NUESTRO ARCHIVO TIENE/TUVO HONGOS
¿QUÉ HACEMOS? (3)
7-December-2006
Para quienes vivimos en la costa de nuestro país [Perú] estamos casi acostumbrados a convivir con los hongos, pero no es nuestro privilegio, porque los hongos existen en todas partes del mundo. El problema nuestro es que la costa peruana es extremadamente húmeda, árida y la irradiación solar es baja en promedio. Eso hace que ciertos hongos se reproduzcan con mayor facilidad y por tanto nos molestan mucho más, que a las personas que viven en zonas menos húmedas y con mayor irradiación solar. Sin embargo los hongos también se reproducen en ambientes con baja humedad.
Los hongos o moho son organismos eucariotes que pueden estar constituidos por una sola célula o formados por cadenas de células que pueden medir hasta kilómetros. Los hay de todos los colores y tamaños y todos son unos seres muy desagradables, excepto los que son comestibles como los champiñones y las levaduras, pero los hay también muy útiles, usados en la industria o en la medicina, y dañinos como los miles que se encuentran en las casas enmoheciendo los zapatos, carteras, los muebles y hasta la pintura y el cemento. También los hay peligrosos, como los que causan el pie de atleta o los que destruyen las uñas convirtiéndolas en callos y los que producen alergias y enfermedades respiratorias.
Durante años se pensó que los hongos pertenecían al Reino Vegetal, pero eso no es así, y tampoco pertenecen al Reino Animal. La razón es, que los vegetales transforman la luz del sol en alimento y los animales ingieren alimento por la boca para alimentarse. Sin embargo, los hongos se alimentan por absorción y por tanto no son, ni plantas ni animales.
El hongo está compuesto de dos partes fundamentales que son el cuerpo vegetativo y el cuerpo reproductor. El cuerpo vegetativo, es el que se encuentra enterrado, en la superficie que le sirve de habitat y está formado por unos filamentos llamados hifas que pueden ser constituidos por una sola célula (con una sucesión de núcleos) o formados por muchas células. El conjunto de todas las hifas es el micelio, que es el encargado de absorber las sustancias minerales del suelo para alimentar al hongo.
Los mohos, son hongos filamentosos (hifas) porque están formados por cadenas largas de células y a eso se debe que tienen apariencia similar a un felpudo. También los champiñones tienen esa constitución y de ahí su apariencia carnosa. La parte que no se ve del hongo, la que está enterrada en el material que le sirve de nutriente, se llama micelio. Las parte que se ve a simple vista, sobre todo cuando forma colonias, se llaman setas, bejines, trufas, cornisas etc. En realidad son la parte reproductora del micelio y donde se alojan las esporas que sirven para ese fin. Esas esporas viajan por el aire, en la lluvia, el agua, en los animales, en nosotros mismos, en los excrementos.
Estos omnipresentes seres, forman colonias en todas partes, en la tierra, en la piel, en la ropa, en los animales grandes y chicos y en los estómagos de las personas y los animales. Por supuesto que la mayoría no se aprecia a simple vista, excepto cuando comienzan a formar colonias, que se van extendiendo, si no se toman las precauciones para eliminarlos a tiempo.
El micelio es extremadamente resistente porque la mayoría de los hongos construyen sus células con quitina, que es tan dura como el caparazón más duro de muchos insectos. Por eso, cuando limpiamos un objeto que está cubierto de hongos, no pasará mucho tiempo para que vuelva a aparecer en el mismo sitio. Eso se debe a que lo que limpiamos del hongo son los frutos, la parte visible. El micelio permanece enterrado. Lo que es peor, es que si frotamos con un trapo una superficie infectada con hongos, contaminaremos con sus esporas lo que hasta ese momento no estaba contaminado. Un fácil experimento es tomar un pedazo de papel higiénico y frotar en una sola dirección un lugar cubierto de hongos. A los pocos días veremos que nuevamente la colonia está floreciente y la forma de esa colonia sigue el trazado que le dimos al limpiarlo con el papel.
Los hongos no se pueden eliminar con facilidad. Son tan duros y resistentes que son capaces de destruir las uñas porque se comen la quitina. También pueden matar a un insecto perforándole la quitina y enquistándose. Cuando el hongo se enquista en las uñas las destruirá totalmente convirtiendo la uña en un callo, a un insecto simplemente lo mata.
Los hongos no tienen estómagos, se alimentan por absorción de los nutrientes de la materia orgánica, viva o muerta, animal o vegetal. El hongo absorbe a través de su pared celular los nutrientes que se disuelven fácilmente como los azúcares, o secretan enzimas que destruyen los nutrientes complejos para poderlos absorber. Como están compuestos de quitina, también se la comen y por eso destruyen las uñas y matan a los insectos.
