8/5/11


Dra. María Teresa Martínez Bisso

La Dra. María Teresa Martínez Bisso, como señaláramos en entradas anteriores (6/3/11 y 10/03/11), fue fiadora de la Tesorera de la Escuela Normal de Quilmes, Silvia Manuela Gorleri, durante los años 1934 y 1935, de acuerdo a la normativa vigente para la época, considerando que la Tesorera administraba los dineros asignados a la escuela para pago de sueldos, alquiler del local, pago de servicios y otros que fuera necesario realizar. 

Esta señorita declara haber nacido en San Juan el 20 de mayo de 1884, una entre nueve hermanos, hija de Roberto Martínez y Catalina Bisso de Martínez. En el Censo de población levantado el 10 de mayo de 1895 encontramos a la familia radicada en La Plata, en la calle 60 Nº 738, donde convivían los padres, la abuela paterna y una tía soltera, además de 4 de los hijos: María Teresa, Leonor, Emilio y Roberto. En ese documento, sin embargo, se registran los vástagos como nacidos en Buenos Aires. Sabemos que uno de los hermanos se llamaba Ricardo, porque lo hace beneficiario, con posterioridad, de su póliza de seguro. Hija de un ingeniero, compartía el barrio con familias obreras y empleadas en los más diversos oficios. 

Como hemos visto, estudió medicina en la Universidad de La Plata (creada por la provincia en 1887 y nacionalizada en 1906), donde se graduó en marzo de 1911, poco antes de cumplir 27 años. Su especialidad fue la Cirugía.
Hospital Alvarez

Simultáneamente con sus labores docentes, fue Jefa de Laboratorio del Hospital General de Agudos “Dr. Teodoro Alvarez”, en el barrio de Flores de la Capital Federal, ciudad en la que residía para la época. 

Durante dos años (1900 y 1901) se desempeñó como “Celadora” en el Colegio Nacional de La Plata. En abril de 1915 ingresó a la Escuela Normal de Quilmes con una cátedra de Ciencias y Letras (seis horas), que conservó casi ininterrumpidamente, y también estuvo a cargo de las asignaturas Anatomía, Fisiología y Química (tercer año) en 1915, Historia Natural y Química (una cátedra) en 1916, Higiene y Puericultura en 1936, Ciencias Biológicas, Higiene desde 1946 y Psicología General desde 1948, en función de las reformas de los planes de estudio de Magisterio. En 1946 declara haber prestado servicios en el Colegio Nacional de Quilmes, con dos horas que permutó con el Dr. Enrique H. Rocca. En 1925 se la había nombrado “Médico escolar” en la Escuela Normal, en las condiciones establecidas en el inciso b, art. 2º, del decreto del 20 de agosto de 1924. 

Entre las labores que cumplió en la escuela, el 5 de marzo de 1938 se ocupó del examen médico de los alumnos de 1º inferior y 6º grado, según consta en una nota manuscrita en la que acepta la tarea indicada por el Director Don Juan M. Cotta, desestimando por innecesaria la cooperación del Dr. Iriarte y solicitando se le asigne una empleada para la tarea de completar las planillas respectivas.
Ya anteriormente había realizado una inspección en los grados (6/4/36) según consta en el Libro Copiador Nº 18, página 183. También había formado parte de la Comisión de Higiene, en su condición de médica, funciones ambas que se destacan en su legajo como colaboraciones especiales.

Una nota que distingue a la Dra. Martínez Bisso:

En su legajo profesional leemos esta carta, de su puño y letra:

"Quilmes, enero 23 de 1947

A La Vice-directora en ejercicio de la Dirección de la Escuela Normal Mixta de Quilmes
Sta. [sic] Norma Pierini
S.D.

Cumplo en dirijirme [sic] a Ud. comunicándole que al afectuárseme el pago del aguinaldo correspondiente al año 1946, se me ha abonado demás [sic] seis pesos con catorce centavos m/n. ($6  14/100 m/n) que pongo a disposición de la tesorería de ese establecimiento, como verbalmente lo comuniqué en Secretaría al darme cuenta del hecho.
Dicté dos horas en el Colegio Nacional durante el mes de Abril [sic] p/do. y en la secretaría del mismo, se me pagó la proporción correspondiente o sea la cantidad enunciada anteriormente, y para cuya devolución espero las indicaciones de esa Dirección.
Saludo a Ud. con la mayor consideración
(sigue una rúbrica que dice MTMartínezBisso)
Salguero 331 Cap. Federal"

En el reverso de la misma nota puede leerse:

"Quilmes, enero 27 de 1947.-
Conforme lo determinado por la Circular nº 252 de fecha 6 de noviembre de 1946 la que actualiza la circular Nº 70 de fecha 10 de julio de 1944, procédase por Secretaría a la recepción del reintegro de que trata el presente, y procédase conforme a las disposiciones en vigencia.-
(sigue una rúbrica que dice Norma B. Pierini y un sello que dice NORMA B. PIERINI - Vicedirectora a cargo de la Dirección.)
Sírvase devolverlo
(sigue una rúbrica que dice Maria ¿Gauna? y un sello que dice SECRETARIA)"

Más abajo, de puño y letra de la Dra. y con su firma, deja constancia de la devolución.

