Entre los métodos principales de secado, se hallan:
1. Secado al aire.
Resulta más adecuado para grupos pequeños de libros y documentos húmedos o ligeramente mojados. Es un método barato, porque no requiere de equipos especiales, pero exige mucha mano de obra. El ambiente debe ser limpio, seco y ventilado, debe tener un intercambio de aire constante, la temperatura debe ser inferior a 20º C y la humedad, menor del 50%; de lo contrario es probable que desarrollen moho y que la distorsión sea extrema. El aire debe circular en todo momento; esto se obtiene con la instalación de ventiladores en la zona de secado para acelerar el proceso y reducir el crecimiento del moho.
Si los materiales se secan en el exterior debe recordarse que la una prolongada exposición a la luz solar directa puede decolorar las tintas y acelerar el envejecimiento del papel. Los ventiladores no deben dirigirse directamente a los documentos que se están secando. Es necesario intercalar hojas absorbentes cada cierto número de páginas, comenzando por el final del libro y dando vueltas las páginas con cuidado. Intercalar hojas con papeles porosos es útil, aun antes del secado por congelamiento, porque extrae la humedad existente y acelera el secado total. Se deben cambiar las hojas intercaladas, girando completamente el libro cada vez que se ejecute la tarea. Cuando el libro se encuentre seco pero frío al tacto, se cierra y se coloca plano sobre una mesa u otra superficie horizontal y se sostiene con un peso ligero.
No se debe intentar secar con este método, libros impresos en papel estucado, porque, en la mayoría de los casos, la única posibilidad de salvarlos radica en congelarlos, mientras se encuentran mojados y secarlos por congelación al vacío. Se debe revisar, a menudo, si existe crecimiento de moho, mientras se secan los libros. Se puede disponer de una sala con aire acondicionado, capaz de mantener una humedad relativa constante de 25 a 35 % y una temperatura entre 10 y 18º C. Entre las desventajas del secado al aire están la intensidad del trabajo, la continuación del proceso de distorsión y las manchas producidas por el agua y la eventualidad de que prolifere el hongo, aun después que los materiales parezcan secos.
2. Deshumidificación.
Se realiza mediante la colocación de grandes deshumidificadores comerciales en el edificio, con todas las colecciones, los equipos y los muebles en su lugar.
3. Secado por congelación.
Los materiales se colocarán en el congelador lo antes posible después de haberse mojado. Se debe mantener una temperatura no superior a los 23º C en el congelador. Los documentos se deben poner dispersos en el congelador para que se sequen más rápido.
4. Secado Thermalina o criogénico.
Fue creado para abordar la dificultad de secar grandes cantidades de libros raros, encuadernados en cuero o pergamino; nunca distorsiona los materiales. Para esta clase de secado, se emplean congeladores de aire forzado a temperaturas muy bajas.
5. Secado por congelación al vacío.
Para lograr el secado, se colocan los libros y documentos congelados en una cámara al vacío. Se extrae el aire, se introduce una fuente de calor y las colecciones, secadas a temperatura inferior a 0º C, permanecen congeladas.
6. Secado térmico al vacío.
Se extrae el aire, se introduce calor y los materiales se secan justo por sobre los 0º C, así permanecen húmedos mientras se secan. En este caso, es necesario reencuadernar y volver a colocar los libros en estuches, así como aumentar las estanterías y el espacio de almacenamiento.
Fuente: Lineamientos para la conservación de documentos en la Biblioteca Médica Nacional de Cuba. Lic. Arelys Borrell Saburit, Téc. Ana E. Cueto González, Téc. Deyamira Castillo Navarrete, Téc. Yanetsis Mazorra Fernández.
Fuente: Bibliotecas Escolares Argentinas
http://bibliotecasescolaresargentinas.wordpress.com/2013/04/08/rescate-de-emergencia-de-libros-y-documentos-mojados-metodos-de-secado/
Cuando los libros o los papeles se han mojado como consecuencia de un desastre relacionado con el agua, aumenta la posibilidad de la formación de hongos. Normalmente crecen sobre los materiales mojados en alrededor de cuarenta y ocho horas, y a veces antes.
