7/12/12

Haciendo Memoria


Memorias de 1958

Dos ex-alumnos de la Escuela Normal de Quilmes nos hacen llegar sus recuerdos de los episodios en los que se involucraron en la primavera de 1958, cuando en la Nación se debatía la opción entre la educación "laica" o "libre". Como introducción, aportamos extractos de publicaciones académicas sobre la controversia. Al pie de la nota puede consultarse una nutrida bibliografía.


Dice Eduardo Díaz Guijarro*:

Para los jóvenes de hoy parece normal que junto a las universidades estatales existan otras privadas. Muchos creen que siempre fue así; otros sostienen que es una consecuencia natural de la ley de la oferta y la demanda.
Sin embargo, hace cincuenta años muchos argentinos salieron a la calle y quedaron afónicos en medio de las manifestaciones, cuando no existían las universidades privadas y el tema de la enseñanza se debatía con vehemencia.


*Programa de Historia de la FCEyN, UBA. En La Ménsula, Año 3 Nº 7, abril 2009.

Dice Valeria Manzano**:

Durante septiembre y octubre de 1958, los medios periodísticos de la Argentina se sorprendían de la “gimnasia rebelde” que desarrollaban los estudiantes secundarios identificados con la causa “laica” -quienes se oponían a que las universidades privadas otorgasen títulos que habilitaran al ejercicio profesional- y, en menor medida, quienes lo hacían con su opuesta, la “libre”. Esa “gimnasia” incluía la toma de escuelas y las movilizaciones que podían culminar con cientos de chicas y chicos en diferentes comisarías -como sucedió el 5 de septiembre, por ejemplo. Para la prensa, el Jefe de Policía, el Ministro de Educación y el presidente Arturo Frondizi (1958-1962), esa “gimnasia” obedecía a la escasa cultura cívica que los estudiantes habrían recibido en la “década anterior” -en referencia a la peronista (1946-55)- y a la erosión de los “principios de autoridad y disciplina”[1].

A fines de agosto de 1958, el entonces presidente Arturo Frondizi comunicó su decisión de reglamentar el Artículo 28 del decreto ley 6.403, promulgado en diciembre de 1955, por el cual se establecía la posibilidad de que las universidades particulares, o “libres”, expidieran títulos que habilitasen a sus egresados a ejercer profesionalmente. El Artículo 28 había despertado un intenso debate y una primera oleada de movilizaciones de la comunidad universitaria a comienzos de 1956 y las autoridades del gobierno del general Pedro E. Aramburu decidieron posponer su reglamentación hasta que se regularizara la situación parlamentaria, lo que por fin sucedió –aunque con el Partido Justicialista proscripto– con las elecciones de febrero de 1958. Cuando tuvo lugar, el debate parlamentario fue precedido y acompañado por una de las movilizaciones estudiantiles de mayor alcance en la historia argentina del siglo XX. Estudiantes universitarios y secundarios –junto a profesores e intelectuales– fueron protagonistas de una batalla cuya trascendencia, se afirmaba, excedía con mucho la letra del Artículo. Para los estudiantes que colmaron las calles y ocuparon facultades y escuelas pronunciándose por la derogación del Artículo 28, la opción parecía sencilla: la persistencia y expansión de una educación superior “laica” debía defenderse ante el avance del clero y “los monopolios”, o las fuerzas que, se creía, impulsaban la “libertad de enseñanza”.

La movilización desplegada por los estudiantes secundarios de los colegios públicos marcó uno de los aspectos más originales de las batallas de los laicos. [...] Los combates callejeros entre estudiantes secundarios dominaban, en efecto, la crónica periodística. [...] ¿Qué había pasado con esos miles de estudiantes que protagonizaron las batallas de los “laicos”? 


[1] Ver, entre otras, “Declaraciones”, Clarín, 16 de septiembre de 1958, pág. 20; “El Jefe de Policía analizó ciertos hechos de actualidad”, La Prensa, 30 de septiembre de 1958, pág. 8; “El acatamiento a la ley”, La Nación, 5 de octubre de 1958, pág. 6; “Se debe evitar el naufragio de la juventud”, La Razón, 9 de octubre de 1958, pág. 17.

Fuentes: “Cultura, política y movimiento estudiantil secundario en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX”, Valeria Manzano, publicado en Propuesta Educativa Número 35 – Año 20 – Jun. 2011 – Vol. 1 – Págs. 41 a 52.

