mayor arraigo, entre sus apellidos resuenan en Quilmes: Cairo, Craviotto, Cristoforetti, Valerga, Badaracco, Biotti, Eusebi, Ricagno, Rocca, Pedemonte, Giussani, Fornabaio, Cotta, Cella, Roverano, Fornarolli, Borzi, Bruzzone, Di Bartolo, Scialabba, Bottaro, Cichero, Oliveri, Girotto, Rosso, Torre…

Precisamente es la figura del profesor Guido Girotto que debemos recorrer para que este estrecho espacio biográfico de Maestros Señeros conserve y acreciente la calidad de sus contenidos humanos.

El profesor Girotto fue un hombre multifacético, de un dinamismo inusitado y no sólo fue fundador de escuelas, sino que se consagró a la docencia con la pasión del conocimiento y el respeto al educando. Hombres y mujeres de todas las profesiones liberales, industriales, artistas, comerciantes de todos los ramos, generaciones de quilmeños y de los vecinos partidos de Berazategui y Florencio Varela, que fueron sus alumnos, difícilmente olvidaron su bonhomía y su sagacidad pedagógica. 


GUIDO

Hijo de Vittorio Natalio (n. 23/12/1859) y de Italia Libre Fiorín (n. 11/7/1866), Guido nació el 17 de setiembre de 1887, en Padua, ciudad italiana, situada al suroeste de la región del Véneto, a tan sólo 38 kilómetros de Venecia. Padua es una de las ciudades renacentistas más importantes de Italia; fue corte de la familia Da Carrara, habitada por Dante, Giotto, Donatello y en su Universidad, fundada en 1222, impartieron cátedra, entre otros, Galileo Galilei, Petrarca, el anatomista Girolamo Fabrizi d'Acquapendente y el hematólogo William Harvey.

Apenas tenía un año Guido cuando sus padres desembarcaron en el puerto de Buenos Aires y se establecieron en la ciudad de La Plata. En la flamante capital provincial habían recalado varios paisanos del Véneto… de una ciudad milenaria a una reciente; allá estaba casi todo hecho, aquí había tanto por hacer.

La Plata estaba aún en formación, tenía tan sólo cinco años desde su fundación por Dardo Rocha, de modo que Vittorio y su mujer Italia estuvieron entre los primeros colonos de la capital en ciernes que con el empuje de la inmigración en poco tiempo adquirió una significación inesperada. Vittorio estaba relacionado a la industria del gas de origen carbónico, el "gas manufacturado " que en sus comienzos tuvo como protagonistas de la producción y el servicio al capital privado de origen extranjero.

Indudablemente, queda demostrado por los rumbos intelectuales que emprendieron sus hijos, los Girotto-Fiorín era una familia de la pequeña burguesía culta de esa provincia italiana. Eran seis hermanos: dos murieron jóvenes seguían: Guido, Américo, María y Rodolfo, que fue un respetado médico platense fallecido en 1987. Américo también tuvo un hijo, Carlos, que hoy es médico residente en La Plata. 

EDUCACIÓN 

Como sus hermanos, Guido curso los años de las primeras letras y la educación secundaria en una escuela francesa, donde tuvo entre otros muchos compañeros que trascendieron por sus logros, a otro profesor quilmeño de renombre, Gustavo Rennes, violinista y profesor de música del Instituto Williams en su sucursal Nº 9 de Quilmes. Girotto terminó la enseñanza media y podría ser que haya comenzado su carrera docente incursionando temporalmente como maestro de grado en escuelas platenses. Simultáneamente continuó estudios superiores.

Se inclinó a las ciencias médicas y en junio de 1914, se recibió de doctor en Medicina Veterinaria en la Universidad de La Plata. Tenía 26 años.

Pero su capacidad por aprender, su necesidad de saber no se sació nunca. En 1920, obtuvo el título de profesor de italiano en la escuela Normal de Profesores Nº 2, el "Mariano Acosta", [4] título con el que ejerció varios años en el Instituto Dante Alighieri. Ese mismo año comenzó la carrera de medicina que transcurrió con éxito durante 4 años, pero la responsabilidad de llevar adelante una familia, no le posibilitaron concluir la carrera, debiendo volcarse de lleno al trabajo. El 23 de julio de 1936, se graduó de profesor de Enseñanza Secundaria Normal y Especial en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad de La Plata.

