29/8/22

Día del Archivista en Argentina

1821 - 28 de agosto - 2022

Un día como hoy, hace 201 años, se fundaba el Archivo General de la Nación Argentina. Por esa razón, el 28 de agosto, se celebra en todo el país el Día del Archivista.

El 28 de agosto de 1821, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro, Bernardino Rivadavia, dispusieron por decreto la creación del Archivo General de la Provincia de Buenos Aires, con sede en la Manzana de las Luces. Allí se reunieron todos los archivos públicos existentes en ese momento en la ciudad de Buenos Aires desde su fundación hasta esa fecha.

"La conservación de los archivos de un país asegura sin duda a su Historia la materia y los documentos más exactos de ella. Más el arreglo y la clasificación por ramos y épocas de los antecedentes de las distintas oficinas que hacen el servicio de una administración contribuye a un tiempo a la prontitud y al acierto del despacho. El Gobernador no puede desinteresarse de las reclamaciones que se elevan diariamente contra el estado actual de casi todos los archivos y casos de gravedad y frecuentes ponen de manifiesto la justicia con que se reclama. Por otra parte la multiplicación de archivos, lejos de facilitar el servicio que ellos deben prestar, contribuye sólo a aumentar los costos y a alejar de la vigilancia de la autoridad las omisiones que se cometen", expresaba el decreto de 1821 en relación a cómo organizar los archivos.

Tras la federalización de la ciudad de Buenos Aires en 1880, el organismo pasó a tener su nombre actual y su sede fue el edificio donde había funcionado el antiguo Congreso Nacional y hoy se ubica la AFIP. En 1950, las autoridades del Archivo mudaron el archivo a la sede de la avenida Alem 246.

La documentación que reúne el archivo abarca desde el periodo colonial hasta la actualidad. Incluso el fondo documental “Virreinato del Río de la Plata” ha sido reconocido por la UNESCO, en el marco del Programa “Memoria del Mundo”.

En la actualidad, el Archivo General de la Nación (AGN) busca no sólo ser custodio de la historia argentina -contada en general por figuras masculinas- sino también difundir los hechos menos narrados sobre comunidades indígenas, afrodescendientes, mujeres y colectivo LGBTIQ+.

Hoy, en conmemoración a esta fecha, se celebra la labor de quienes resguardan el patrimonio y la historia de las instituciones.

Rocío Caldentey, jefa del Departamento de Documentos Fotográficos del AGN; Mérida Doussou Sekel, afroargentina y profesora de Historia; y Graciela Queirolo, historiadora especializada en mujeres y trabajo, conversaron con Télam sobre las dificultades y oportunidades para investigar sobre estos temas y el rol del AGN.

El AGN tiene, actualmente, tres funciones sociales. Por un lado, actúa como fuente para consultas en investigaciones históricas o de Ciencias Sociales, pero también es parte de la memoria institucional, y por último sus documentos actúan como garantía de derechos.

En este sentido, la archivista Caldentey contó que «un caso paradigmático en el AGN fue la contribución a través de los documentos generados por el Ministerio del Interior para la comprobación de los delitos de lesa humanidad en relación a las matanzas ocurridas con la población autóctona pilagá en la década de los ’40 bajo el Gobierno peronista».

Volver accesible la documentación del archivo es una de las principales tareas que tienen sus trabajadoras y trabajadores, lo cual implica clasificar, recomponer los contextos en que fueron producidos los documentos y realizar descripciones que permitan llegar a ellos de una forma más sencilla.

Caldentey citó como ejemplo la forma en que se guardaban las fotografías de la población afrodescendiente: iban a una sección denominada «Negros».

Entonces el dilema que se planteó fue pensar «qué pasa si yo borro esa huella de cómo el Estado entendió a esa población en un momento dado. Yo estoy borrando esa interpretación del Estado violenta, racista, pero no estamos haciendo que el Estado se haga cargo de qué políticas llevó adelante», explicó.

La activista antirracista Doussou Sekel trabaja en la recuperación de la afroargentinidad en la historia argentina y actualmente busca que esa labor se materialice en talleres públicos y privados que puedan ser financiados por el Gobierno de su provincia, Santa Fe.

