SEGURIDAD EN EL TRABAJO
Riesgos para la salud en archivos
Tipos de peligros, prevención, neutralización de las contingencias y recomendaciones para el personal, son algunos conceptos claves para fortalecer una cultura de cuidado en todo el archivo.
por Susana González
sgrestauro@gmail.com.ar
Lic. Conservación y Restauración Bienes Culturales –
Universidad Nacional de las Artes
Los archivos se encuentran dentro del grupo administrativo de “oficinas”, clasificación que no tiene en cuenta factores de riesgos que se hallan sólo en ese ámbito.
Entre los riesgos más habituales se encuentran
los químicos, físicos, biológicos y los ergonómicos.
El reconocimiento de la exposición de riesgos, y la evaluación de pérdidas potenciales, son elementos básicos para un buen programa de salud ocupacional. Por lo general, los peligros se dividen en cuatro categorías. Los primeros son los riesgos químicos, que incluyen neblinas, vapores, gases, humos metálicos, polvos, líquidos y pastas cuya composición química pueda crear problemas.
Los físicos, entre los que se encuentran ruidos, radiación, temperaturas extremas, iluminación, vibración, microondas, rayos láser y radiación infrarroja ultravioleta. También los biológicos que considera a los insectos, moho, hongos, bacterias, virus, parásitos, gastrointestinales y otros agentes. La última categoría corresponde a los riesgos ergonómicos y tiene que ver con la interacción hombre/maquina/ambiente para que esta sea segura, eficiente y tan cómoda como sea posible. Tanto el aspecto psicológico como el fisiológico son importantes.
El mantenimiento del ambiente como primer paso La manipulación de los documentos de archivo requiere cuidados especiales, tanto para los empleados administrativos, del repositorio y los usuarios. Es importante la protección personal con guantes y mascarillas o barbijos apropiados, aunque esto no garantiza en absoluto impedir la contaminación. A nivel internacional, se acordó que el mantenimiento adecuado del ambiente es la vía más efectiva para evitar y controlar la contaminación. La reducción de la humedad y el incremento del flujo de aire inactivan y eliminan el crecimiento fúngico. Pero algo que resulta inevitable es la manipulación del material que ya ha sido contaminado antes de su ingreso, o bien por malas condiciones de guarda en el archivo.
Factores contaminantes biológicos
Los documentos impresos son una fuente nutricional para diferentes organismos y microorganismos, no sólo porque la naturaleza constitutiva de su soporte es el papel, sino por todos los compuestos orgánicos que intervienen en su manufactura (las tintas, colas vegetales y animales, además de materiales de encuadernación como cartones, cueros y telas).
Los agentes biológicos que comúnmente afectan los materiales impresos son los microorganismos, insectos y roedores. Los hongos también son un factor de riesgo para el hombre y su desarrollo se dará cuando las condiciones ambientales le sean propicias (a partir de 22° C y humedad relativa superior al 65%.). Si el material es infectado por hongos, el riesgo de que el foco de infección se extienda rápidamente es muy elevado, ya que su reproducción es a través de esporas, transportadas por el viento o la ropa de las personas que entran en contacto con ellas.
Los insectos comúnmente hallados en los archivos son los pececillos de plata o lepismas, los psócidos (también conocidos como piojos de libros) y las cucarachas. Las lepismas pueden tener hasta 12,5 mm de longitud; se alimentan del apresto del papel (especialmente al papel lustroso) y dañan tanto las encuadernaciones de los libros como el papel tapiz para llegar a los adhesivos subyacentes. Prefieren las áreas oscuras y húmedas que no son perturbadas por largos períodos de tiempo.
Los psócidos se alimentan de hongos microscópicos que crecen en el papel, por lo que su presencia usualmente indica un problema de humedad en el depósito. Son mucho más pequeños que las lepismas y también pueden comer engrudos y gomas, pero no producen huecos en el papel.