QUE HAY QUE OBSERVAR?
Los hongos son organismos pluricelulares que excretan ácidos orgánicos, enzimas y pigmentos que degradan los soportes. Además provocan manchas irreversibles.
Los hongos se propagan diseminando numerosas esporas, las cuales se dispersan en el aire, viajan a nuevos sitios y pueden germinar. Cuando germinan aparece en la superficie de las hojas un moho visible con tejidos
parecidos a pelitos y apariencia de terciopelo. Los hongos excretan enzimas que les permiten digerir materiales orgánicos como el papel y las encuadernaciones de los libros, alterándolos y debilitándolos. Algunos hongos contienen sustancias coloreadas que pueden manchar el papel. Algunos (se conocen más de cien mil especies) pueden ser peligrosos para las personas y su salud. “Los brotes de hongos nunca se deben ignorar ni dejar que desaparezcan solos”.
OBJETIVO DEL RESCATE:
Recuerde que el objetivo es que el hongo se vuelva latente o pasivo.
HONGO ACTIVO: se observa suave y cubierto de pelusa.
HONGO LATENTE: se observa seco y polvoriento
PRINCIPIOS BÁSICOS DE RESCATE:
Si los libros están mojados o húmedos y Ud. no ha conseguido secarlos; lo mejor es congelarlos. De tal modo no se matan los hongos, pero se evita un mayor crecimiento hasta tener la oportunidad de secar y limpiar el material. Para evitar que las hojas se peguen entre sí es conveniente ponerles separadores, una sugerencia práctica en usar los separadores de alimentos para freezer que se adquiere en los supermercados. No suba la calefacción: elevar la temperatura no ayudar a secar a los libros ni al lugar donde están. El calor adicional en presencia de humedad conduce a que los hongos se desarrollen con más rapidez. Coloque ventiladores para hacer circular el aire y abra ventanas (a menos que la humedad sea más alta en el exterior. No se confié en su percepción personal sobre las condiciones climáticas, conviene chequear con la información que proporciona el servicio metereológico sobre nuestra ciudad). No apunte el ventilador directamente sobre el material porque puede dañar el papel o esparcir aún más las esporas de los
hongos.
La mejor solución es un espacio con aire acondicionado, que además le permita purificar el ambiente cada tanto. Básicamente el ambiente tiene que estar fresco, seco y con buena circulación de aire.
También se puede secar al sol, ya que la luz solar como la ultravioleta tornan latentes a algunos hongos, pero la humedad externa debe ser baja. (Recuerde: no se confíe en su percepción personal sobre las condiciones
climáticas, conviene chequear con la información que proporciona el servicio metereológico sobre nuestra ciudad). Recuerde que el sol destiñe, debe controlar y dejarlos por un tiempo determinado.
Algunas especies de hongos son tóxicas para las personas por lo cual si Ud. va a manipular un volumen importante de libros y/o papel; es conveniente el uso de guantes, delantal plástico y máscara protectora. No
es recomendable que esta tarea sea realizada por personas con problemas respiratorios y dermatológicos. Sino puede usar ropa desechable es conveniente que luego esa ropa sea lavada con lavandina.
Evite usar para la desinfección de los hongos, productos químicos en aerosol o limpiarlos con cloro, porque a menudo son ineficaces y provocan daños adicionales.
Si Ud. tiene que trasladar el material, hágalo en bolsas plásticas para evitar la contaminación de otros espacios mientras desplaza el material, pero evite que permanezcan mucho tiempo en estas bolsas porque se
fomenta un mayor crecimiento de hongos. El interior del lomo de un libro es un lugar particular donde crecen los hongos. Tendrá que ir controlando en el tiempo esta parte material del libro.
Cuando el hongo se vuelva latente o pasivo, puede limpiarlo con un pincel ancho o brocha suave, pero es preciso hacerlo con cuidado.