Para ella, en Argentina «hay un racismo epistémico muy profundo, que tiene que ver con parte del racismo estructural, donde no se ven los intelectuales negros y negras y tampoco la historia de nuestra negritud».

Doussou Sekel busca derribar los mitos asociados a la población afrodescendiente en el país, como que «en Argentina no hay negros» o que hubo una «esclavitud benévola».

Entre los documentos que habitan en el Archivo encontró pruebas judiciales de la época colonial «donde se puede ver, por ejemplo, demandas de esclavizados a sus amos por malos tratos» y también en los testamentos «dado que las personas esclavizadas figuraban como objetos heredables». Otras están en la literatura, los periódicos afroargentinos o las fotografías como las del AGN, agregó.

Por otra parte, en cuanto a la población LGBTIQ+, Caldentey explicó que como «históricamente fue perseguida y reprimida, buena parte de los registros que hay son los de las fuerzas represivas. La policía tiene un rol central en la generación de documentos sobre estas poblaciones».

Las mujeres trabajando y cuidando también son fotografías que aparecen a lo largo y ancho del Archivo. En este sentido, Caldentey destacó tres formas de evidenciar la relación entre mujeres y archivos.

«Una es la visibilización: se recuperan los registros fotográficos en donde se puede ver la acción de las mujeres. Después, por otro lado, está todo lo que tiene que ver con recuperar cómo esos documentos son huellas de formas de entender a la mujer y su rol», indicó.

Graciela Queirolo, investigadora del Conicet e historiadora especializada en mujeres y trabajo, contó a Télam que «la producción creció muchísimo», en comparación a cuando ella comenzó a investigar en los 2000 este tema.

En su trabajo tuvo dificultades con las fuentes principalmente porque, para ella, «hay que saber qué se busca y qué preguntas se le hacen».

Como ejemplo, Queirolo explicó que los censos del siglo pasado no contaban con trabajadoras porque pensaban en el trabajo de tal manera que no incorporaba a las mujeres asalariadas.

Sin embargo, ellas aparecen en distintos rubros: en el sector industrial, en el sector terciario, en fábricas, talleres, oficinas, colegios, hospitales, en el campo cultural, en los periódicos, en los cuidados y en el trabajo doméstico.

«Predominantemente uno puede decir que hay toda una serie de feminización porque se considera que las mujeres en estos espacios lo que hacen es trasponer su ‘naturaleza femenina’ que las hace proclives para desarrollar el trabajo, ya sea porque tienen la motricidad fina, paciencia para soportar tareas monótonas y repetitivas o para atender a una persona enferma, o tienen el amor para educar a un niño», explicó Queirolo, al hacer una distinción sobre los roles asignados históricamente a la mujer.

Finalmente, otra forma de analizar la relación entre el Archivo y la mujer, continuó Caldentey, tiene que ver con las personas que trabajan en los archivos: «Quienes organizamos los archivos de los grandes hombres y de las grandes figuras masculinas somos, generalmente, mujeres».

«El trabajo de archivo nace con un objetivo historicista dado que buscaba garantizar las fuentes para la Historia nacional. En este origen, el acceso fue restringido; la idea de que todo el mundo puede acceder a los archivos es posterior. El trabajo más técnico y profesionalizado comenzó ya bastante entrado el siglo XX», dijo a Télam Rocío Caldentey, jefa del Departamento de Documentos Fotográficos del AGN, perteneciente al Ministerio del Interior.

El material que constituye al archivo está compuesto, principalmente, por documentos producidos por el Poder Ejecutivo nacional, como documentación de los ministerios, secretarías, direcciones: documentación administrativa.

«Por ello, el acervo documental que se conformó, salvo excepciones, son los registros que al Estado le pareció importante generar y conservar sobre las actividades del propio Estado», explicó Caldentey.

Además, con el tiempo, se sumaron archivos privados.

El Archivo parará a funcionar en un edificio construido en la excárcel de Caseros, en el barrio porteño de Parque Patricios, pero parte de los archivos permanecerán al menos por un tiempo en la sede de Alem 246 y otros en la de Paseo Colón, que custodia aproximadamente 15 mil metros lineales de comunicación, indicó Caldentey.


El nuevo edificio, donde funcionaba la vieja cárcel de Caseros, se convierte así en la tercera sede del Archivo General de la Nación abierta al público, pero es la primera que se construye una pensada desde un primer momento para albergar un archivo (Rondeau 2277, Barrio Parque Patricios).

