En esta ocasión deseamos mostrar, a través de la imagen de un documento seleccionado de nuestro fondo, algunas pistas útiles para el investigador interesado en cuestiones puntuales, tales como el régimen de calificación de alumnos o el plan de estudios en determinada época, así como sus efectos concretos en el alumnado.
Ello puede servir para poner en evidencia la relevancia de los documentos acumulados en una Escuela Normal Nacional prácticamente centenaria.
En la ilustración vemos una página de un libro calificador del año 1966, correspondiente a un alumno o alumna de 5º año de magisterio. De allí obtenemos el listado de asignaturas y el régimen de promoción que incluía pruebas escritas trimestrales de diferentes materias según el período en curso, cuya calificación se promediaba con la nota parcial del trimestre.
En el primer término -para atenernos al vocabulario técnico del momento- se evaluó Psicología, Geografía y Literatura; en el segundo Política Educacional, Historia y Matemáticas; en el tercero nuevamente Política Educacional, Filosofía y Química.
También observamos que los promedios se calculaban con exactitud centesimal y que aún se realizaban dos reuniones anuales de profesores en las que se emitía concepto general del alumno en cuestión.
En cambio, esta documentación es insuficiente para establecer, entre otras cosas, el modo en que se determinaban las asignaturas a evaluar trimestralmente, la calificación mínima para aprobar tanto los exámenes como las materias o el contenido de unos y otras.
Para indagar esos aspectos aún velados deberán consultarse otras fuentes que, sin duda, obran en el acervo conservado; por ejemplo, el libro de actas de las reuniones de concepto; las directivas emanadas de la superioridad en forma de circulares ministeriales y también instructivos de la Direccción del establecimiento. Puede ser interesante hacer comparaciones horizontales y verticales de este/a alumno/a X con el resto del curso y con la carrera académica del propio/a alumno/a tomado como ejemplo. También se hallará documentación fehaciente del cambio de régimen de calificación durante la década de 1960 en la que esta persona realizó sus estudios.
Lamentablemente, al no ser obligatorio conservar durante tanto tiempo las pruebas escritas o actas de exámenes parciales, los aspectos estrictamente pedagógicos resultarán difíciles de probar con el material preservado en la escuela, pero el investigador puede complementar su rastreo con entrevistas que apelarán a la historia oral y -quien sabe- algún ex-alumno o antiguo docente puede haber conservado testimonios escritos de tales eventos.
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