Las cucarachas son omnívoras, pero les gustan especialmente los materiales que contienen almidón y proteínas; se comen las páginas de los libros, las encuadernaciones, los adhesivos, el cuero y el papel tapiz. Mastican y horadan el papel y las encuadernaciones, pero también pueden manchar gravemente los materiales con sus secreciones.
¿Cómo ingresan los insectos a un archivo?
Además de los propios libros y documentos pueden acceder a través de ventanas y puertas inadecuadamente selladas o abiertas, conductos de aire y respiraderos. Las plantas cercanas a un edificio también proporcionan un excelente hábitat para los insectos, que luego pueden migrar.
El mantenimiento de las condiciones climáticas recomendadas para la preservación de libros y papel ayudará a controlar los insectos. Se recomienda mantener un clima moderadamente fresco y seco, evitando las fluctuaciones bruscas de temperatura y humedad relativa. Estas deberían mantenerse en valores aproximados a los 20°C y 50% respectivamente. Otros métodos, como la fumigación y la gasificación, son muy utilizados en archivos para la eliminación de insectos. En general se utilizan insecticidas de base piretroides teniendo en cuenta los recaudos necesarios para evitar reacciones adversas en personas.
Los hongos tienen una gran capacidad para crecer en diferentes sustratos, en una amplia gama de condiciones ambientales, permitió a algunos de ellos colonizar tejidos vivos de animales y ser responsables de muchas formas de enfermedades. Producen metabolitos tóxicos cuando se ingieren, o alérgenos cuando se inhalan o entran en contacto de cualquier otra forma. Muchas de las enfermedades se originan por la inhalación y son de naturaleza respiratoria incluyendo la más común, la histoplasmosis, que está vinculada a ciertos ascomicetos. Los aspergilli patogenéticos o toxigénicos han sido reconocidos en todos los grupos de especies, con la excepción de siete de ellos.
El aspergilli causa tres tipos de enfermedades; dos de ellas afectan al hombre. La micosis (primaria o secundaria) resultante de la invasión de tejido vivo por los hongos. También la alergia, que está asociada a la inhalación de la conidia u otros contactos con el hongo. Según informes médicos, los aspergillius son patógenos respiratorios.
La micosis es una infección producida por los hongos microscópicos y toman su nombre de la parte del organismo que invaden, o del hongo que las causa. En el caso de los archivos existen reacciones alérgicas por inhalación de las esporas y aunque algunas enfermedades alérgicas, como el asma, se ocasionan debido a la presencia de hongos. Existen micosis diversas que presentan síntomas característicos. Las superficiales pueden producirse por el contacto con documentos infectados (generalmente soporte papel), afectando la piel y las mucosas. Las esporas de la documentación con hongos penetran en el organismo por inhalación, y pueden producir infecciones pulmonares de diversa índole. En general las micosis son de evolución sub aguda o crónica, pueden ser letales o durar años. Entre los distintos tipos de micosis se encuentra la oculomicosis ojos (superficie de la cornea); otomicosis oído (conducto auditivo externo); subcutáneas piel (tejido celular, huesos y viseras) y oportunistas cavidades (se generan dentro de estas).
Aquellos archivos que carecen de programas integrales de conservación, se convierten en verdaderos nidos para el cultivo de hongos no sólo en soporte papel (planos, pergaminos, fotografías, cuero y nuevas tecnologías). Esto hasta ahora refiriéndonos solo a los documentos ya que debido a estas degeneraciones bacterianas los archivistas se verán severamente afectados, convirtiéndose en el mayor de los casos en víctimas inocentes e ignorantes.
Las infecciones micóticas son causadas por hongos que pueden vivir en la piel y que pueden habitar en los tejidos muertos del cabello, uñas y capas externas de la piel. Entre las infecciones micóticas se pueden mencionar los hongos tipo moho (dermatofitos, los cuales causan infecciones por tiña) y los hongos tipo levaduras (tales como la Candida). La Candidiasis cutánea es una de las más presentadas por contacto con documentación infectada, involucra infección de piel con Candida y puede comprometer casi cualquier superficie de piel en el cuerpo, pero por lo general se presenta en áreas cálidas, húmedas y con pliegues como axilas e ingle. La Candida también puede producir infecciones en uñas o alrededor de las esquinas de la boca.