Su afán de conocimiento nunca se aquietó, cuando la vida adquirió cierta holgura; en 1953, obtuvo el título oficial de traductor de italiano del Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. 

MATRIMONIO

María Sarah Gorostizo, [5] platense, nacida el 11 de enero de 1894, se había recibido de maestra muy joven. Con apenas 15 años, impelida por el inesperado fallecimiento de su padre que redujo en forma alarmante los ingresos de la familia, fue a solicitar un puesto de maestra y lo obtuvo, muy lejos de su domicilio, en la escuela Nº 18 de Bernal, fundada hacía apenas 3 años por Rosa Delia Frontini de Gerpe, el 16 de junio de 1906.

Una adolescente apenas emprendía todas las mañanas el viaje en el ferrocarril del Sud. Trayecto largo e imprevisible en vagones helados en invierno - sólo la 1º clase tenía una salamandra que no siempre el guarda recordaba alimentar –; sofocantes en verano, pues si abrían las ventanillas entraba el humo de la locomotora y el polvo del camino. Además se producían frecuentes descarrilamientos, provocados, a veces, por la irregularidad de las vías que en parte no estaba sobre balastro, dificultando el escurrido del agua y en tramos no se apoyaban en durmientes sino en discos metálicos que no mantenían el parejo espacio de los rieles; otras veces los descarrilamientos los generaban los animales que ambulaban libremente por los campos. Pero María Sarah con otras maestras mayores, llegaba a Bernal y caminando a la escuela. Los rieles estaban asentados sobre platos de hierro que hacían de durmientes; y como además las vías carecían de balastro, las locomotoras, coches y vagones, desde que salían de Quilmes. hasta que llegaban, cuando eso era posible, iban jugando a los descarrila­mientos y no son raros los pasajeros que aún viven y recuerdan hasta tres descarrilamientos en sólo un viaje, ni pocos los que puedan contarnos cuántas ve­ces, cansados de esperar a que el tren fuera encarri­lado, o que llegara otro para trasbordar a él, se decidieron hacer a pie el resto del viaje, sin tener motivos para arrepentirse; en cambio lo tenían aquellos que no los habían querido imitar.


Maestra María Sarah Gorostizo

En esos cruces de estaciones, andenes y vagones ferroviarios Guido Girotto puso el ojo en la joven maestra y un buen día con la pudorosa cautela que exigía la época la siguió a prudente distancia hasta que la joven entró en su domicilio. Volvió a su casa y redactó una respetuosa esquela en la que “prendado por sus encantos” solicitaba a Sara y a su familia autorización para visitarla.

Se casaron el 20 de diciembre de 1913, y para evitar los trastornos de los viajes convinieron establecer su hogar en Bernal. En 1914, nació Beatriz Zulema y en 1916, Élida Esther. Habitaban una propiedad en Zapiola y Boedo. A partir del 16 de marzo de 1927, Sara fue directora de la escuela N° 36 “Mariano Moreno” – que se había fundado en la calle Pringles entre Guido y Solís, en la propiedad de O. Castellani. En noviembre de 1929, la escuela se muda a la calle Blas Parera entre Magallanes y Amoedo.

ESCUELA SAN LUIS GONZAGA

El profesor Doroteo Yoldi, en 1910, había, fundó en Quilmes, con el apoyo del Pbro. Manuel Bruzzone, una escuela para varones primaria y secundaria llamada San Luis Gonzaga; en sus aulas comenzó Girotto a ejercer en la zona. 