De una forma u otra aprovechamos a los hongos en la vida diaria, hasta comemos, los que son comestibles. Las levaduras usadas en repostería para hacer pan, o en la industria para fabricar la cerveza, son hongos. La medicina los usa para combatir ciertas enfermedades, como lo hace la penicilina, que es también un hongo. De igual forma, los hongos se crían para producir enzimas que se emplean en la fabricación de detergentes.
En nuestros hogares, los hongos son una terrible epidemia que no tiene cuando acabar. Las esporas de hongos se entierran en cualquier superficie que les agrade, como el cuero, el papel, el cemento o la madera y si el medio ambiente es húmedo y oscuro, al poco tiempo su superficie se cubrirá de una capa de hongos, cuyos colores dependen de cada material en particular, porque cada hongo tiene su material preferido.
Hay hongos que prefieren el cuero y la mayoría de esos tienen un precioso color verde esmeralda. Los hay blancos que sientan sus reales en algunos tipos de muebles hechos de material contrachapado. Los hay negros que aparecen entre las mayólicas de los baños y así se puede decir que existen hongos con todos los colores del arco iris. Y además del color… huelen. Huelen a humedad, porque lo que huele en los lugares húmedos es precisamente debido a los hongos. Y la ropa… ¡Ay! la ropa… Huele, huele a humedad y lamentablemente huele mal.
Para eliminar los hongos, en un clima como el de nuestra costa, sólo hay una forma: Impedirles que echen frutos y por tanto que liberen las esporas que los reproducen. Lo que más les encanta a nuestros hongos es la humedad y la oscuridad. Si queremos ropa enmohecida, mal oliente, zapatos verdes de moho, pues sólo hay que tenerlos encerrados, a oscuras en lugares húmedos. Los hongos podemos combatirlos, utilizando productos que absorben la humedad y evitando la oscuridad. Podemos evitar que se reproduzcan, manteniendo las habitaciones iluminadas, con las cortinas abiertas durante el día, no a partir de las 10 de la mañana sino apenas nos levantemos. Ventilemos los closets, limpiemos los objetos guardados, movamos la ropa, utilicemos absorbedores de humedad. En especial no dejemos los zapatos escondidos en un rincón del closet, no en el piso, sino en una zapatera que mantenga el zapato a cierta altura. Revisémoslos de tanto en tanto y si es necesario, pongámosles un poco de talco antimicótico, el mismo que se usa para evitar las infecciones de hongos en los pies. La tierra y el polvo transportan hongos, por tanto debemos sacar el polvo periódicamente para evitar que se formen colonias de hongos. Recuerden si una fibra textil “huele a humedad” es porque ya está infectada con hongos y eso trae bacterias que también causan mal olor. De igual forma las cosas guardadas “huelen a humedad” porque están infectadas con hongos y bacterias.
Si los hongos se han desarrollado formando colonias con setas que se ven a simple vista, limpiemos la pieza enmohecida con papel absorbente humedecido en alcohol, porque el alcohol absorbe el agua. No usemos un trapo porque ese trapo lo usaremos en otra cosa y transportaremos las esporas. Es mejor trozos de papel que desechamos después de limpiar cada pieza infectada, o cada parte de cada pieza. Hay productos antimicóticos líquidos y en polvo, que se pueden usar después de haber limpiado la pieza. Pero es mejor prevenir que curar, pues la cura es una batalla titánica contra la dura quitina del micelio que se entierra en las cosas.
Hay productos comerciales que sirven para eliminar o evitar el mal olor en las telas y están hechos a base de químicos antibacteriales y fungicidas. Pero si no se tienen esos productos, la mejor forma de quitar el mal olor en la ropa es aireándola. Hay secadoras de ropa modernas que tienen ciclos de aireado, casualmente para eliminar el mal olor en la ropa guardada.
Estimada Raquel, fuimos compañeras de la Capacitación de UFASTA.
ResponderEliminarEn el Seminario Presencial que se desarrolló en el mes de noviembre, tuvimos una clase de Conservación con la prof. Lic. Carmen Silva, quien recomendó en caso de problemas con hongos e insectos comunicarnos con una Entomóloga Adriana Oliva, (según ella la más preparada de la Argentina) para que realice un análisis sobre que espécimen es y en base a ello recomiende el modo de eliminarlo. Nos dijo que la podemos encontrar en el Museo Rivadavia.
Si vives en Bs.As. te puedes llegar por allí y preguntar, yo soy de Santiago del Estero.
Aprovecho para saludarte y felicitarte por tu acción a favor de los archivos, tus proyectos realizado en Quilmes, especialmente el de creación de una carrera de Archivistica y la reorganización del Archivo de Escuela.
Sos una gran profesional y luchadora, que por ahí eso es muy importante.
Yo también estoy trabajando en proyectos similares y he consultado páginas donde se comenta tu accionar.
Espero que esta info te sea de utilidad.
Saludos cordiales,
Ana.