CLARA MARÍA DEL CARMEN FLORENCIA DE TORO Y GÓMEZ
Prof. Raquel Gail ©
También conocida como Clara de Toro y Gisbert, por el apellido materno, era hija del prestigioso lexicógrafo
Miguel de Toro y Gómez [1] y de María de la Purificación Gisbert y López. Nació el 8 de junio de 1891 en París, ciudad donde se educó. Tuvo al menos dos hermanos mayores, el Dr.
Miguel de Toro y Gisbert (1880-1966)
[2] y el Ingeniero
Carlos Antonio Vicente de Toro (1884-1945)
[3].
Se licenció en Filosofía y Letras en su ciudad natal en 1912, el mismo año que falleció la madre a los 61 años. El hermano radicado en Argentina, Carlos, la convenció para que emigrara y así llegó con el padre a nuestro país. Su formación académica se habrá visto influida, sin duda, por la experticia de su padre en la materia.
En 1916 se la designó para hacerse cargo de las cátedras de Castellano y de Francés de 2º y 4º año en la
Escuela Normal de Quilmes, lo que parece haber sido su debut docente. Luego fue Profesora de Gramática Histórica y de Idioma Nacional en la Escuela Normal de Profesoras Nº 1 y en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario.

Escribió varios libros de lectura para la escuela primaria:
"La escuela y la vida" editado en 1922 (3er. grado)
[4],
"El hogar de todos" publicado en 1923 (4º grado) y
"Almas en flor", publicado en 1924 y autorizado en 1925 (5º grado), que componen una trilogía. Sus obras se diferencian de otras contemporáneas porque los textos se encuentran acompañados por ejercicios de lenguaje, que según su redactora,
“…responden al concepto moderno de la enseñanza de la gramática por medio de los textos…”; además de contar con palabras explicadas. Por otra parte, editó
"Batir de alas" (1º Superior), todos impresos por Kapelusz, casa editora a la que su representante legal cedió los derechos en 1957.
El hogar de todos, pág. 101
Según el análisis que hace Agustina Mosso en su Tesis, "ella [...] no escribió para alfabetizar sino para anexar a las prácticas educativas cotidianas saberes que excedían la experiencia escolar básica y pensaban las ciencias sociales y naturales, la literatura y la instrucción cívica bajo una mirada más compleja que ejercitara la lectura experimentada en los años escolares previos a los que sus libros se destinaban"... "Los tipos documentales que la representan en su mayoría se vinculan a los libros de texto escolares que pensó, escribió y publicó. Con los mismos, [...] la escuela primaria argentina emprendió el trabajo de formar lectores/as y orientarlos/as en contenidos y modos de leer."
`La escuela y la vida´ incluía lecturas con contenidos de "geografía, historia, ciencias naturales-física y química, instrucción moral e instrucción cívica. La introducción dejaba en claro los objetivos de la maestra: brindar lecturas provechosas cuyo objeto era formar un lenguaje puro y un vocabulario variado y diverso. A este libro de lectura Clara lo ordenaba según cuestionarios con el fin de estimular en el estudiantado el establecimiento de relaciones entre sus vidas y las lecturas: reflexiones aplicadas luego en prácticas morales y decentes [...] el foco estaba colocado en la formación moral de niños y niñas". (Mosso)

En la lectura que dedica a hacer un "Paralelo entre Belgrano y San Martín, que incluye retratos de ambos y cuyo autor es Mitre, las palabras explicadas son fisonomía, ambiciones bastardas, la vulgaridad, poder magnético; el ejercicio de lenguaje exige indicar sinónimos para entenderse, abnegación, poderosa, elevada, mando, acciones, guerra, constancia y el cuestionario cierra con ¿Qué ejemplo nos da su conducta?, pregunta que hace referencia directa a estos dos hombres a los que considera naturalezas superiores." (Poggi)