EL NACIONAL

El 11 de febrero 1922, tras una convocatoria del director de la Escuela Normal profesor José Sosa del Valle, se creó el Colegio Secundario de Quilmes, mixto, de segunda enseñanza, incorporado al Colegio Nacional Pueyrredón de la ciudad de Buenos Aires, que al poco tiempo devendría en el Colegio Nacional Juan Manuel Estrada. Entre los convocados estaba Guido Girotto junto a otros sonoros apellidos de educadores quilmeños: Fortunato, Cornelia y Sarah Cichero, Angélica Morales Gorleri, Ana María Borzi de Faragó, Catalina Borzi, Evaristo y Antonio Iglesias, Antonio y Eduardo Colombo y Doroteo Yoldi en cuya escuela San Luis Gonzaga comenzó a funcionar el Colegio. 

El profesor Girotto, como todos los docentes mencionados, hasta el reconocimiento oficial el 12 de octubre de 1930, ejerció “ad honorem”, restando tiempo a otras actividades remuneradas en bien de este pueblo que hacía apenas 8 años que era ciudad. En sus manuscritos, el profesor Girotto cuenta que se iniciaron las clases el 16 de marzo de 1922, a las 16.00, y que él dictó esa misma tarde Geografía de primer año. El 11 de octubre, comenzó el turno vespertino en el edificio de la Escuela Normal.

Simultáneamente, desde el 16 de mayo de 1910, se desempeñaba como veterinario en el ministerio de Agricultura de la Nación, función que alternó con trabajos para la Dirección de Remonta del Ejército Argentino y como sub-inspector de frigoríficos (24/6/1919). Sus trabajos lo llevaron a recorrer el país desde la Quiaca hasta Tierra del Fuego donde estuvo 3 años consecutivos trabajando, unas veces como veterinario, otros como inspector de frigoríficos. Incluso visitó las Islas Malvinas. [6]

Los profesores Girotto y Bottaro, en el centro sentados

En 1942, ingresó al plantel de Colegio Comercial que dirigía el benemérito Agustín Bottaro, luego Escuela Nacional de Comercio de Quilmes y en 1957, en la Escuela Normal Mixta Almirante Guillermo Brown. Una de las anécdotas más repetidas de su paso por las aulas era su buena predisposición para cubrir la imprevista ausencia de algún colega. Allá corría la secretaria tras el profesor Girotto que ya había acabado su jornada y le pedía cubrir la hora de historia o la de música para que los alumnos no ambularan peligrosamente por el edificio hasta la hora siguiente; no hacía falta rogarle, don Guido siempre estaba dispuesto y hasta halagado. Sin la preparación previa de estrategias didácticas, sacaba de su cúmulo de lecturas el tema que estaba desarrollando el profesor titular y sin excepciones quedaba más que lucido ante el alumnado. A él todo le interesaba; por la amplitud de su cultura general no había tema sobre el que no pudiera verter una acertada opinión o una conexión con circunstancias relacionadas y asociaciones sorprendentes.

Además de sus memorables clases de lengua italiana, dictó, desde 1918, anatomía, fisiología e higiene, zoología, sociología, pedagogía, lógica y filosofía y desde 1930, geografía, disciplina, esta última que le apasionó hasta los últimos días de su vida, pero no sólo de una manera teórica, sino que la vivió en incontenibles viajes por todo el país y por el extranjero.

Su trashumancia empezó mucho antes, pero en 1958, hizo el primero a Europa con su esposa, y el último fue en 1971, a los 84 años, siempre rigurosamente organizados previamente por él, nunca con 'tours', que según decía 'conducían al viajero como ganado'. Además de Europa, estuvo en: Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay, el Senegal africano y las ciudades más significativas de los Estados Unidos de Norteamérica. Periplos que compartía con colaboraciones a medios gráficos quilmeños donde plasmaba sus experiencias de viajero incasable.

En 1965, después de 58 años frente a alumnos fue cesado en sus funciones por “exceso de edad”. Fue un duro golpe pues estaba en condiciones de dar mucho a la educación a pesar de sus 78 años, le costaba imaginar su vida sin un aula llena pujante de vida joven. En un primer momento se resistió y apeló ante cuanta autoridad pudiera revertir el cese, pero en febrero de 1966, le llegó el retiro definitivo.