Se trata de un edificio moderno e inteligente de 10 mil metros cuadrados y 30 depósitos. Tiene tecnología de última generación, mayor iluminación y estanterías móviles para optimizar el espacio y está dividido en dos bloques de dos y seis pisos: uno reservado para depósitos y otro de acceso al público.

En total se invirtieron 578,7 millones de pesos, con financiamiento del Gobierno nacional y CAF - banco de desarrollo de América Latina.


El Archivo Histórico “Ricardo Levene”: 
historia, memoria e identidad bonaerense

El Instituto Cultural invita a conocer un lugar único, con más de tres millones de producciones y documentos públicos que contribuyen al acceso, investigación y conocimiento de nuestras raíces bonaerenses.

En el 202° aniversario de la fundación de la Provincia de Buenos Aires, con el objetivo de acercar a los y las bonaerenses a conocer aún más parte de su historia, el Instituto Cultural invita a redescubrir el Archivo Histórico "Dr. Ricardo Levene". Ubicado en el Pasaje Dardo Rocha (calle 49 N° 588 entre 6 y 7) de La Plata, cuenta con más de tres millones de documentos originales y se ha convertido en un lugar de encuentro, de acceso a la información e investigación.

El Archivo surge de una necesidad bonaerense de tener su propio acervo histórico, ya que lo había perdido con la federalización de la Ciudad de Buenos Aires en 1880. Esto fue así hasta 1925, cuando el gobernador José Luis Cantilo, con la finalidad de "reunir y organizar los fondos documentales existentes en las oficinas públicas", encarga a Ricardo Levene su fundación.

“Hoy, a casi 100 años de su fundación, y ya cumplidos los 200 años del nacimiento de la Provincia, el Archivo Histórico, a través de sus trabajadores, sigue siendo una institución imprescindible en la construcción de la Historia, la Memoria y la Identidad de los y las bonaerenses”, destacan desde el Instituto Cultural, a cargo de Florencia Saintout.

“Facilita y promueve la producción de conocimiento histórico, tanto con investigadores propios como externos. También genera herramientas de acción territorial y de proximidad con la comunidad, como las exhibiciones, publicaciones, congresos, capacitaciones, programas de historia oral, articulación con los archivos del ámbito provincial y los municipales, producción de contenidos en las redes sociales”, agregaron desde esa dependencia.

Su patrimonio ocupa más de mil quinientos metros lineales de estanterías, el cual se también se nutre de fondos particulares correspondientes al pasado reciente. Entre ellos el Fondo Adelina Dematti de Alaye, Madre de Plaza de Mayo, declarado en 2007 Memoria del Mundo por la UNESCO. También cuenta con el Fondo Fotográfico del diario “El Argentino”, que se publicó a mediados del Siglo XX y guarda postales incunables.

Entre los Fondos más importantes que constituyen el Archivo deben mencionarse la Real Audiencia de Buenos Aires, institución encargada de administrar justicia en tiempos de la colonia; Juzgado del Crimen; Sala de Representantes; Cámara de Diputados de la Provincia; Cámara de Senadores, Ministerio de Obras Públicas; Dirección General de Escuelas y Ministerio de Gobierno.

El Archivo es consultado de manera permanente por motivos académicos y pedagógicos y suele nutrir con asistir a producciones televisivas o audiovisuales. También es una referencia en materia de técnicas de conservación.


Desde el 15 de febrero se retomará la atención presencial en la Sala de Investigaciones. Aquellos interesados en asistir y utilizarla deberán reservar un turno a : investigacionarchivo@gmail.com o al 0221 482-4925.

Fuentes: https://www.cultura.gob.ar/dia-nacional-del-archivero-9421/
https://noticianorte.com/el-archivo-general-de-la-nacion-cumple-200-anos-y-busca-difundir-sus-historias-no-contadas/
https://www.argentina.gob.ar/noticias/nuevo-edificio-del-archivo-general-de-la-nacion-para-preservar-la-memoria-de-todos-los
https://www.gba.gob.ar/cultura/noticias/el_archivo_hist%C3%B3rico_%E2%80%9Cricardo_levene%E2%80%9D_historia_memoria_e_identidad_bonaerense

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