Cepille ligeramente los hongos para removerlos de la superficie del objeto. Esto debe efectuarse en el exterior o bien los hongos deben cepillarse hacia la boquilla de una aspiradora. No frote el pincel sobre el
papel porque puede hacer que se adhieran permanentemente a las fibras del papel los hongos.
PARA REGRESAR LOS LIBROS A LAS ESTANTERÍAS:
El espacio debe estar seco por completo antes de volver a colocar los materiales. Si permanece un olor a humedad en la sala, puede colocar envases abiertos de bicarbonato.
Seque y aspire los estantes. Según el material del que esté hecho la biblioteca se puede colocar alguna solución fungicida o en el caso que fuera de madera se le puede colocar cera microcristalina que aísla y protege. En todos los casos, tienen que asegurarse que el mobiliario y el espacio estén totalmente secos para reintegrar los libros.
A partir de este momento asegúrese que no haya un nuevo crecimiento de hongos. Examine los márgenes interiores de los libros, cerca de los nervios y dentro de los lomos.
Fuente: El manual de preservación de bibliotecas y archivos del Northeast Document Conservacition Center. Editado por Sherelyn Ogden. Tercera edición revisada y ampliada por el Centro Nacional de Conservación y Restauración . DIBAM. Santiago de Chile, 2000.
Las fotografías se deterioran en el agua con rapidez. Los hongos pueden crecer en 48 horas bajo una humedad relativa de 60% y una temperatura de 21º C. A menudo, ellos causan manchas permanentes y otros daños a las fotografías. Por estas razones, es necesario que las fotografías se sequen tan pronto como sea posible. Si no se pueden secar deberán ser congeladas.
1. Secado al aire.
Las fotografías pueden secarse al aire, si se dispone de personal espacio y tiempo.
Se deben esparcir las fotografías para que se sequen, con la imagen hacia arriba y colocándolas, en forma plana, sobre un material absorbente (papel secante, toallas de papel); los ventiladores aceleran el proceso de secado y minimizan el riesgo de crecimiento de hongos.
Los negativos deben secarse en posición vertical. Puede colocarse en una cuerda sosteniéndolos con sujetadores en sus bordes.
Las fotografías pueden enrollarse durante el secado. Estas pueden aplanarse posteriormente. Se puede conseguir papel secante en pliego y así abarcar una cantidad mayor de fotografías.
2. Congelación.
Si no es posible secar las fotografías al aire, congélelas. Envuelva o intercale papel encerado (papel manteca o similar) entre las fotografías antes de congelarlas. Intercale o envuelva las fotografías individuales o grupos de ellas antes de congelarlas con poliéster no tejido o con papel encerado. Esto facilitará separarlas cuando sean tratadas posteriormente (se pueden utilizar también los separadores de freezer que se venden en los supermercados).
3. Secado de fotografías congeladas.
El mejor método es que se deshielen, para luego dejarlas secar al aire.
4. Rescate de diapositivas.
Las diapositivas pueden enjuagarse y sumergirse en una mezcla de agua mineralizada y algún producto limpiador de diapositivas o detergente neutro (se consigue en droguerías o ferreterías). Si no se consigue un
producto de limpieza específico, utilizar sólo agua, y luego secarlas al aire.
Lo ideal es que las diapositivas se saquen de sus marcos para que se sequen y luego se monten de nuevo.
Fuente: Lineamientos para la conservación de documentos en la Biblioteca Médica Nacional de Cuba. Autores: Lic. Arelys Borrell Saburit, Téc. Ana E. Cueto González,Téc. Deyamira Castillo Navarrete, Téc. Yanetsis Mazorra Fernández. Disponible en
http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol12_5_04/aci12504.htm
Lectura recomendada: McCLEARY (John P.). Secado por congelación al vacío, método para salvar materiales de archivos y bibliotecas dañados por el agua: un estudio del RAMP con directrices / preparado por John M. McCleary /para el7 Programa General de Información y UNISIST. - Paris: Unesco, I987. viii, 110 p.; 30 cm. - (PGI-87/WS/7). Disponible en
http://unesdoc.unesco.org/images/0007/000750/075091so.pdf
SI APARECEN HONGOS…
Documento con infestación fúngica |
QUE HAY QUE OBSERVAR?
