OTRAS NORMALES, OTROS CENTENARIOS

Sobre la Escuela Normal Rural de San Isidro, 
Catamarca (3)

El Monitor de la Educación Común, publicación oficial del Honorable Consejo Nacional de Educación, nos informa en marzo de 1913  (pág. 237) sobre las deficiencias del edificio cedido por Gobierno de la Provincia para el desarrollo de sus actividades iniciadas el año anterior, al igual que la nuestra.

En el artículo, el autor (nada menos que el Vocal Comisionado para Escuelas Normales Dr. Carlos Ibarguren) deplora "el malísimo estado de sus condiciones higiénicas generales y, particularmente, en lo que respecta al servicio sanitario."

..."más la escasa dotación de material de enseñanza, la inconveniente situación del establecimiento, próximo á [sic] las escuelas normal de maestras y regional de varones, y , muy especialmente, la falta de un plan de estudios que le dé un carácter concordante con su clasificación de rural..."

Después de exponer las cifras de inscriptos, distribuidas por sexo y Departamento, postula "la necesidad de trasladas esta escuela á [...] un centro de población más apropiado, dentro de la misma Provincia."

El autor se explaya largamente, a continuación, sobre las altas funciones que deben llenar las Escuelas Normales en general y sobre las gestiones realizadas por él mismo ante las autoridades de La Rioja y de Catamarca con respecto a las escuelas primarias, con particular referencia a las establecidas por la Ley 4874 (conocida como Ley Láinez).

Sugiere: 1) "Vincular estrechamente la Escuela Normal con la sociedad ... [poniendo] el salón de actos públicos á [sic] la disposición de las asociaciones educativas, de beneficiencia ó [sic] de cooperación y solidaridad social". 2) "Difundir la enseñanza mediante conferencias públicas sobre temas científicos, sociales, artísticos, etc., que puedan ser pronunciadas por profesores ó [sic] por personas competentes y honorables ajenas al personal docente. 3) Dotar de buenos libros á [sic] esos institutos y abrir al público sus bibliotecas." ... 4) "Estimular el estudio fuera de las aulas...".

Más abajo reflexiona sobre el aumento de la cantidad de mujeres aspirantes a la docencia y la disminución de los hombres, tendencia que apoya con los siguientes argumentos, ya señalados por muchos investigadores de la cuestión: "Ella tiene, entre nosotros, un escenario todavía limitado para el trabajo y el magisterio la atrae con ventaja. La mujer al educar al niño ejerce una función derivada de su propia naturaleza y prolonga en la escuela la acción de la madre en el hogar. Para la infancia la docencia femenina supera á [sic] la viril porque la anima el sentimiento maternal. ... La enseñanza del hombre es más adecuada para el adolescente y, sobre todo, para el púber." (pág. 238)

También propone el incremento de la asignación de becas y una adjudicación más conveniente de las mismas, cuestión en la que se detiene manifestando sus opiniones.

Así mismo, insiste en la necesidad de resolver sin demora el problema "de la formación de maestros rurales." 

Consecuencia de este pormenorizado informe, el Honorable Consejo adopta -entre otras resoluciones que no mencionaremos aquí- el día 29 del mismo mes, las siguientes disposiciones:

A juzgar por las informaciones periodísticas que recogimos en nuestras entradas del 9 de abril  y del 19 de mayo últimos, la Escuela Normal de San Isidro permaneció allí.

Fuente: Revista El Monitor del Educación Común, marzo 1913, en repositorio.educacion.gov.ar (Monitor_6732)