"Las Batallas de los “laicos”: movilización estudiantil en Buenos Aires, septiembre - octubre de 1958", Valeria Manzano, publicado en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera serie, núm. 31.

*Dra. en Historia (Indiana University, 2009) y becaria post-doctoral de la Universidad de Chicago y el American Council of Learned Societies (2010-2011); Prof. adjunta en IDAES-UNSAM. Ha investigado la emergencia de culturas juveniles en la Argentina desde las perspectivas de la historia cultural, política y sexual, la base de su futuro libro (2012). E-mail: amanzano@umail.iu.edu

100º ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA ESCUELA NORMAL 
Julia Marta Rossignol 

Hace pocos días tuvimos la alegría de asistir a los festejos de la Creación de la Escuela Normal, nuestra escuela. 

Muchas cosas se dijeron con respecto a la historia y los protagonistas, fue una sucesión de recuerdos y emociones y muchas quedaron, acaso episodios que se perdieron en la memoria colectiva.
Hay un hecho en especial que quiero volcar en palabras para que quede como testimonio de un capítulo importante de esta historia. 

Estuvimos presentes gran parte de la promoción de 1962, es decir los alumnos que cumplimos 50 años de egresados, exactamente en el aniversario número 100 de la escuela, pero hay un detalle: ingresamos a primer año en 1958. 

Ese año se produjo un fuerte choque social y político por la Educación Laica y la Educación libre. Los jóvenes que luchábamos por la educación laica adheríamos con pasión a los postulados de la Ley 1420: Educación laica, gratuita y obligatoria. Quienes sostenían la promoción de la educación “libre” querían que las Universidades Católicas otorgaran títulos oficiales de la misma validez que los que otorgaban las Universidades públicas. 

El debate fue intenso, los hermanos Arturo y Risieri Frondizi se enfrentaron ideológicamente y la sociedad estaba en estado de debate. Es bueno recordar una sociedad conmovida y movilizada por la educación. 

Los jóvenes laicos nos poníamos una cinta violeta en la solapa y los jóvenes libres, una cinta verde. Así salimos a las calles y así “tomamos la Escuela” No me puedo imaginar a mi misma y a mis compañeras con nuestros guardapolvos de tablitas impecables, cuellitos y puños rigurosamente abrochados, a nuestros compañeros con traje, corbata y mocasines, pero fue así, tomamos la escuela. No lo hicimos para pedir calefacción, ni mejores baños, ni un kiosco escolar, no, lo hicimos por una convicción difícil de entender. 

Teníamos trece y catorce años y seguíamos a los compañeros de los años superiores que se convirtieron en improvisados conductores. No hubo inconvenientes, no hubo destrozos, pero la Escuela Normal de Quilmes fue una de las escuelas secundarias tomadas en el país en defensa de la educación laica. 

En Buenos Aires se produjo una convocatoria importante el 15 de setiembre en defensa de la Educación libre. El 17 de setiembre fue la convocatoria de los laicos y muchos de nosotros allá fuimos. Tuvimos miedo en el tren cuando vimos recorrer los vagones a los grupos con cintas verdes y una vez en la Capital conocimos el sabor agrio de los gases lacrimógenos. Esa noche no se pudo volver y hubo que quedarse en la casa de abuelos y tíos. Teníamos trece años!! 

Recordamos muchas veces esta lucha. Cuando Stella Maris Bertinelli estaba escribiendo “Cuatro chicas rubias” manteníamos correspondencia literaria y personal. Entre los recuerdos estaba esto de corroborar los colores, si, eran violeta y verde, no tuvimos dudas, como tampoco dudamos a la hora de poner nuestra energía juvenil, nuestra pasión y nuestra seguridad por los primeros ideales que marcaron nuestras vidas. 

Julia Marta Rossignol de Girón  
(Promoción 1962)
Ex alumna de la Escuela Normal 
de Quilmes en su Centenario. 
12/11/2012


LAICA O LIBRE 
Ariel Ghizzardi

“Siempre el coraje es mejor, 
la esperanza nunca es vana” 
J. L. Borges, “Jacinto Chiclana” 
(poema, luego milonga con música de A. Piazzolla) 

¿Cómo recordar, tantos años después, lo que significaron esas dos palabras para un adolescente que quería un mundo mejor? Formado en una familia con fuerte tradición docente (madre, tías, primas, todas maestras normales), y habiendo leído al comienzo de ese año ‘58. La Madre, de Máximo Gorki, siendo yo un pichón de comunista cruzado con anarquista, no había más actitud posible que portar con orgullo la cinta violeta de la enseñanza laica, ya que los verdes – el nefasto enemigo del progreso encarnado por la iglesia católica y los conservadores- era el enemigo frente al que no cabía más que la resistencia, tal como a mis sesenta y ocho años lo sigue siendo. 

