Escuela "Presidente Roca" en riesgo
La Escuela Presidente Roca está ubicada frente a la Plaza Lavalle (plaza ubicada detrás del Teatro Colón), en un edificio que visto desde el exterior se parece a un templo, sin embargo se trata de una escuela primaria pública.
El edificio de la escuela Presidente Roca, puede considerarse un paradigma de las construcciones encargadas por el Consejo Nacional de Educación dentro de su plan de Arquitectura Escolar del año 1899. Corresponde a una instancia superadora de las formas y las ideas que llevaron a la construcción de las denominadas "escuelas palacio" a partir de 1884. Este plan no sólo buscaba establecer reformas funcionales, higiénicas y de infraestructura sino también transformar los espacios y formas arquitectónicas en una herramienta didáctica.
Al frente del plan, y con el cargo de arquitecto inspector se nombró a Carlos Morra. Este prestigioso profesional nacido en Benevento, Italia y formado en Turín, arribó a la Argentina en 1881. Fue, además de especialista en arquitectura escolar, autor de distintos edificios de valor como por ejemplo: la antigua sede de la Biblioteca Nacional en la calle México, el asilo y capilla de la sociedad de Damas de la Misericordia en la calle Azcuénaga y el Palace Hotel de Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, actual sede de la Facultad de Filosofía y Letras.
Su monumental fachada, se encuentra engalanada por unas vigorosas y monolíticas columnas de granito gris, coronada por una serie de estatuas obra del escultor Giovanni Arduino.
El edificio de la escuela Presidente Roca, puede considerarse un paradigma de las construcciones encargadas por el Consejo Nacional de Educación dentro de su plan de Arquitectura Escolar del año 1899. Corresponde a una instancia superadora de las formas y las ideas que llevaron a la construcción de las denominadas "escuelas palacio" a partir de 1884. Este plan no sólo buscaba establecer reformas funcionales, higiénicas y de infraestructura sino también transformar los espacios y formas arquitectónicas en una herramienta didáctica.
Al frente del plan, y con el cargo de arquitecto inspector se nombró a Carlos Morra. Este prestigioso profesional nacido en Benevento, Italia y formado en Turín, arribó a la Argentina en 1881. Fue, además de especialista en arquitectura escolar, autor de distintos edificios de valor como por ejemplo: la antigua sede de la Biblioteca Nacional en la calle México, el asilo y capilla de la sociedad de Damas de la Misericordia en la calle Azcuénaga y el Palace Hotel de Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, actual sede de la Facultad de Filosofía y Letras.
Morra siguió un criterio innovador en la concepción para el diseño y la construcción de las escuelas. Por un lado estableció un sistema edilicio de acuerdo a tres distintos tamaños de lotes pero con un patrón compositivo único; pórtico monumental, y fachada con sencillo lenguaje clásico. Por otra parte, y con fin de optimizar la gestión evitando demoras y trabas burocráticas la construcción de los edificios era licitada sobre la base de los planos y especificaciones preparados por el arquitecto, comprando el consejo el edificio terminado. Así se erigieron entre otras, las escuelas Rivadavia, Gral. Belgrano, Juan Maria Gutiérrez, Presidente Mitre, Florencio Balcarce, Gral. Las Heras, Tomasa de la Quintana de Escalada, Anchorena y José Sola.
Dentro del plan, la escuela Roca fue concebida como modelo del programa de la "educación común". El terreno seleccionado de la esquina de Libertad y Tucumán había sido sede del batallón del Regimiento 1 de infantería, luego del cuerpo de Bomberos y posteriormente lugar de asentamiento de un circo. Ubicado sobre la Plaza Lavalle enfrentada por uno de sus lados las estructuras inconclusas del Teatro Colón.
La prolongación del edificio y la disposición de las aulas, patios, gabinetes, salas de actos, se ajustaba rigurosamente a la provisión de los mejores ámbitos y facilidades para la enseñanza. Así el diseño de las aulas era determinado por factores como: superficie en función de capacidad, volumen de aire de acuerdo a las horas de clase, o iluminación en relación con las necesidades y posición de los ocupantes. Esto se completaba con pisos de madera, pizarrón de todo el ancho del recinto, mobiliario acorde al uso, etc.
