20/8/17

BIBLIOTECA PROTEGIDAS
 Murciélagos, guardianes de biblioteca 
que equilibran cultura y naturaleza

Biblioteca Joanina

La Biblioteca Joanina es una biblioteca de la Universidad de Coimbra erigida en el siglo XVIII por el rey Juan V de Portugal. Situada en el patio de la Facultad de Derecho, forma parte de la Biblioteca General de la Universidad de Coimbra. En otros tiempos, fue también conocida como Biblioteca de Cámara. Su estilo es marcadamente rococó, siendo reconocida como una de las más originales y espectaculares bibliotecas barrocas europeas. Además de lugar para la investigación de muchos estudiosos, el espacio se utiliza frecuentemente como sala de conciertos, exposiciones y otros eventos culturales.

Biblioteca Joanina
Cada ejemplar de estos animales, que habitan en la valiosa Biblioteca de Coimbra, puede llegar a cazar en una sola noche medio millar de insectos que sobrevuelan entre los ejemplares, conservándolos a la perfección

La colonia de murciélagos más desconocida y de la que más se habla en Portugal es la que habita en la Biblioteca Joanina de la Universidad de Coimbra y que desde el siglo XVI se encarga de preservar sus cientos de volúmenes para que no sean devorados por los insectos conocidos como "bibliófagos".

Cada ejemplar de murciélago que habita en la valiosa Biblioteca de Coimbra (Patrimonio de la Humanidad), puede llegar a cazar en una sola noche medio millar de insectos que sobrevuelan entre los ejemplares.

Por eso, los responsables de la biblioteca, mandada construir en el siglo XVI por el rey João V -de ahí el nombre de Joanina-, aseguran que sus volúmenes se han conservado a la perfección, a pesar de las numerosas hendiduras o circuitos de ventilación por los que se cuelan los insectos.

Cada noche, antes del cierre de la biblioteca, una ópera prima barroca donde se conservan los ejemplares propios de la cultura europea de entre los siglos XVI y XVIII, se protegen los cientos de volúmenes con mantas de cuero, con el fin de que los ejemplares no se deterioren con los excrementos de los murciélagos.

La certeza de la existencia de dicha colonia, en la que conviven dos especies de murciélagos, fue evidenciada recientemente por el investigador lisboeta Jorge Palmeirim que, a pesar de que no los vio, pudo medir los sonidos que emiten cuando salen a volar por la noche. Palmeirim tuvo que conformarse con evidencia recogida posteriormente: «No pude ver, solo oír, pero llegué a la conclusión, por los excrementos que encontré, que ahí habitan al menos dos especies de murciélagos».

Biblioteca Joanina
Por su parte el director de la biblioteca, Carlos Fiolhais, aseguró que los murciélagos han vivido ahí desde siempre, por lo que las mesas del lugar se recubren con pieles que las protejan de las excreciones de los animales. “Los murciélagos vuelan libremente, comiéndose los insectos”, dijo Fiolhais, a quien parece ya no sorprender el contraste entre la fastuosidad barroca y la singular fisonomía de los quirópteros.

Sin embargo, el aumento de ejemplares y el paso del tiempo han hecho que los murciélagos no sean suficientes como medida protectora de los libros de la Biblioteca Joanina, uno de los principales atractivos turísticos de Coimbra.

Según informó a EFE la Universidad de la ciudad, recientemente fue adquirida una cámara de anoxia de seis metros cúbicos de capacidad para tratar el fondo bibliográfico. El objetivo de dicha cámara, que supuso una inversión de 70.000 euros por parte de la Universidad, es la desinfección de los libros, evitando así la acción insectívora.

En los tres pisos de la Biblioteca Joanina se conservan 60.000 volúmenes de diversas materias, todos editados hasta el final del siglo XVIII, y, en conjunto con la Biblioteca General de esta universidad, se contabilizan un millón de volúmenes.

Además de libros, la Biblioteca Joanina guarda periódicos, revistas, manuscritos muy particulares y colecciones especializadas, entre los que sobresale una notable colección de mapas antiguos y un extenso e inusual conjunto de documentos musicales de entre los siglos XVI y XVIII.