Los hongos son organismos pluricelulares que excretan ácidos orgánicos, enzimas y pigmentos que degradan los soportes. Además provocan manchas irreversibles.
Los hongos se propagan diseminando numerosas esporas, las cuales se dispersan en el aire, viajan a nuevos sitios y pueden germinar. Cuando germinan aparece en la superficie de las hojas un moho visible con tejidos
parecidos a pelitos y apariencia de terciopelo. Los hongos excretan enzimas que les permiten digerir materiales orgánicos como el papel y las encuadernaciones de los libros, alterándolos y debilitándolos. Algunos hongos contienen sustancias coloreadas que pueden manchar el papel. Algunos (se conocen más de cien mil especies) pueden ser peligrosos para las personas y su salud. “Los brotes de hongos nunca se deben ignorar ni dejar que desaparezcan solos”.
OBJETIVO DEL RESCATE:
Recuerde que el objetivo es que el hongo se vuelva latente o pasivo.
HONGO ACTIVO: se observa suave y cubierto de pelusa.
HONGO LATENTE: se observa seco y polvoriento
PRINCIPIOS BÁSICOS DE RESCATE:
Si los libros están mojados o húmedos y Ud. no ha conseguido secarlos; lo mejor es congelarlos. De tal modo no se matan los hongos, pero se evita un mayor crecimiento hasta tener la oportunidad de secar y limpiar el material. Para evitar que las hojas se peguen entre sí es conveniente ponerles separadores, una sugerencia práctica en usar los separadores de alimentos para freezer que se adquiere en los supermercados. No suba la calefacción: elevar la temperatura no ayudar a secar a los libros ni al lugar donde están. El calor adicional en presencia de humedad conduce a que los hongos se desarrollen con más rapidez. Coloque ventiladores para hacer circular el aire y abra ventanas (a menos que la humedad sea más alta en el exterior. No se confié en su percepción personal sobre las condiciones climáticas, conviene chequear con la información que proporciona el servicio metereológico sobre nuestra ciudad). No apunte el ventilador directamente sobre el material porque puede dañar el papel o esparcir aún más las esporas de los
hongos.
La mejor solución es un espacio con aire acondicionado, que además le permita purificar el ambiente cada tanto. Básicamente el ambiente tiene que estar fresco, seco y con buena circulación de aire.
También se puede secar al sol, ya que la luz solar como la ultravioleta tornan latentes a algunos hongos, pero la humedad externa debe ser baja. (Recuerde: no se confíe en su percepción personal sobre las condiciones
climáticas, conviene chequear con la información que proporciona el servicio metereológico sobre nuestra ciudad). Recuerde que el sol destiñe, debe controlar y dejarlos por un tiempo determinado.
Algunas especies de hongos son tóxicas para las personas por lo cual si Ud. va a manipular un volumen importante de libros y/o papel; es conveniente el uso de guantes, delantal plástico y máscara protectora. No
es recomendable que esta tarea sea realizada por personas con problemas respiratorios y dermatológicos. Sino puede usar ropa desechable es conveniente que luego esa ropa sea lavada con lavandina.
Evite usar para la desinfección de los hongos, productos químicos en aerosol o limpiarlos con cloro, porque a menudo son ineficaces y provocan daños adicionales.
Si Ud. tiene que trasladar el material, hágalo en bolsas plásticas para evitar la contaminación de otros espacios mientras desplaza el material, pero evite que permanezcan mucho tiempo en estas bolsas porque se
fomenta un mayor crecimiento de hongos. El interior del lomo de un libro es un lugar particular donde crecen los hongos. Tendrá que ir controlando en el tiempo esta parte material del libro.
Cuando el hongo se vuelva latente o pasivo, puede limpiarlo con un pincel ancho o brocha suave, pero es preciso hacerlo con cuidado.
Cepille ligeramente los hongos para removerlos de la superficie del objeto. Esto debe efectuarse en el exterior o bien los hongos deben cepillarse hacia la boquilla de una aspiradora. No frote el pincel sobre el
papel porque puede hacer que se adhieran permanentemente a las fibras del papel los hongos.