La condición de modelo otorgada al edificio orientó la determinación del estilo neogriego que no fue utilizado como mera decoración aplicada. Antes bien fue manejado como componente arquitectónico en la definición de los espacios interiores, exteriores y en los frentes de los edificios. La utilización de los órdenes, jónico para los exteriores, dórico para le patio y corintio en los interiores más jerarquizados muestran una versatilidad casi funcional, presente también en el diseño formal, constructivo y funcional del edificio.
La Escuela Presidente Roca fue inaugurada en 1903 con repercusión nacional. Se había logrado erigir un modelo pero también un templo símbolo de la educación popular.
La escuela fue modelo de las llamadas “escuelas palacio” símbolo de la educación laica diseñadas durante la llamada “Generación del 80”.Dentro del plan, la escuela Roca fue concebida como modelo del programa de la "educación común". El terreno seleccionado de la esquina de Libertad y Tucumán había sido sede del batallón del Regimiento 1 de infantería, luego del cuerpo de Bomberos y posteriormente lugar de asentamiento de un circo. Ubicado sobre la Plaza Lavalle enfrentada por uno de sus lados las estructuras inconclusas del Teatro Colón.
La prolongación del edificio y la disposición de las aulas, patios, gabinetes, salas de actos, se ajustaba rigurosamente a la provisión de los mejores ámbitos y facilidades para la enseñanza. Así el diseño de las aulas era determinado por factores como: superficie en función de capacidad, volumen de aire de acuerdo a las horas de clase, o iluminación en relación con las necesidades y posición de los ocupantes. Esto se completaba con pisos de madera, pizarrón de todo el ancho del recinto, mobiliario acorde al uso, etc.
La condición de modelo otorgada al edificio orientó la determinación del estilo neogriego que no fue utilizado como mera decoración aplicada. Antes bien fue manejado como componente arquitectónico en la definición de los espacios interiores, exteriores y en los frentes de los edificios. La utilización de los órdenes, jónico para los exteriores, dórico para le patio y corintio en los interiores más jerarquizados muestran una versatilidad casi funcional, presente también en el diseño formal, constructivo y funcional del edificio.
La Escuela Presidente Roca fue inaugurada en 1903 con repercusión nacional. Se había logrado erigir un modelo pero también un templo símbolo de la educación popular.
Su monumental fachada, se encuentra engalanada por unas vigorosas y monolíticas columnas de granito gris, coronada por una serie de estatuas obra del escultor Giovanni Arduino.
Es frecuente que, al ver este edificio vecino al Teatro Colón, la gente no imagine que se trata de una escuela pública, y si por caso alguien se percata de que se trata de una Institución educativa, rápidamente llega a pensar que se trata de un colegio secundario o de una Universidad; pero no: es en realidad una escuela primaria.
La idea que da explicación al monumental edificio de la Escuela Presidente Roca se basa en un extracto del libro de Domingo Faustino Sarmiento del año 1849 donde se puede leer “nuestras escuelas deben ser construidas de manera que su espectáculo obrando diariamente sobre el espíritu de los niños, eduque su gusto, su físico y sus inclinaciones”.
No se trata de un suntuoso edificio parecido a un palacio por vanidad o despilfarro. Es un edificio importante porque su propósito es importante y porque la arquitectura, de acuerdo a la teoría propuesta por Sarmiento, es una herramienta pedagógica. El edificio de la Escuela Roca transmite valores pedagógicos, y a la vez enseña a la comunidad la importancia de la educación. Enseñando al mismo tiempo al niño que la sociedad valora en mucho su educación y por ello le ha destinado para dicho propósito, uno de sus mejores edificios.
Ca. 1923 |
Así como el almirante Colón puso sus pies sobre las Antillas hace unos cuantos años, así la Fundación Teatro Colón desembarcó en el histórico edificio de la Escuela Nº 7 "Presidente Roca". Primero, con una docena de alumnos del Instituto Superior de Arte que depende del teatro, y luego con una inminente obra para reformar el salón de actos y dos aulas, para uso compartido entre la escuela y el Colón. La comunidad escolar vio esa llegada como una suerte de “usurpación de espacios” que les pertenecen, sobre todo porque se hizo de manera inconsulta, según denuncian. Desde el Ministerio de Educación porteño explican que los alumnos de la escuela se beneficiarán con las reformas, y con la llegada de actividades del teatro. Pero padres y docentes creen que les están ofreciendo espejitos de colores. El Área de Derecho a la Educación de la Defensoría del Pueblo inició una actuación para pedir informes y la Legislatura porteña aprobó por unanimidad un proyecto en igual sentido presentado por la diputada Delia Bisutti.
