Los archivos de la Argentina
"Se debe garantizar una historia documentada y testimoniada. Sólo así nos aseguraremos de que las futuras generaciones festejarán los 300 años."
Liliana Winkelmann*
28/05/2010
Hemos cumplido 200 años, que se recuerdan y se documentan gracias a fuentes primarias como son las de los "documentos", que permitieron construir esta historia que nos identifica, dándonos nuestra identidad como Estado, país y república.
Pero como licenciada en Archivología y habiendo tenido la suerte de trabajar y conocer la mayoría de los archivos de mi país, como así también muchos latinoamericanos y europeos, es que me permito realizar una mirada comparativa y expresar mi profundo estado de angustia. Esta tristeza obedece al desinterés que tienen algunos gobernantes, al momento de incorporar los archivos dentro de las políticas públicas de Estado, ofreciendo así garantías para conservar y preservar los fondos documentales, guardados en distintos reservorios, cuyo material conforma el patrimonio documental de nuestro país, que llevan impreso la Historia Argentina y son los que nos permitieron festejar el Bicentenario.
Datos preocupantes. Hay datos que realmente nos asustan, cuando sabemos que casi 80 por ciento de los archivos del país se encuentra en estado de hacinamiento, en riesgo de perder todos sus fondos documentales y que sólo de 15 a 20 por ciento está a cargo de profesionales que guardan y velan por la preservación documental; que entre 80 a 90 por ciento de los archivos se halla a cargo de empleados que han sido castigados por las mismas administraciones y que 90 por ciento de los idóneos a cargo de los archivos se manejan sólo con la buena voluntad de la práctica, ya que no reciben capacitación alguna.
Argentina es uno de los pocos países latinoamericanos que no cuenta con un Sistema Nacional de Archivo, en el que se delineen las políticas técnicas para conservar nuestra documentación. En la mayoría de los casos, el patrimonio documental, a nivel nacional y provincial, se halla en guarda de empresas tercerizadas, las cuales en su gran mayoría no tienen personal capacitado o académico en materia archivística.
Por ello, es necesario que nuestros gobernantes -al momento de establecer políticas públicas- puedan considerar a los archivos como instituciones establecidas dentro de las orgánicas, a las que se les adjudican presupuestos y no quedan en el desinterés y el anonimato absoluto o, simplemente, como meros depósitos.
Son los representantes del pueblo los que deberían asumir el fiel compromiso de velar por el patrimonio, tal como lo establece nuestra Constitución.
En virtud de esto me pregunto: ¿habrá llegado el momento de saber si a nuestros gobernantes les interesa mantener viva la memoria y la historia? ¿Tendrán deseo de organizar los archivos de la administración pública para que queden transparentadas sus gestiones?
No podemos como argentinos permitir que el acervo documental que registra y testimonia la historia provincial y nacional quede en manos de los que no son responsables de preservarla.
Somos nosotros los que debemos garantizar que nuestra historia quede testimoniada documentalmente y que no sea sólo trasmitida por unos pocos memoriosos que la registran en su saber, o simplemente queden como leyendas.
Partiendo de este conocimiento, nuestro compromiso debe ser el de garantizar una historia documentada y testimoniada. Sólo así nos estaremos asegurando de que dentro de un tiempo, futuras generaciones festejarán los 300 años de la Argentina.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/opinion/los-archivos-de-la-argentina
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