14/12/11

CIERTAS VISIONES DE LA INFANCIA (6)
I CONGRESO NACIONAL DEL NIÑO
1913


La Escuela Normal de Quilmes participó con dos delegados: el vicedirector Olivio J. Acosta y el maestro Desiderio Sarverry, ambos ex Inspectores Nacionales de Escuelas Territorianas.

Documento del Archivo de la Escuela

Entre la ingente cantidad de documentos que paulatinamente se van ordenando en el Archivo, encontramos a menudo testimonios harto sorprendentes. Esta semana hallamos un precaria carpeta que reúne unas cuantas páginas relativas al Primer Congreso Nacional del Niño (1913), cuando la Escuela Normal de Quilmes apenas llevaba unos meses de funcionamiento y fue invitada a participar, en principio en el mes de mayo, fecha que se postergó hasta octubre del mismo año. Además de la invitación y el formulario de inscripción, tenemos copia del Programa, un agradecimiento por la adhesión con el nombre de los delegados (que hemos insertado más arriba) y un escrito a modo de complemento del Reglamento.

Llamó particularmente nuestra atención un párrafo de la última nota, fechada Setiembre 20 de 1913:

Documento del Archivo de la Escuela
"Desde finales del siglo XIX y a lo largo del primer tercio del siglo XX se produce un fenómeno que se irá consolidando, en relación con las políticas de protección infantil. Se trata del progresivo interés por parte de los reformadores sociales, médicos, pedagogos, educadores, pediatras, asociaciones de protección a la infancia y, en general, por los gobiernos, de internacionalizar dichas políticas. Una de las vías de penetración será la celebración de congresos internacionales que, en la mayoría de los casos, están convocados por asociaciones de protección a la infancia, pediatría, higiene, medicina, etc. y que cuentan con el patrocinio de gobiernos nacionales. Es cierto que la mayoría de estos congresos científico-sociales tiene un carácter propagandístico, planteándose la lucha contra enfermedades extendidas en la época o alertando sobre problemas sociales relacionados con las condiciones de la infancia; pero también, su objetivo era extender estos problemas a la sociedad, de manera que contribuyesen a crear una cierta presión ideológica que permitiera la intervención práctica. En este sentido, la presencia de autoridades políticas y de la élite científica permitía ciertas garantías de éxito, aunque nada más fuese en las recomendaciones que, generalmente, se hacían para tomar medidas prácticas de intervención política." (1)

¿Qué fue el I Congreso Nacional del Niño?

J. Lanteri Renshaw
En el mes de octubre de 1913 se llevó a cabo el Congreso Nacional del Niño en nuestro país, presidido por la doctora Julieta Lanteri Renshaw (1873-1932). "La Vanguardia (2) publicó el programa, todas las actividades, así como algunas ponencias, especialmente de los/as militantes socialistas, como Alfredo Palacios, Carolina Muzzilli, Alicia Moreau, Sara Justo, E. del Valle Iberlucea. Los temas abordados: la asistencia a la madre y la carencia legislativa, la niñez abandonada, la escuela laica, sobre el sistema de coeducación, el analfabetismo en la República, (3) sus causas y medios para combatirlo, la salubridad en la escuela, la psicopatología de los niños retardados, los nuevos métodos de gimnasia, mutualidades maternas municipales." (4) (5)

La Secretaría del Congreso funcionó en la casa de la Dra. Lanteri Renshaw, en la calle Suipacha Nº 782, primer piso. Las sesiones se desarrollaron en la Facultad de Medicina y en la Sociedad Sportiva Anexa (Av. Alvear 1325). Este evento surgió de la Liga para los Derechos de la Mujer y del Niño que la Dra. Lanteri había fundado junto a Raquel Camaña (1883-1915), educadora que, fiel a sus ideas de protección a la infancia y a los desvalidos, luchó por aplicarlas y predicó con su ejemplo. (2) (6)

El trabajo presentado por el Profesor Berrutti sobre el analfabetismo fue destacado por el análisis minucioso y crítico sobre el tema, resumido del siguiente modo:

“¿cuántas escuelas tienen talleres, gabinetes, laboratorios, bibliotecas y mesas de lectura para niños y adultos? ¿En cuántas hay huertas escolare? ¿En cuántas se enseña a las niñas, de preferencia, a cocinar, a dirigir una casa, a remendar, zurcir y componer la ropa vieja?. Búsquense esos trabajos, que son los indispensables en todo hogar ordenado, en las exposiciones de las escuelas, y se verá con dolor que sólo brillan por excepción. (…) Pero aquí conviene decir que para conseguir esto, es indispensable que el obrero de la escuela tenga libertad de iniciativa, fe en la justicia de sus superiores y que esté, por otra parte, al abrigo de las necesidades de la vida, pues el también tiene estómago como los demás mortales. (…) Es acaso humano pedirle al maestro que viva en la miseria en medio de la opulencia de los demás (…)