"En el intento por escribir su libro, la maestra leyó textos del productor literario francés Javier Marmier (1808-1892) como así también novelas históricas defensoras de los derechos de las mujeres pertenecientes a los hermanos Pablo (1860-1918) y Víctor Margueritte (1866-1942). Este último fue un reconocido novelista nativo de Francia, autor dramático, activista pacifista y feminista. Además, el libro presentó fragmentos de las fábulas de Samaniego, interpretadas por M. de Toro y Gómez (como Adelina con su padre), del novelista romántico francés Víctor Hugo (1802-1885) y del periodista español José Selgas (1822-1882)." (Mosso)
"...entre lecturas argentinas, españolas y francesas la autora Clara de Toro armó un índice que subdividía temas generales en pequeños grupos donde relacionaba la familia-el hogar, la patria, la conducta-defectos y cualidades, la naturaleza y el trabajo-la escuela. El libro también osciló entre textos del químico español Enrique Herrero Ducloux (1877-1962), del catedrático rosarino Enrique Rivarola (1862), del químico francés Luis Pasteur (1822-1895), del poeta español Miguel Agustín Príncipe (1811-1863) y del escritor danés, famoso por sus cuentos para niños y niñas, Hans C. Andersen (1805-1875). (Mosso)
"Almas en flor dispersó lecturas compendiadas por la maestra autora. Las mismas podían transcribirse en decisiones específicas. [...], reparó no solamente en la importancia de los contenidos a enseñar sino también en los modos de aprender. Para que esto pasara, colocó detrás de las lecciones cuestionarios que llevaban a los y las estudiantes a la reflexión sobre lo que leían, en tanto pauta para el establecimiento de vínculos entre acciones e ideas" (Mosso). Al respecto decía: “Nuestro cuestionario tiende a acostumbrar al alumno a observar su propia conducta y a organizarla conscientemente de acuerdo con sus ideales”.
La tesista, sin embargo, no analiza "Batir de alas", su último libro, que tiene características estructurales semejantes pero propósitos diferentes, al estar destinado a estudiantes más pequeños. Lo explica ella misma en la Introducción. Hay que decir que, en primer lugar, la tipografía es de mayor tamaño, como era habitual en los textos para grados inferiores. Mantiene la explicación de vocablos y el cuestionario final que practicó en los anteriores.

He aquí la primera parte de la Introducción, en la que justifica los recursos que emplea. En la página siguiente agrega: "si bien hemos tratado de emplear generalmente las palabras más corrientes, para asegurar una más fácil comprensión, hemos querido, sin embargo, conciliar ésta con un enriquecimiento progresivo del lenguaje. Para ello empleamos de cuando en cuando palabras menos conocidas, cuyo significado está contenido en el Vocabulario que figura al final de la lectura. En el mismo Vocabulario indicamos a veces, a propósito de algún término de la lectura, una o más palabras de la misma familia, pues no sólo se enriquece así el lenguaje, sino que se acostumbra el niño a coordinar sus conocimientos."
"En los Cuestionarios, muy sencillos, naturalmente, como corresponde a la edad de los lectores, apunta el propósito que hemos desarrollado con aprobación de los Srs. Maestros en los libros más adelantados. Consiste en hacer reflexionar al niño acerca de lo que lee, después de haberse cerciorado de que lo ha comprendido." [5]
Además del Índice de lecturas con la numeración de las páginas respectivas, agrega otro Índice temático, que la autora denomina metódico, en el que las lecturas están agrupadas por motivos o asuntos comunes, como se dijo antes, tales como `Cuadros de la vida diaria´, por citar un ejemplo. Sus obras se reprodujeron a lo largo de muchos años, alcanzando hasta 30 ediciones en algunos casos.
En 1922 se la trasladó a la Escuela Normal de Profesoras. Sabemos que en 1927 también prestó servicios en dicho establecimiento.
[6] En las horas de Francés fue sustituida por Margarita Companc de Pérez Acuña.