Siguió ejerciendo la educación a través de varias conferencias que presentó en la Sociedad Española de Quilmes en cuya Agrupación Sinfónica - que luego se llamó “Maestro Leonardo J. Gay” – donde tuvo sus amigos más cercanos: Juan Pollak, excelente pianista austro-italiano, Juan José González, violinista - ambos ingenieros de profesión - y el padre de este último don Ricardo A. González, notorio escritor.

Sara y Guido hicieron correr la docencia en la sangre de sus descendientes. Sus hijas se casaron, Beatriz con Emilio Premoli y Élida con Héctor Escobar; también orientaron su vida hacia la educación. Beatriz fue maestra en la Nº 9, luego pasó como vicedirectora a la Nº 39 en el barrio San Salvador de Berazategui (hoy Nº 9) y de allí a la Nº 19, con la misma jerarquía, donde se jubiló.

Élida fue dos años maestra en la localidad de Navarro, donde viajaba semanalmente, en esos años los nombramientos no se acomodaban, como hoy, al domicilio del docente; podía llevar años alcanzar un cargo titular de modo que un rechazo significaba dilatar una situación más acomodada en la carrera; luego pasó a la escuela Nº 39 de Berazategui, donde estaba su hermana, y de allí a la Nº 13 de Quilmes.

Los Girotto dejaron 3 nietos y 8 bisnietos (él conoció 6) Entre sus nietos Enrique Premoli es un concertista de piano de reconocida trayectoria, recibido en el Conservatorio Superior de Música “Manuel de Falla” y uno de los fundadores, junto con su prima Haydee Trinca de Eusebi, de la Fundación Filarmónica Quilmes.

Prof. Girotto a los 90 años

El benemérito profesor Guido Girotto falleció el 25 de junio de 1979, tenía casi 92 años de una vida plena y rica en conocimientos y en experiencias que supo prodigar a manos llenas. Sara lo siguió el 5 de marzo de 1983, también, dejando a su paso por la vida una secuela de mujeres y hombres que se formaron en su magisterio.

Chalo Agnelli 
Quilmes, agosto de 2009


NOTAS 
[1] Aportes generales de su nieto el profesor Enrique Premoli.
[2] Serie Archivos y fuentes de información Biblioteca Sarmiento. Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilmes.
[3] Del autor de esta biografía, Ed. Jarmat. 2007.
[4] En la Ciudad de Buenos Aires, en el Barrio de Monserrat, en una casa situada en Balcarse y Alsina (antes Potosí), conocida por la Casa de Cambaceres, fue fundada en 1874 la Escuela Normal de Profesores Nº 2 "Mariano Acosta" Hoy en Urquiza 277.
[5] En el libro “Maestros y Escuelas de Quilmes”, Pág. 153, 1º edición, dice erróneamente Gorostiza.
[6] Nota a dos páginas de El Sol del 6 de febrero de 1979.


5 comentarios:

alberto dijo...
Este artículo llegó a mis manos de casualidad, enviado por un amigo. Me movió las fibras más profundas de mi ser. Fui alumno de la Escuela Nacional de Comercio de Quilmes, cuando estaba en la calle Alsina, promoción de Peritos Mercantiles del año 1964 Turno Mañana. Tuve al Dr. Guido Girotto, como profesor de Higiene y alguna otra materia más, que no preciso. Tengo de este magnífico maestro, imborrables recuerdos. Gracias a la nota, pude precisar la edad que tenía cuando era nuestro profesor. Sospechaba en mi memoria, que era mucha y lo pude comprobar. Siendo una persona muy mayor, mantenía un espíritu jovial y se hacía querer por sus alumnos.


Raquel Gail dijo... 
¡Qué interesante reseña de la vida de este notable profesor, al que tuve en Geografía de primer año de la Escuela Normal!
Naturalmente, a los 13 años era difícil saber cuáles eran los méritos y cualidades de un docente, más allá de lo percibido en las horas de clase.
Muchas gracias, Chalo, por descubrirnos tantos detalles.
Cordialmente
Raquel


CHALO dijo... 
Alberto, Raquel, me alegro ser puente para conectarse con un pedacito de sus pasados. Eso intento con estas biografías recuperar en la memoria de la gente a aquellos que trazaron un camino en la historia local. Gracias por el comentario.