“No al abandono del patrimonio histórico”, dice una de las consignas del abrazo convocado ...en el edificio de Libertad 581, que ocupa una manzana. Padres y docentes se espantan de sólo leer el borrador del convenio que circuló por la escuela, en el cual se dice que “el Ministerio de Educación garantizará los siguientes espacios de la Escuela Roca para uso del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (ISA): “dos aulas localizadas en el piso 2”, el “uso compartido del salón de actos” y “un aula en lugar a definir” más “un espacio que se pueda adaptar para el funcionamiento de la receptoría”.
Según confirmó a Página/12 la viceministra de Educación, Ana Ravaglia, hay un convenio firmado no con el Ministerio de Cultura sino con la Fundación Teatro Colón, una entidad privada sin fines de lucro que, aseguró la funcionaria, financiará las obras a realizar en la escuela. La fundación está presidida por Rodolfo Ceretti –un ex directivo de Ford Motors Argentina– y su comisión directiva se integra con nombres y apellidos de alcurnia: Nelly Arrieta de Blaquier (vicepresidenta segunda), María Taquini de Blaquier (prosecretaria), Alejandro Massot (titular de la comisión de comunicación) y Teresa Lanari de Bulgheroni (de la comisión de fiestas).
“Según los docentes y los padres, la directora de la escuela renunció el viernes pasado, al verse presionada por la inminente puesta en marcha de la cesión de espacio al Colón”, dijo a este diario Gustavo Lesbegueris, titular del Área Derecho a la Educación de la Defensoría.
“La semana pasada fueron arquitectos de Infraestructura Escolar a tomar medidas. La directora quiso hacer un acta para dejar constancia de esa visita, pero los arquitectos se negaron. Ante esa situación de presión y maltrato, presentó la renuncia”, agregó la legisladora Bisutti (Nuevo Encuentro).
La Escuela Roca es un establecimiento de nivel primario con orientación artística al que asisten unos 360 chicos, en jornada completa, de 8 a 16. Dice Ravaglia que, como se trata de una escuela con matrícula baja, “se incorporaron chicos de la Villa 31, que son transportados en micros”. En virtud del convenio con la Fundación, se incorporaron doce chicos del Instituto Superior de Arte del Colón que, en cambio, ingresan a las 10.30 y hacen una jornada simple. “Hubo que hacer una modificación en la currícula”, admite Ravaglia.
Para la funcionaria, el acuerdo con el Colón traería una serie de ventajas para los chicos del Roca. “Estamos elevando la calidad de una escuela intensificada en arte: los chicos tendrían acceso a ensayos del Instituto Superior”, argumentó Ravaglia.
En cambio, Bisutti sostiene que el Instituto Superior de Arte del Colón “perdió su espacio en el teatro con el inicio de la reforma, pero no lo recuperó con su reinauguración, en 2010, ya que al parecer no está contemplado en el Plan Maestro y desde hace años alquila un espacio que es insuficiente, suscribe convenios con escuelas de danza de la ciudad y busca un lugar donde sus estudiantes puedan hacer ensayos”. En esa búsqueda, el salón de actos del Roca, ubicado justo frente al teatro, se convirtió en un espacio codiciado.
El pedido de informes sancionado el 14 de junio último por la Legislatura pregunta a las autoridades educativas “cuáles fueron los criterios pedagógicos para los cambios de horarios de la currícula de la Escuela 7, y si esos cambios fueron informados a las familias”. También consulta “si se evaluó si existían en la escuela espacios ociosos para cederlos con uso exclusivo al Instituto Superior de Arte del Colón, ya que la escuela no posee biblioteca desde que las supervisiones de nivel inicial y primario funcionan allí”.
Los padres llevaron su denuncia a la Defensoría del Pueblo, que esta semana inició una actuación para pedir informes sobre “el plan de obras proyectado para ese establecimiento” y preguntar “si se consensuó con la comunidad escolar la modificación que se analiza”. [...]
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