Tomemos en cuenta que el aguinaldo del año 1946 importaba la suma de $ 240.- al que se le practicó el descuento de Ley del 8%.


También su hermana Leonor (1885?-1956), estudió Medicina; se graduó en 1910, especializándose en Obstetricia y Pediatría. Fue socia fundadora de la Sociedad Médica de la Provincia de Buenos Aires y profesora en la Escuela de Parteras. Desde 1912 hasta 1915 actuó como secretaria en la Comisión Directiva de dicha Sociedad (3 períodos consecutivos) y vocal de la 12ª comisión (1922-23). De ella se conoce una publicación realizada en coautoría con María Angélica Andrade –inspectora de los cursos de cocina de las escuelas profesionales- llamada “Método Práctico para Conservar la Salud” (Cocina científica), editada por la Librería Ed. Vázquez en el año 1939. 

Hemos leído en el diario “El Día” de La Plata, de fecha 12 de noviembre de 1954, cuando la industria de las cocinas a gas se expandía notoriamente, publicitándose a través de la actividad de ecónomas profesionales (recordemos a Petrona Carrizo de Gandulfo): 
“Una clase pública de arte culinario hubo en la Escuela Profesional Nº 3. 
En la Escuela Profesional Nº 3, que dirige la señora A. Z. de Tophan, se realizó una clase pública de arte culinario, con el empleo de una cocina cedida a esos fines por la "Philips Argentina" S. A. 
La demostración se llevó a cabo en el curso de la profesora Srta. Silvia Díaz Rolón y estuvo a cargo de la inspectora de la especialidad, Srta. María Angélica Andrade. Las alumnas del establecimiento y numeroso público participaron de esa clase, cuyos detalles fueron seguidos con el mayor interés. Durante la misma preparáronse diversos platos y algunos postres de singular exquisitez. 
Una clase similar se dictará el 22 del corriente, en la Escuela Nº 52, de Berisso, descontándose que ha de reunir un nutrido concurso. En esta nueva oportunidad, va a colaborar también la "Philips Argentina S.A." 


Según Palermo: "El hecho de que la puerta de entrada de las mujeres a los estudios universitarios fueran en casi todo el mundo las carreras relacionadas con las ciencias de la salud, puede vincularse con una serie de factores.
En primer lugar, la actitud activa de las propias mujeres que, en búsqueda de educación universitaria, iniciaron `una campaña por la educación médica, lo cual representaba para ellas nada menos que el conocimiento y el control sobre su propio cuerpo y sobre la reproducción´ (Offen, 2000).
[...]
`El impulso a la medicina parecía natural en las mujeres, tan natural como la enseñanza, pues las esposas y madres eran, en el siglo XIX, como lo habían sido siempre, las supervisoras de la salud y las enfermeras del hogar´ (Gay, 1992).
La idea de proporcionar un conocimiento sistemático a las mujeres en el campo de la salud cobró nueva fuerza cuando los médicos declararon, a mediados del siglo XIX, que gran parte de la mortalidad infantil tenía sus causas en el desconocimiento por parte del sexo femenino de las más elementales normas de higiene (Lemoine, 1986).
[...]
...esta necesidad de que las mujeres adquirieran conocimientos médicos no las estaría apelando como profesionales sino como madres.
Era necesario entonces restringir la actuación de las pocas médicas a aquéllas áreas de trabajo relacionadas con la mujer y el niño.
En Argentina, los intentos de las primeras médicas por acceder a ámbitos profesionales vedados al desempeño femenino como la docencia universitaria o la cirugía, son un ejemplo de las limitaciones que tenían las mujeres en el campo de la medicina.
[...]
El siglo XX se iniciará con acontecimientos importantes relacionados con las mujeres universitarias. En 1901  
un grupo de ellas fundó la Asociación de Universitarias Argentinas.* [...]
Las primeras tres décadas del siglo XX, aún con pocas mujeres en las aulas universitarias, muestra la participación de ellas en debates, congresos, publicaciones, de tal modo que podemos decir que desarrollaron un importante movimiento a favor de las demandas feministas e incluso afirmar que constituyeron un antecedente de los estudios de género en nuestro país."
La primera mujer en obtener una cátedra universitaria en Latinoamérica fue la Dra. María Teresa Ferrari de Gaudino en 1927, diceciséis años después de graduarse de médica en la Universidad de Buenos Aires, creadora de la Maternidad del Hospital Militar y de la Federación de Mujeres Universitarias Argentinas (FAMU, 1936). 