SUSANA CRAVA dijo... 
Raquel gracias a vos pude recordar a este genial docente, no tuve el gusto de ser su alumna, pero siempre lo recuerdo paseando por la calle Rivadavia y saludado cortésmente a todo el mundo pues seguramente la mayoría de los que lo cruzábamos pudiéramos ser sus alumnos. Un placer poder vivir estos recuerdos.


Juan Carlos Passalent dijo... 
Fui alumno del Comercial de Quilmes egresando en 1968 y recuerdo muy bien al profesor Girotto deambular por la escuela, a pesar que no ejercía ninguna cátedra. Sin embargo, recuerdo vagamente haber asistido a alguna de sus clases cuando cubría alguna ausencia. Por otra parte. conocía a su familia, ya que los Premoli era vecinos contiguos de mi casa (también ubicada en el solar que ocupó la casa del Dr. Wilde en calle 25 de Mayo). Enrique un par de años mayor que yo, y también ex alumno de Comercial, fue quien me facilitó casi todo el material de estudio, libros, apuntes y, cuándo no, alguna explicación) requeridos por la escuela. También recuerdo sus sesiones de ensayo de piano acompañando mis tardes de estudio. También se sumaba Haydée Trinca de Eusebi con su canto, el piano de Enrique se encontraba ubicado en la sala en la cual, anteriormente, el Dr. Wilde atendía a sus pacientes. 
Todo un emotivo recuerdo para esa gran familia Girotto-Premoli. ¡Gracias Chalo!

Fuente: Blog El Quilmero, miércoles, 10 de febrero de 2010

19/10/17

El Día de la Lealtad durante 
el gobierno peronista (1946-1954)

El 17 de octubre de 1945 una multitud de trabajadores abandonaban sus trabajos y se movilizaban a la Plaza de Mayo para reclamar la liberación del Coronel Perón. A partir de ese momento se sellaba la relación entre una mayoritaria base obrera y una dirección surgida del golpe militar de junio de 1943 y afianzada tras las elecciones de febrero de 1946. Miles de trabajadores caminando desde distintos puntos del Gran Buenos Aires hacia la Capital esperando la salida al balcón de la Casa Rosada de un Perón que había sido enviado a la cárcel por sus camaradas de armas.

Afiche conmemorativo por el primer 
aniversario del Día de la Lealtad

A propósito de los rituales políticos señala Mariano Plotkin:

Afiche conmemorativo del segundo aniversario
"Por un lado crean una unidad simbólica entre los participantes que se reconocen a sí mismos como miembros de una comunidad política dada: partido, nación, patria. Por otro lado, en especial en regímenes de tipo autoritario, los rituales cumplen también una función de exclusión, privando de legitimidad como contendientes políticos a quienes no participan en los mismos. (...) En el caso del peronismo, en que la presencia de un vínculo de tipo carismático entre el líder y la masa era uno de los fundamentos de su identidad como movimiento, los rituales políticos servían además para recrear y reforzar la imagen carismática del líder".​

El peronismo, escribió Cristian Buchrucker, "postuló una cierta aspiración hacia la totalidad de la nación, hecho que se manifestó en la inclusión de las "tres banderas" justicialistas en el Preámbulo de la Constitución de 1949 y más claramente aún en 1951-1952, cuando la doctrina del movimiento fue declarada Doctrina Nacional."

Plotkin observa que: "iniciando una tendencia que se profundizaría en los años subsiguientes, la celebración del 17 de octubre de 1947 se asemejó a la celebración oficial de una fecha patria. En la tarde del 17, Perón recibió solemnemente el saludo de autoridades civiles y militares.(...) La "oficialización" del 17 de Octubre iba a tener dos consecuencias: por un lado, serviría para universalizar su significación. Ya no se trataba de una celebración peronista, sino de una fiesta del Estado (...) En segundo lugar serviría también para domesticar y unificar el sentido de la festividad."​

A principios de 1948 fue nombrado Secretario de Educación Oscar Ivanisevich, quien se incorporó al comité organizador de las celebraciones del Día del Trabajador y del 17 de octubre, e iba a ejercer gran influencia en la simbología política del régimen.