En esta biblioteca, considerada una de las más relevantes del mundo, se encuentran ejemplares de lo más singulares, tales como la primera edición de las "Lusíadas", una biblia hebrea editada en la segunda mitad del siglo XV de la que apenas existen una veintena de ejemplares en todo el mundo.

También llama la atención la "Biblia Latina de las 48 líneas", llamada así porque cada página tiene 48 líneas. Esta biblia fue impresa en 1462 por dos socios de Gutenberg y es considerada una de las más bellas de entre las cuatro primeras biblias impresas.

La Biblioteca Joanina fue construida sobre una prisión medieval y, más tarde, sus celdas se usaron como prisión académica para los malos estudiantes.

Convento de Mafra

Por su grandiosidad, el monumental conjunto arquitectónico de Mafra (palacio, convento y basílica) es un testimonio de la opulencia de la corte de D. João V (1707-1750), el monarca que dispuso su construcción, siendo el monumento barroco portugués más importante. El autor del proyecto fue Frederico Ludovice, que utilizó un lenguaje arquitectónico y decorativo inspirado en los modelos italianos.

Palacio Mafra
En el Convento de Mafra esta peculiar relación se refuerza gracias al revestimiento de madera antigua de las altas paredes que rodean la biblioteca, condición que se cree sumamente propicia para que los murciélagos hayan elegido este lugar como guarida y al mismo tiempo se resistan a abandonarla y mudarse. Además, ese mismo material ha permitido la óptima conservación de los libros, según Teresa Amaral, la responsable del recinto.

La Biblioteca, en estilo rocaille, está situada en el ala oriental del Convento. Instalada en la sala más elegante del monumento que, con 83 metros de longitud también es la mayor, es la biblioteca monástico-real más importante del siglo XVIII existente en Portugal. Los frailes arrábidos fueron quienes organizaron, en los siglos XVIII-XIX, sus valiosos 40.000 volúmenes de la forma sistemática que se ha mantenido hasta nuestros días y, también, elaboraron el catálogo onomástico, donde están registradas todas las obras existentes hasta 1819. Entre el valioso patrimonio cabe destacar las obras nacionales y extranjeras, impresas en los siglos XVI, XVII y XVIII, algunas de las cuales son piezas muy raras, como los 22 incunables extranjeros y 41 cartas geográficas.

Biblioteca del Palacio Mafra
Murciélagos protectores

Especialmente, es relevante la caza de la carcoma, "nicobium castaneum", cuya larva excava galerías sinuosas muy aparentes en los libros y puede hacer verdaderos estragos tanto en el papel como en el cuero de las encuadernaciones.

Los conocidos como "pececillos de plata", compañeros de las carcomas, son también objeto de caza para los murciélagos porque, en vez de hacer galerías, acaban consumiendo las hojas de papel, preferiblemente de libros antiguos.

Aunque Drácula y otros filmes y relatos de vampiros nos acostumbraron a pensar que el murciélago se alimenta únicamente de sangre, lo cierto es que solo unas pocas especies de este mamífero volador basan su dieta en el más vital de los líquidos corpóreos. La mayoría, un 75% de las especies, se alimenta de frutas, néctar de las flores y especialmente insectos.

En Portugal, esta preferencia entomófila ha rendido un inusitado beneficio a las dos bibliotecas más antiguas del país luso, la que resguarda la Universidad de Coimbra y la del Convento de Mafra, la primera asentada definitivamente en dicha ciudad desde 1537 y el Convento fundado en 1715.

Sin los murciélagos, estas dos bibliotecas, quizá hubiesen pasado a formar parte de las múltiples bibliotecas que han sido devoradas literalmente por los insectos, como por ejemplo los psocópteros.

Daños por carcoma

Daños por Lepisma o "Pececillo de Plata"

Fuentes: http://www.publico.es/internacional/murcielagos-guardianes-biblioteca-equilibran-cultura-naturaleza.html
https://www.visitportugal.com/es/NR/exeres/DC8D0D1D-0765-43A6-A8B4-46CD6216995F
http://pijamasurf.com/2011/07/murcielagos-custodian-dos-antiguas-bibliotecas-de-portugal/

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