También Vela abona esta postura : "Una carrera audaz como la medicina, profesión de buena parte de las primeras feministas en nuestro país, fue la ocasión para afrontar nuevos espacios aunque estuvieran recortados sobre el fondo de los asuntos mujeriles y promovidos por el interés higienista: ginecología, obstetricia, puericultura. Este grado de audacia intelectual y política de las primeras feministas no se reflejó en su vida privada de marcada formalidad según los cánones tipificados para la clase media ni en la práctica profesional o académica donde los prejuicios sociales las mantuvieron marginadas."

"En la primera década del siglo se diplomaron once médicas en el país, a las que se sumaron dos más formadas en el extranjero, constituyendo menos del 1% del total de médicos diplomados en ese período. Algunas se habían graduado previamente en Farmacia y Obstetricia, y varias contaron con diplomas de bachiller otorgados por los colegios nacionales. En cuanto a su actuación profesional, ejercieron en consultorios privados y en instituciones públicas vinculadas a la asistencia pública, hospitales, el Departamento Nacional de Higiene, o el Consejo Nacional de Educación. Algunas trabajaron en la educación secundaria y en la enseñanza de enfermeras y parteras, mientras que las que alcanzaron la docencia universitaria, lo hicieron como auxiliares, es decir en los escalafones más bajos de la jerarquía académica. Aunque se presentaron y apelaron para acceder a adscripciones y el acceso como profesoras suplentes en la universidad, esto les fue denegado hasta la década de 1920.
[...] En la ciudad de La Plata, la concurrencia femenina a las aulas universitarias se detecta desde la creación de la universidad provincial en 1897. La Escuela de Obstetricia y la carrera de Farmacia contaron con alumnas regulares y también algunas mujeres acompañaron a sus esposos a las clases de ciencias jurídicas en calidad de “oyentes”. Inicialmente los requisitos de admisibilidad no fueron tan estrictos como en las universidades nacionales de Buenos Aires y Córdoba. Para todos los estudios se permitió la asistencia de oyentes y alumnos libres y además, en la Facultad de Química y Farmacia  se aceptaron inicialmente como  estudiantes regulares a los egresados de las escuelas normales, lo que facilitó el ingreso de mujeres.
[...]
Especialmente la profesora norteamericana Mary O'Graham, directora de la Escuela Normal Nacional de La Plata, promovió que sus alumnas continuaran estudiando en la Universidad y  también por sus clases pasaron 
algunas destacadas feministas de la primera década del siglo XX, como la militante socialista Raquel Camaña y la uruguaya María Abella Ramírez. En esta ciudad, creada en  1882 para servir de capital a la Provincia de Buenos Aires, en la transición del siglo existió un importante movimiento librepensador y sectores laicistas favorables a la educación de las mujeres y su participación en la vida pública." (García)

*En 1904 según otros autores.

Investigación: Prof. Raquel Gail
Agradecemos especialmente la colaboración del Prof. Chalo Agnelli.

Fuentes: Censo nacional de Población, 1895. 
Archivo de la Escuela Normal de Quilmes. 
Giacomonte, Oscar A. y otros. Sociedad Médica de La Plata. “Homenaje a sus socios fundadores e integrantes de sus comisiones directivas en su primer centenario”. En Educación Médica Permanente – II (1): 4-49 (2010)
Palermo, Alicia Itatí. (2005) "Mujeres profesionales que ejercieron en Argentina en el siglo XIX", en Convergencia mayo-agosto, año/vol. 12, Nº 038, Universidad Autónoma de México, Toluca, México, pp. 59-79.
Palermo, Alicia Itatí. (2006) "El acceso de las mujeres a la educación universitaria", en Revista Argentina de Sociología, nov.-dic., año/vol. 4, nº 007, Consejo de Profesionales de Sociología, Bs. As. Argentina, pp. 11-46.
Vela, Liliana. "Mujeres: maternidad, trabajo y pancartas". En
García, Susana. "Ni solas ni resignadas: la participación femenina en las actividades científico-académicas de la Argentina en los inicios del siglo XX." En http://www.scielo.br/pdf/cpa/n27/32141.pdf


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