PARA REGRESAR LOS LIBROS A LAS ESTANTERÍAS:
El espacio debe estar seco por completo antes de volver a colocar los materiales. Si permanece un olor a humedad en la sala, puede colocar envases abiertos de bicarbonato.
Seque y aspire los estantes. Según el material del que esté hecho la biblioteca se puede colocar alguna solución fungicida o en el caso que fuera de madera se le puede colocar cera microcristalina que aísla y protege. En todos los casos, tienen que asegurarse que el mobiliario y el espacio estén totalmente secos para reintegrar los libros.
A partir de este momento asegúrese que no haya un nuevo crecimiento de hongos. Examine los márgenes interiores de los libros, cerca de los nervios y dentro de los lomos.
Fuente: El manual de preservación de bibliotecas y archivos del Northeast Document Conservacition Center. Editado por Sherelyn Ogden. Tercera edición revisada y ampliada por el Centro Nacional de Conservación y Restauración . DIBAM. Santiago de Chile, 2000.
RESCATE DE EMERGENCIA DE FOTOGRAFÍAS MOJADAS
Las fotografías se deterioran en el agua con rapidez. Los hongos pueden crecer en 48 horas bajo una humedad relativa de 60% y una temperatura de 21º C. A menudo, ellos causan manchas permanentes y otros daños a las fotografías. Por estas razones, es necesario que las fotografías se sequen tan pronto como sea posible. Si no se pueden secar deberán ser congeladas.
1. Secado al aire.
Las fotografías pueden secarse al aire, si se dispone de personal espacio y tiempo.
Se deben esparcir las fotografías para que se sequen, con la imagen hacia arriba y colocándolas, en forma plana, sobre un material absorbente (papel secante, toallas de papel); los ventiladores aceleran el proceso de secado y minimizan el riesgo de crecimiento de hongos.
Los negativos deben secarse en posición vertical. Puede colocarse en una cuerda sosteniéndolos con sujetadores en sus bordes.
Las fotografías pueden enrollarse durante el secado. Estas pueden aplanarse posteriormente. Se puede conseguir papel secante en pliego y así abarcar una cantidad mayor de fotografías.
2. Congelación.
Si no es posible secar las fotografías al aire, congélelas. Envuelva o intercale papel encerado (papel manteca o similar) entre las fotografías antes de congelarlas. Intercale o envuelva las fotografías individuales o grupos de ellas antes de congelarlas con poliéster no tejido o con papel encerado. Esto facilitará separarlas cuando sean tratadas posteriormente (se pueden utilizar también los separadores de freezer que se venden en los supermercados).
3. Secado de fotografías congeladas.
El mejor método es que se deshielen, para luego dejarlas secar al aire.
4. Rescate de diapositivas.
Las diapositivas pueden enjuagarse y sumergirse en una mezcla de agua mineralizada y algún producto limpiador de diapositivas o detergente neutro (se consigue en droguerías o ferreterías). Si no se consigue un
producto de limpieza específico, utilizar sólo agua, y luego secarlas al aire.
Lo ideal es que las diapositivas se saquen de sus marcos para que se sequen y luego se monten de nuevo.
Fuente: Lineamientos para la conservación de documentos en la Biblioteca Médica Nacional de Cuba. Autores: Lic. Arelys Borrell Saburit, Téc. Ana E. Cueto González,Téc. Deyamira Castillo Navarrete, Téc. Yanetsis Mazorra Fernández. Disponible en
http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol12_5_04/aci12504.htm
Lectura recomendada: McCLEARY (John P.). Secado por congelación al vacío, método para salvar materiales de archivos y bibliotecas dañados por el agua: un estudio del RAMP con directrices / preparado por John M. McCleary /para el7 Programa General de Información y UNISIST. - Paris: Unesco, I987. viii, 110 p.; 30 cm. - (PGI-87/WS/7). Disponible en
http://unesdoc.unesco.org/images/0007/000750/075091so.pdf
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