En las consideraciones de fundamento para el Congreso se dice que faltan 4.000 escuelas, y que no se cumple el mínimo de educación obligatoria (…)

La propuesta de la escuela laica y democrática del pueblo, de los militantes socialistas fue debatida con los representantes anarquistas. Entre ellos, el funcionario público Julio R. Barcos atacó a la escuela del estado y la iglesia.
En la conferencia que pronunció Carolina Muzzilli se refirió al comité Pro reglamentación del trabajo de la mujer y del niño y pidió un voto de aplauso para esos modestos obreros, mucho más eficaces que los inspectores oficiales en lo que respecta a la vigilancia de la ley (5291), en especial a Enrique Barca nuestro inspector voluntario y desinteresado (…)

Las conclusiones votadas por la sección “Asistencia a la madre y al niño”, que tuve el honor de proponer, son las siguientes:

1.-Considerando los graves trastornos que ocasionan en la mujer, en épocas determinadas, ciertos desarreglos fisiológicos:
El primer Congreso Nacional del niño aboga por que se conceda a la mujer obrera, empleada y maestra tres días por mes, de inasistencia al trabajo, con goce de sueldo, sin obligación de justificar su inasistencia.

2.- Considerando que el surmenage y las malas condiciones en que realiza su labor las mujeres obreras, constituyen un factor especialísimo de degeneración de la raza. (…)

Se solicita:
a) Que se reglamente el trabajo a domicilio.
b) Que se establezca como obligatoria la jornada máxima de ocho horas.

3.- El primer Congreso Nacional del Niño reclama de las cámaras la pronta sanción de una ley que conceda el reposo de la mujer obrera, empleada y maestra, embarazadas y puérperas en esta forma: 20 días antes y 40 días después del parto con goce íntegro de sueldo.

4.- El primer congreso Nacional del niño de acuerdo con la advertencia de la asistencia pública, de que la leche de la madre pertenece al hijo, reclama la pronta sanción de una ley que establezca como obligatoria las salas cunas anexas a las fábricas y talleres.”

Año 1 nº 1
7 de abril de 1894
La Vanguardia del 24 de marzo publica cifras alarmantes, recogiendo los datos difundidos por la Dirección de Registro Civil: sobre 650 defunciones ocurridas en dicho mes, exceptuando el depar-tamento de la capital, 476 corresponden a menores de cinco años, es decir, un 73 %. En el departamento de la capital, sobre 361 nacimientos habidos en el mes de enero se produjeron 275 defun-ciones.

Preguntándose por las causas denuncia que “la totalidad de los niños que mueren son hijos de familias obreras. ¿Cómo pueden vivir los niños de esos trabajadores si habitan en infectas pocilgas alrededor de los ingenios? ¿Cómo pueden crecer sanos y robustos los hijos de los trabajadores explotados miserablemente, con irrisorios salarios”.

Recuerda la obra negativa del Departamento Nacional de Higiene, concluyendo que “se ha cuidado mucho de las ganancias de los industriales oligarcas y se ha descuidado al extremo la salud y la vida de los trabajadores explotados por aquéllos.” (4)

También Alicia Moreau adhirió activamente [...] para luchar por la pésima situación y el desamparo legal en que se encontraban los niños, pidiendo una ley que los protegiera.

Alicia Moreau
"En el Congreso del Niño, reunido en Buenos Aires en octubre de 1913, Carolina Muzilli presentó un estudio titulado "El trabajo de la mujer y del niño. La madre y el menor obrero. Alcoholismo", que fue premiado con gran diploma de honor. Este niño, "menor obrero", ya no es el "esclavo blanco" que trabajaba en las minas de carbón en la Inglaterra de la Revolución Industrial y que suscitara las denuncias de los reformadores sociales más progresistas. Ahora la situación era otra, producto del avance técnico. Escribe Carolina Muzilli: "El adelanto de la técnica y el facil manejo de las máquinas, que requieren un menor empleo de fuerza muscular, hacen que las mujeres y los niños vayan desalojando a los hombres de las fábricas y de los talleres"

C. Muzzilli
El trabajo de los niños significaba menor costo salarial y mayor mortalidad infantil. Carolina Muzilli manejaba sólidamente las estadísticas y las evaluaba con criterio y con ideales. Citaba a Bialet Massé, en su informe al ministro Joaquín V. González: "En Tucumán se extrema la explotación del pobre, el martirio de la mujer y la primera fuerza del niño. Los niños se acaban en flor si es que salen vivos del claustro materno", y agregaba por su parte: "Nos explicamos perfectamente la espantosa mortalidad infantil que ha hecho presa del tan mentado jardín de la República. ¡Y pensar que dentro de poco se celebrará allí, con grandes fiestas, la primera centuria de la jura de nuestra independencia como Nación!".