Educado por mi familia en la convicción de que la educación laica en manos del Estado (la de la Ley 1.420 y todas las que reflejan su espíritu) era una conquista para los pobres – yo ya decía proletarios – que había que defender, no tuve ninguna vacilación con respecto a que partido tomar en esa disyuntiva. Mis contactos con la Federación Juvenil Comunista ya me habían dado elementos para saber que, si bien la 1.420 era una necesidad de la burguesía nacional para manejar el aluvión inmigratorio, también era un avance para las masas iletradas: no hay socialistas analfabetos. Más tarde racionalicé e hice más complejos los argumentos y de allí surgen estos recuerdos, que intentan reflejar como viví y como fueron (y son) para mí las cosas que sucedieron en esos tensos meses de 1958. 

Todo empezó para mí como el anuncio de una ofensiva a favor de la educación privada que estaban preparando “ellos”: la Iglesia, los conservadores, los enemigos de la educación para todos. Y digo para todos porque ya en aquella época no me gustaba la palabra pueblo: entonces - y ahora - significa un gallinero demasiado amplio, en el cual no me encuentro cómodo, ya que no soy gallo ni gallina. Y con el recuerdo que los aviones que bombardearon Plaza de Mayo de 16 de junio de 1955 y que mataron más de 400 personas, también lucían la leyenda “Cristo vence”, la misma que los defensores de la “enseñanza libre” nos refregaban en la cara. 

Y así fue que participé (no demasiado) en la toma del Anexo. Es hora de decir que yo ingresé en el ´57 en el Colegio Nacional de Quilmes, y como consecuencia de una no muy buena conducta (lo del ‘58 tuvo algo que ver, pero no fue determinante) me dieron en el ´59 el pase libre, momento en que mi madre (egresada del la ENNMQ, 1932) decidió que sería alumno de la Normal, de donde egresé en 1961 como Maestro Normal Nacional, un hecho importante en mi vida. 

Volviendo al tema, hay que decir que los colegios tomados fueron la expresión de una juventud que rechazaba el avance clerical y conservador sobre la educación pública. Y ha de decirse que los padres de aquel grupo de “quilomberos” consentían, cuando no apoyaban, la actitud de sus hijos. 

Y a ello debe agregarse que percibíamos que el laicismo impregnaba a buena parte de los actores de la enseñanza media y no sólo a los estudiantes. Los docentes y directivos de las escuelas secundarias públicas en el área metropolitana, como sus pares en la educación superior, abrazaban también la causa laicista. Muchos docentes de escuelas medias y primarias suponían que la "libertad de enseñanza" a nivel de la educación superior despejaría el camino para la reposición de la enseñanza religiosa en los niveles inferiores. El laicismo confeso de muchos docentes creaba un clima favorable -o al menos, no hostil- para nuestro activismo estudiantil. 

Fue mi experiencia primera en la lucha en contra del orden establecido. De ella me quedan recuerdos puntuales que valoro como joyas de mi memoria: la participación en esa lucha junto con muchos compañeros de estudios, entre ellos el “Loco” Néstor Sala, masacrado en forma infame por la dictadura en Margarita Belén; la resistencia ante el intento de desalojo policial del edificio del colegio, mi primer contacto con los gases lacrimógenos, la entrevista que nos concedió a un grupo de alumnos el Dr. Alfredo Palacios, el haber ido con mi gomera a la manifestación de mediados de septiembre del ’58 en la Plaza del Congreso, donde rompí el vidrio de una ventana del “honorable recinto” de un gomerazo y recibí en pago un fustazo de los cosacos (así llamábamos a esa mierda a la que otros llaman policía montada) que me cruzó el lomo del hombro izquierdo al muslo derecho y me obligó a dormir boca abajo quince días. Y por sobre todas las cosas, aprendí que no importa tanto que se gane o se pierda, como el hecho de no ceder sin lucha ante lo impuesto por el poder de las clases dominantes. Como dijeron en su ocasión Emiliano Zapata y luego la Pasionaria: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”

Pero, por sobre todo, el hecho que una personalidad como Palacios explicara a un grupo de pibes insurrectos lo que estaba en juego con el Art. Nº 28 del Decreto-Ley Nº 6.403/55, me enseñó que lo que necesitamos no es conductores (como el ganado o los vehículos, que no piensan por si mismos) sino representantes, hombres o mujeres que digan en nuestro nombre y por nuestro mandato lo que pensamos. O sea: quien quiera ser ganado o vehículo, quien necesite pastor o conductor, que lo haga. Yo aprendí en el ´58 la diferencia entre ganado y ciudadano y gracias a eso me cambió la vida. El que firma, no es ganado ni vehículo.