No tenemos conocimiento de que haya producido textos para la enseñanza del Francés.
NOTAS:
[1] Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, residió en París, donde ejerció como profesor de la Asociación Politécnica y fue oficial de la Academia. Periodista, escritor, lexicógrafo, traductor y gramático, autor de obras filológicas e históricas, entre ellas un Diccionario enciclopédico de la lengua castellana. Colaboró en publicaciones periódicas como
Alrededor del Mundo (1903). En su condición de traductor, en 1885 se publicó la versión en español de
Rafael, de Alphonse de Lamartine. Nació en Andalucía en 1851 y falleció en 1922 en Buenos Aires. (Wikipedia).
[2] Miguel de Toro y Gisbert nació en Madrid en 1880 y falleció en Buenos Aires en 1966. Hijo de Miguel de Toro y Gómez citado arriba, polígrafo y destacado lexicógrafo, en París se formó en la universidad y trabajó como lexicógrafo para la editorial Larousse casi toda su vida. Responsable de la primera edición española del Pequeño Larousse ilustrado. Nacionalizado francés y enrolado en el ejército, por herida de bala en el hombro izquierdo perdió movilidad en ese brazo. En 1914 fue nombrado académico correspondiente en el extranjero (Francia) y mantuvo una intensa y continua participación en el Boletín de la Real Academia Española. Obtuvo el grado de Doctor en Letras por la Universidad de París en 1927 con una tesis titulada L’évolution de la langue espagnole en Argentine, posteriormente publicada en francés (1933). En 1932 defendió su segunda tesis doctoral, un fragmento del diccionario general de la lengua española, publicada al mismo tiempo que la primera también en París. Fue autor de obras de ortología, gramática y enseñanza de la lengua española. Entre ellas destaca su Ortología castellana de nombres propios (1911), cuya importancia y relieve en la filología hispanoamericana fueron subrayados por Cuervo en su carta prólogo. Merece una mención su Tesoro de la lengua española: ortografía, conjugación […] parónimos (1911, con una segunda edición en 1917). Como pionero de la lexicografía dialectal hispanoamericana y andaluza, merece una mención particular Americanismos (1912), sobre el léxico del español de América y Voces andaluzas (o usadas por autores andaluces) que faltan en el Diccionario de la Academia Española (1920) que, además de destacar por su exhaustividad, sobresale por su concepción moderna, compuesto a partir de un corpus primario de textos literarios y un corpus secundario de textos gramaticales y lexicográficos. <https://www.bvfe.es/es/component/mtree/autor/10770-toro-y-gisbert-miguel-de.html>
[3] Carlos Antonio Vicente de Toro, recibido de Ingeniero Civil en Francia, se radicó en Argentina luego de venir al país para la construcción del ferrocarril Rosario-Puerto Belgrano. Fue Jefe de la Seccional de Puentes y Caminos de la Nación en Mendoza (1903). Desempeñó luego el mismo cargo en San Juan, donde ocupó además cargos docentes en la Escuela de Minería y en el Colegio Nacional. Más tarde residió en Buenos Aires donde se diplomó en Ingeniería en Petróleo en la Universidad, pasando inmediatamente a ocupar altos cargos en Yacimientos Petrolíferos fiscales (YPF) desde 1930 a 1938. Más tarde ingresó a la Dirección de Minas del Ministerio de Agricultura donde permaneció por espacio de seis años integrando la planilla del personal superior. En el último período de vida fue Jefe de la Sección Explotaciones Petrolíferas de la Dirección de Minas y Geología de la Ciudad de Buenos Aires.
[4] Texto aprobado en mayo de 1923 y, nuevamente, en 1926. Revista
El Monitor de la Educación Común, Año 41, Nº 605, pág. 82, y Año 44, Nº 639, pág. 116.
[5] Batir de alas, pág. 4. (Edición 1935).
FUENTES:
Biblioteca Virtual de la Filología Española. Una herramienta para la sociedad. Sitio web https://www.bvfe.es/es/
Boletín Oficial de la República Argentina, 29/12/1927.
Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri".
Mosso, Agustina G. (2022). Maestras productoras de saberes. Prácticas de escritura, trabajo editorial y disputas intelectuales. Argentina, primeras décadas del siglo XX. Tesis de doctorado, UBA.
Poggi, Marta Mercedes (2020). "Entre la historia y la memoria. Manuel Belgrano en los libros escolares (1880-1930)". Instituto de Estudios Históricos, Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). En Anales de la Educación Común, Vol. 1, Nº 1-2.
República Argentina. Biblioteca Nacional de Maestros. Buenos Aires.
Revista El Monitor de la Educación Común. Número 627 (1925)
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