Alfredo Palacios
"Los menores –agregaba más adelante- se desempeñan en cuanto trabajo se desarrolla en la República comenzando por las faenas agrícolas, hasta la fabricación tan nociva de vidrios y botellas". En las tareas agrarias trabajaban por entonces 219.000 niños, de los cuales 72.000 lo hacían sólo en los tres meses de cosechas. Otros 170.000 niños trabajaban en la ganadería. Todo esto parecía normal en las tradiciones familiares del campo, pero no lo era para la mirada moderna de Carolina Muzilli

El Primer Congreso del Niño solicitó al Congreso Nacional de la República Argentina leyes para la protección de la infancia en el trabajo y una limitación de las exigencias para mejorar la salud de los niños y sus posibilidades de educarse. Por resolución tomada en este Primer Congreso, se convocó un Congreso Americano del Niño para 1916 con sede en Tucumán, que luego se cambió a Buenos Aires, al cual asistieron representantes de 11 Repúblicas. (7)

Sara Justo
El Congreso de 1913 no fue un hecho aislado. Los congresos nacionales e internacionales para tratar temas de la infancia tenían algunos antecedentes (1905, París: Congreso sobre los problemas de la alimentación de la niñez; 1907, Bruselas: Congreso sobre la Protección a la Primera Infancia; 1909, Washington: Congreso Nacional sobre el Niño; 1911, París: Primer Congreso Internacional de Tribunal de Menores; 1912, Bruselas: Primer Congreso de Protección a la Infancia) y, en nuestro país, en 1910, el gran Congreso Científico Internacional, celebrado en Buenos Aires bajo los auspicios de la Sociedad Científica Argentina, aprobó la propuesta para la realización de un Congreso Americano del Niño.

Pero cupo a Lanteri y sus colegas concretar las ilusiones en 1913, a través de este Primer Congreso Nacional del Niño. Y fue esa la primera de una serie de reuniones históricas cuyo bosquejo es necesario trazar para que se comprenda la significación de la labor pionera de nuestras tempranas organizadoras. En 1915, en Buenos Aires, una Asamblea Extraordinaria resolvió que en conmemoración del centenario de la Independencia Argentina, se convocara a un Primer Congreso Panamericano del Niño." (8)

NOTAS:


(1) "La Evolución de los Derechos de la Infancia: Una Visión Internacional", por Paulí Dávila Balsera y Luis María Naya Garmendia, Universidad Complutense de Madrid, en
(2) La Vanguardia de 9, 15, 16, 17, 18 y 19 de octubre de 1913. Órgano periodístico del Partido Socialista Argentino, fundado por Juan B. Justo en 1894.
(3) Se calculaban 700.000 niños analfabetos de una población infantil 1.500.664
(4) "El capitalismo y la cuestión social", en http://www.sacudon.com.ar/node/7585
(5) Ester Kandel (especial para ARGENPRESS.info) en
www.fisyp.org.ar/WEBFISYP/Argsinescuelas.doc
(6) Bellotta, Araceli (2001). Julieta Lanteri. La pasión de una mujer. Buenos Aires, Planeta. (p.101)
(7) http://hist.library.paho.org/Spanish/BOL/v14n12p1147.pdf
(8) "1913 Julieta Lanteri y el Congreso del Niño" por Gustavo A. Brandariz, en http://www.clubdelprogreso.com/index.php?sec=01_00&sid=20&id=4815

El subrayado nos pertenece.
Investigación Raquel Gail

7 comentarios:

  1. Hola, estoy buscando el trabajo de Carolina Muzilli que acá citan (El trabajo de la mujer y del niño. ) y no lo puedo encontrar, ¿sabrían decirme donde puedo conseguirlo?

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  2. Lamentablemente tampoco nosotros hemos podido localizar el original. Sólo comentarios sobre dicho trabajo.
    En Buenos Aires existe un Centro de Estudios que lleva su nombre, tal vez tengan una biblioteca con su obra, no lo sabemos. O habría que explorar antiguas Bibliotecas socialistas, en fin, te deseamos suerte en la búsqueda!

    Atte.
    Raquel Gail

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  3. Raquel, gracias or compartir tu trabajo. He encontrado el libro "Por la Salud de la raza" de Carolina Muzilli en la Biblioteca Nacional de Uruguay. Este trabajo es una serie de conferencias de Carolina y yo creo que a pesar de un nombre diferente este texto que buscan consta en este libro.

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  4. Muchísimas gracias por la información, y también por visitar nuestro blog.
    Esperemos que el anónimo lector que lo buscaba en junio pasado pueda ver tu aporte.

    Cordialmente
    Raquel Gail

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