Ariel Ghizzardi, 2º 5ª
Colegio Nacional de Quilmes
(Curso que funcionaba en el "Anexo" 
o Departamento de Aplicación)
Promoción 1961, Normal de Quilmes

Ver otras opiniones en:
http://laicaolibre.blogspot.com.ar/ , de Amílcar Romero (quilmeño)
Jarolavsky, Jorge (1972) “Laica o Libre” en Los nuevos equilibrios. CEAL, Buenos Aires, pp. 113-140.
Art. 28 del Decreto Ley 6403/1955, en Poder Ejecutivo Nacional, Ministerio de Educación y Justicia, Despacho General (1957). La Revolución Libertadora y la Universidad 1955-1957. Publicación Oficial, Buenos Aires, p. 65.
Domingorena, Horacio O. (1959) Artículo 28. Universidades Privadas en la Argentina. Sus antecedentes. Buenos Aires, Ed. Americana. Hay reedición de 1989.
José Zanca, Los intelectuales católicos y el fin de la cristiandad (1955 – 1966), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica – Universidad de San Andrés, 2006.
Sanguinetti, Horacio. “Laica o libre. Los alborotos estudiantiles de 1958”, Todo es Historia, núm. 80, enero de 1974, pp. 8-23.
Carlos Ceballos, Los estudiantes universitarios y la política, 1955-1970, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1985, pp. 15-21. 
Mario Toer (coord.), El movimiento estudiantil de Perón a Alfonsin, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988.
Sarlo, Beatriz. La batalla de las ideas (1943 –1973), Buenos Aires, Ariel, 2001.
Berguier, Ruben; Hecker, Eduardo; y Schifrin, Ariel, Estudiantes secundarios, sociedad y politica, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1986.
Baruch Bertocchi, Norberto (1987): Las universidades católicas, Buenos Aires, CEAL.
Kleiner, Bernardo (1964). 20 Años de Movimiento estudiantil reformista (1943-1963). Buenos Aires, Ed. Platina.
Campobassi, José S. (1964). Ataque y defensa del laicismo escolar. Buenos Aires, Ed. Gure.
"Discurso radial pronunciado por el Ministro de la Nación, Dr. Atilio Dell´Oro Maini", el 2 de marzo de 1956”, en  La Revolución Libertadora y La Universidad 1955-1957, Poder Ejecutivo Nacional, Ministerio de Educación y Justicia, Despacho General, Buenos Aires, 1957 (1958), pp. 166-173.
Torrassa, Atilio E. (1959) Legislación Escolar Argentina. T. II Enseñanza Secundaria, Normal y Especial. Buenos Aires, Ediciones de Sarmiento. También T. I Enseñanza Primaria y T. III La Universidad. la Reforma del 18 y el avance reaccionario de la última época.
Bravo, Héctor Félix (1984) El Estado y la enseñanza privada. Buenos Aires, Editorial de Belgrano.
Dabove, Albino (1994) Escuela Pública o Privada. Buenos Aires, Ed. Bonum.
Di Stefano, Roberto y Zanatta, Loris (2000). Historia de la iglesia argentina : Desde la Conquista hasta fines del siglo XX. Grijalbo.
Moscatelli, Mirta y Fernández, María del Carmen. "Libertad de enseñanza y Universidades Libres. La mirada de la revista Criterio (1955-58)", en Ascolani, A. (comp.) El Sistema Educativo en Argentina. Civilidad, derechos y autonomía, dilemas de su desarrollo histórico. Rosario, laborde editor, 2009, pág. 287-309.
Véase así mismo http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/11/una-pagina-de-ayer-para-un-centenario.html y su comentario.

SILENCIAR CONCIERTO DE VIVALDI PARA OÍR EL VIDEO HACIENDO CLICK EN LA TECLA II EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA.


No hay comentarios:

Publicar un comentario