Ivanissevich "intentó ligar el peronismo a ciertos valores trascendentes, convirtiéndolo en una verdadera religión política. Los rituales peronistas fueron monopolizando progresivamente el espacio público. (...) A partir de 1948, la celebración perdió completamente su carácter conmemorativo. El objetivo de la celebración era, lisa y llanamente, dar al pueblo peronista la oportunidad de reafirmar su devoción por el líder y recrear los fundamentos de la legitimidad del régimen: el liderazgo carismático de Perón, fundado en su contacto sin intermediarios con el pueblo"​.

Algunos documentos oficiales hallados en nuestro repositorio dan cuenta de las decisiones del Ministro Ivanisevich a este respecto:

CIRCULAR Nº 31
Incluir en el repertorio de cantos escolares la marcha "Gesta heroica del 17 de octubre" de Ramiro de la Calle (seudónimo de Abel O. Luciani).


CIRCULAR Nº 38
Concurso de Redacción "17 de octubre", para estudiantes secundarios en celebración del Día de la Lealtad Popular, cuyos premios se denominaron SOBERANÍA, JUSTICIA y PROGRESO. Dichos premios consistían en un viaje y estancia de quince días para el alumno premiado y dos acompañantes, más una medalla de oro.




El resaltado nos pertenece.

Fuentes
Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri", Caja Circulares 1948.
Plotkin, Mariano (1995). "Rituales políticos: La celebración del 17 de Octubre y el imaginario peronista 1945-1951" en la obra El 17 de octubre de 1945 (Juan Carlos Torre, comp.), Buenos Aires, Ed. Ariel. 
Ley 14.814, art 3º.
Buchrucker Cristian (1987). Nacionalismo y peronismo. Buenos Aires 1987 Editorial Sudamericana.
Rojo, Alicia. https://www.laizquierdadiario.com/Que-fue-el-17-de-octubre.

Véanse nuestras entradas del 17/10/11 y 17/10/15.

12/10/17

CONMEMORACIÓN DEL 12 DE OCTUBRE
 Circa 1948-1950
 Prof. Raquel D. Gail

Palabras alusivas del Profesor en Geografía, señor Adolfo Julio Morelli:






No hay en el continente americano una conmemoración más polémica y que al mismo tiempo reciba diferentes nombres, que la del 12 de octubre. Lo que nosotros hemos llamado “Día de la Raza” en otros países es “Día del Descubrimiento de América” (o simplemente del Descubrimiento), “Día de Colón” (en EEUU), “Día de la Hispanidad”, y el gobierno de Hugo Chávez ha introducido a partir del 2002, “Día de la Resistencia Indígena” en Venezuela.

La denominación Fiesta de la Raza Española fue creada por el ex ministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, como Presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre.​ En 1914 se celebra el 12 de octubre por primera vez como Fiesta de la Raza.​ En 1915 pasa a llamarse Día de la Raza. La fecha elegida conmemoraba el primer avistamiento de América por la expedición de Cristóbal Colón y celebraba los aportes hispanos al nuevo continente.

El nombre Día de la Hispanidad –y el propio vocablo hispanidad– fue propuesto a fines de los años 20 por Mons. Zacarías de Vizcarra (sacerdote español, residente en Buenos Aires) al periodista Ramiro de Maetzu (por entonces, embajador de España en Buenos Aires), ya que consideraba «poco feliz y algo impropia» la denominación Día de la Raza. El nuevo nombre fue paulatinamente reemplazando al antiguo en España​ (no así en América), hasta que el 10 de enero de 1958 es oficializado por decreto de la Presidencia del Gobierno.