Neutralización de hongos y remoción de residuos e insectos
Después de neutralizar la actividad fúngica la mejor manera de eliminar los depósitos de hongos e insectos es recurriendo a medios mecánicos. Se recomienda utilizar una aspiradora, en lo posible con filtro de agua para asegurarse que quedarán retenidos en ese medio. No siempre es posible eliminar todo el rastro de los hongos, porque el micelio puede estar muy arraigado en el papel. La fumigación actualmente se utiliza en raras ocasiones, porque las sustancias químicas utilizadas pueden tener efectos negativos tanto sobre las obras de arte como sobre la salud del personal
Factores químicos de contaminación
Uno de los potenciales riesgos para la salud en el trabajo de archivo es el riesgo de contraer tétanos a través de materiales oxidados. El tétanos es causado por una toxina producida por la bacteria Clostridium tetani. Las esporas de la bacteria, que pueden encontrarse en el polvo y documentos archivados durante mucho tiempo, entran al cuerpo a través de una cortadura o punción profunda. En los archivos se presenta debido a la punción o cortadura con ganchos y grapas metálicas infectadas y oxidadas. Si se sufre una herida, debe atenderse de manera apropiada limpiándola con jabón y agua, y usando un antiséptico en ella. Si el afectado no ha recibido un refuerzo contra el tétanos en más de cinco años, deberá recibir un nuevo refuerzo.
El material soporte de los microfilms es acetato de celulosa, que en condiciones ambientales adversas tiende a descomponerse. Su degradación provoca emanación de gases de ácido acético al ambiente. La inhalación de estos gases resulta perjudicial para la salud.
Para afianzar todas las prácticas de manejo dentro de un archivo acorde a parámetros de conservación es indispensable la creación de programas de seguridad. Todo el personal debe contar con conocimientos sobre los potenciales riesgos a los cuales están expuestos. Este es el primer escalón para alcanzar un buen nivel de aplicación de las normas de seguridad. Y desde ya, acompañado por el monitoreo permanente de las condiciones ambientales, la sistematización en el uso de materiales aptos para conservación (librería y limpieza), de elementos de seguridad y protección personal, y la implementación de desinsectaciones y desinfecciones regulares.
Las medidas de preservación como las de seguridad e higiene tienen que ser respaldadas, sostenidas en el tiempo y estimuladas en todos los niveles del personal, desde el más alto al más bajo. Si se puede lograr un ambiente estable y seguro. El siguiente paso será promover una cultura del cuidado en todo el archivo, es decir, cultivar una cultura en la que todos y cada uno sea responsable.
Uno de los potenciales riesgos para la salud en el trabajo de archivo es el riesgo de contraer tétanos, a través de materiales oxidados.
Situaciones de riesgo comúnmente presentes en archivos
-Material contaminado con hongos activos e inactivos.
-Polvo ambiental contaminado con esporas.
-Documentación con elementos de sujeción metálicos en estado de oxidación.
-Cajas y documentos con polvo de oxidación.
-Documentación y contenedores con heces y orina de roedores.
-Presencia de gases contaminantes en archivos de materiales fílmicos (negativos, retro-positivos, microfilms).
Bibliografía consultada
CONSERVAPLAN: http://www.orienta.org.mx/biblioteca/pdf/conservacion6.pdf
Monsalve Guerrero, Alexander. Manual descriptivo para el conocimiento de riesgos en el depósito de archivo. Bogotá. 2006
Novotny, Deborah. Curso de Especialización en Conservación Preventiva del Patrimonio. Rosario. 2000. (Conservadora de Libros. Departamento de Preservación de la Biblioteca Nacional Británica).
Sherelyn Ogden. Manual de Preservación de Bibliotecas y Archivos del Northeast Document Conservation Center. Sgo. de Chile. 2000.
Fuente: INTI Boletín temático Nº 24, diciembre 2016, Conservación y restauración del papel.
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