19/12/11

Ciertas visiones de la Infancia (8)
“La niña instruída”, una asignatura exclusivamente femenina

Entre los numerosos libros sobre educación que publicó Victoriano F. Ascarza figura el titulado «La niña instruida», destinado «a las señoras maestras» y publicado en 1927, redactado «pensando principalmente en las clases rurales, modestas o pobres». La intención del libro, a decir de su autor, «es seguir paso a paso las ocupaciones de la mujer en la casa y decirle a las niñas, de modo práctico, cómo han de proceder cumpliendo los preceptos de la higiene».


En el último párrafo de la primera lección, tal y como detalla el museo al destacar esta obra como el libro del mes, dice que «de vosotras, niñas, depende que un día se diga que sois buenas madres y excelentes mujeres de gobierno, que es el mayor elogio que se puede hacer de una mujer. Toda niña buena, laboriosa, amante de sus padres, obediente a sus mandatos y a los de Dios, debe afanarse en cumplir sus deberes y practicar cuanto bueno le enseñen». Así, en la lección VII se dan consejos prácticos sobre la limpieza, afirmando que la suciedad «trae enfermedades, hace huir al marido y al padre de casa y atrae la desdicha».


Sin fecha
Edición 1931















Algunos de los capítulos se titulan: «De la limpieza y cuidado de los suelos», «De la limpieza de la ropa: la colada» y «De la limpieza de la cocina». En cuanto a los alimentos, se dan nociones de cocina y modos de preparar distintas recetas, además de incluir un apartado sobre «Medicina doméstica».

Todo ello es lo que «debe saber y practicar toda mujer hacendosa y toda niña para ser buena, virtuosa y bella, porque no hay hermosura mayor que la virtud», recuerda su autor en su obra.

Autora de la nota: Ana Paz Paredes


ENLACE WEB
http://www.museodelnino.es

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"Conservo como una pequeña joya un librito de cuando mi abuela iba a la escuela en Asturias. Calculo, porque no tiene fecha, que es de alrededor de 1910. Se llama "LA NIÑA INSTRUÍDA: Fisiología e higiene aplicada a la economía, medicina y farmacia domésticas para su lectura en colegios de niñas" En él, además de otras muchas enseñanzas de lo más pintoresco sobre el cuidado del hogar y la familia, hay un capítulo dedicado a la colada que he pensado que os gustaría, así que os transcribo lo más importante para que deis gracias a Dios por haber dado a la humanidad conocimiento para fabricar la lavadora automática. :)

En 1910 la colada se hacía de esta manera: La colada se hace, ordinariamente, como sigue: en un colador (generalmente una cuba de madera), con un agujero lateral cerca del fondo, se pone la ropa, pieza por pieza, lo más extendida posible. Se cubre la tapa o boca del colador con un lienzo fuerte y sin agujeros, y sobre ese lienzo se pone ceniza vegetal reciente y limpia de carbón. Entonces se echa agua caliente sobre la ceniza. El agua disuelve los álcalis que hay en la ceniza, se filtran a través de la ropa y se limpian. El agua o lejía que sale del colador se recoge, se calienta de nuevo y se vierte otra vez sobre la ceniza. La operación se repite durante diez, doce o más horas, según la cantidad de ropa, su clase, la suciedad que tuviere, etc. Después se saca la ropa, se aclara o lava en agua limpia y corriente, y se la seca al sol. La colada llamada "a vapor" es más sencilla y más económica. Se hace en lejiadoras especiales de cinc o hierro (palastro), con doble fondo, aunque puede bastar un caldero ordinario. Se pone en él la ropa y se echan tantos litros de agua, próximamente, como kilogramos pese. En el agua se habrán disuelto antes unos cristales de sosa, que formarán la lejía. Se tapa, se le pone al fuego y se le hace hervir durante tres o cuatro horas, apartándola del fuego, después se lava y seca como en el caso anterior. Finalmente, para la ropa blanca no muy sucia se puede proceder como sigue: se moja la ropa y se la coloca en una vasija, y encima se vierte, muy caliente, una lejía hecha con un kilogramo de jabón, 30 gramos de aguarrás y 30 de amoniaco, con 50 litros de agua. Se remueve con alguna frecuencia, se deja enfriar, y al cabo de 4 o 6 horas, puede sacarse la ropa, aclararla y secarla al sol. Es el procedimiento más rápido y da excelentes resultados. La ropa queda a veces con un matiz amarillento, que desaparece con la acción del sol o sumergiéndola en agua y donde se hayan disuelto unas bolitas de añil y secándola después.
¡Madre mía! . Lo dicho, la lavadora es un gran invento!! "


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Museo Pedagógico "La escuela de Ayer"
Centro de profesores y recursos de Huesca (España)


En la Ley de Educación Primaria de 1945, se decía "La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e industrias domésticas."

Hoy en día, asumida completamente la coeducación en todos los niveles educativos, se pueden localizar sin embargo, en multitud de textos escolares, rasgos sexistas, probablemente no introducidos de manera deliberada, pero que siguen haciendo posible la inercia y transmisión del mismo modelo, en el que prima lo masculino, con el que fuimos educados.




   
El predominio de lo masculino en el campo de la educación era una realidad constatable que impregnaba textos y recursos didácticos de una manera verdaderamente llamativa. Que hubiera incluso enciclopedias exclusivamente para niñas, estableciendo diferencias en el conjunto de conocimientos de los programas escolares, resulta más aberrante que el ver también libros de lectura solamente para niños.







   
Los títulos son claramente significativos, "La niña instruida", "La niña hacendosa", "El ideal de una niña", "La mujer y su hogar", "Niñas y flores", etc. Probablemente el libro más popular fue "Flora", del año 1880. En él, su autora Pilar Pascual de San Juan, profesora de Primera Enseñanza Superior, dice en el prólogo a las señoras maestras: "... la autora toma a Flora desde la más tierna infancia, no se separa de ella hasta dejarla casada y en perfecta disposición de ser tan buena esposa y madre como ha sido excelente hija ..."





   
En la sección del museo dedicada a la educación femenina, podemos encontrar material característico de aquella filosofía; labores, fotografías y libros exclusivos para las niñas.


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