En la Argentina fue establecido por decreto del presidente Hipólito Yrigoyen  (4 de octubre de 1917), tal vez a propuesta del escritor Ricardo Rojas. Existió desde 2007 un proyecto de decreto,​ presentado por el INADI, de modificar el nombre de Día de la Raza por Día de la Diversidad Cultural Americana. Finalmente fue consagrado como Día del Respeto a la Diversidad Cultural por medio del Decreto de Necesidad y urgencia (DNU) 1584/2010 emitido por la  presidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

En algunos lugares han surgido voces críticas hacia la festividad por considerar que el descubrimiento de América y la posterior conquista por potencias europeas, dio lugar a un genocidio por someter o destruir las culturas precolombinas, sin diferenciar estrictamente ambos fenómenos.​ Los críticos con la celebración del 12 de octubre a su vez son criticados por su postura sesgada y no objetiva "incapaz" de distinguir entre las diversas formas de colonización europea, especialmente la hispánica, muy distinta a los colonialismos europeos del siglo XIX. Los sucesos ocurridos en los distintos periodos históricos y en particular el distinto trato y concesión de derechos otorgados a los pueblos indígenas por los diferentes colonizadores. La postura tradicional a favor de la celebración del Encuentro entre Mundos menciona además la prohibición del maltrato y la esclavitud indígena, decretado por la Corona de Castilla en 1512, como ejemplo de esta diferencia, frecuentemente ignorada por los opositores a la celebración. 

Las distintas posturas han creado un debate sobre el contenido de la celebración en algunos países. En ciertos casos ha provocado cambios en la actual conmemoración del 12 de octubre, como en Argentina, donde ahora se reivindican las culturas originarias o la tolerancia entre culturas. Actualmente en muy pocos países se sigue celebrando como «Día de la Hispanidad» o «Día de la Raza» alusivo a la raza o cultura hispanoamericana que supuestamente surgió en el siglo XVI fruto del encuentro entre los pueblos indígenas de América y el español.

Los significados totalmente diferentes que se atribuían a la celebración del Día de la Raza son un claro ejemplo de la construcción social de los saberes. La socióloga canadiense Augustine Brannigan, estudiosa del tema en lo referente a los saberes científicos, señala al respecto (traducción libre de Carlos E. Solivérez):

Nos inclinamos a acreditar a Colón el descubrimiento de América porque pertenecemos a la civilización resultante de la emergencia del Nuevo Mundo. En otras palabras, nos sentimos ligados al descubrimiento de Colón debido a sus resultados y al reconocimiento que se le dio, cosa que no sucede con las sagas del descubrimiento de América por los irlandeses y los vikingos. Esto es mero sentido común, porque pertenecemos a la tradición iniciada por sus logros, no a la trunca de los escandinavos. El hecho de que este hemisferio se haya convertido en el Nuevo Mundo es consecuencia de la valoración que de su existencia hizo la Europa mercantil. Se puede, así, argüir que fue como consecuencia de los viajes de Colón a las Indias Occidentales que América se convirtió en realidad, en una tierra real, explorable, explotable y colonizable. Es, además, sólo en sentido retrospectivo que los primeros viajes europeos fueron viajes a América. El descubrimiento de América no es un hecho atemporal sino una interpretación retrospectiva del pasado a la luz de las vías de acción que inauguró. (Brannigan, p. 124.)

Estas consideraciones de Brannigan sólo se aplican, claro está, a los adherentes a la tradición cultural europea, caso de los poderosos de Argentina y de otros países latinoamericanos. No son aplicables a las culturas heredadas por la gran mayoría de los descendientes de los pueblos originarios.

Fuentes:
- Tejerina Carreras, Ignacio. "Yrigoyen y el Día de la Raza: día de la América criolla." Consultado en http://institutoyrigoyen.tripod.com/raza.htm
- https://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/D%C3%ADa_de_la_Raza
- Solivérez, Carlos E.; El día de ¿qué "raza"?; diario Río Negro, suplemento Debates; Gral. Roca (Río Negro); 12 de octubre de 2008; p. 5.
- Brannigan, Augustine; The social basis of scientific discoveries; Cambridge University Press; Cambridge (Inglaterra); 1981; ISBN 9780521281638 (Brannigan SBSD); pp. 120‑142.
- Wikipedia.