Discurso avalado por el profesor
César Carrizo
Ya nos había ilustrado Chalo Agnelli en agosto del año pasado sobre las virtudes personales y literarias del profesor César Carrizo, que se desempeñó en la Escuela Normal desde 1926. [1]
Retrato juvenil
Hijo de Mauricio Carrizo y Lorenza Luna de Carrizo, nació el 17 de octubre de 1889 en La Rioja, Capital. Su nombre completo era Lázaro César. Estudió Magisterio en Catamarca, donde se recibió en 1908. Se jubiló el 11 de septiembre de 1948, después de 38 años de servicio. Casado con Elisa Geronés en 1914, tuvo dos hijas, María del Valle en 1915 y Elisa Lorenza en 1917.
Sus ocupaciones previas al ingreso a la Escuela Normal de Quilmes fueron Maestro Nocturno en la Capital Federal desde 1910, Conferencista del Consejo Nacional de Educación en 1912, Inspector de Escuelas Militares de 1912 a 1914 y de 1922 a 1923, Prof. de Ciencias y Letras en la Escuela Normal 4 desde 1914 hasta 1923; y en el Colegio Nacional Mariano Moreno tuvo cátedras desde 1920. Ingresó al Normal en reemplazo de Mariano Arancibia el 27 de abril de 1926. También se desempeñó en el Colegio Nacional de Quilmes desde 1945 y en la Escuela Industrial Monotécnica Nº 4 desde 1946.
Estuvo adscripto a la Secretaría de Trabajo y Previsión como Director de Prensa y Afirmación Cultural desde 1945.
Obtuvo importantes premios como cuentista y poeta y Rubén Darío incluyó trabajos suyos en publicaciones europeas. Si bien toda su obra está basada en su profundo amor al terruño en el que se asienta Cesar Carrizo sobre generaciones de luchadores, es en especial en sus novelas: «Un lancero de Facundo», «Viento del altipampa» y sus libros de viajero «Imagen del país» y «Caminos argentinos» donde aparece el hombre de pluma ágil, de observador atento a culturas e imágenes. Para conocer La Rioja del siglo XIX hasta mediados del XX, estos libros de Carrizo, enamorado de su tierra, son de inevitable y necesaria consulta. [2]
En su legajo docente tenemos una disertación evidentemente escrita por un alumno de 4º A, promoción 1942, con motivo del Aniversario de la Revolución de Mayo, corregida y firmada al pie por él (después de otra rúbrica difícil de interpretar). A continuación, el texto. Conviene recordar que, entre otros hechos históricos que enmarcan el discurso, estaba el mundo inmerso en la atroz Segunda Guerra.
"El movimiento revolucionario de la semana de Mayo no constituye el todo de esta revolución social-político-económica que se sucede en este Virreynato..."
"Y cuando ese espíritu revolucionario se puso en acción y llegó hasta los confines de la América latina, no menguó la energía de que iba dotado, ni un solo día."
"El fuego de aquel memorable día, siguió alumbrando las mentes y dando energía a las generaciones de argentinos."
"...entre la Madre patria y sus hijos, los pueblos de América, sucedió lo mismo que entre el ave y sus pollos."
"Éstos, cuando descubrieron el desarrollo que habían adquirido sus alas, emprendieron el vuelo de independencia y libertad..."
"Nosotros, queridos compañeros, como futuros maestros del pueblo, debemos llevar bien arraigada en nuestros espíritus, la convicción de dichos principios, que son los de la verdadera democracia."
"Así será siempre nuestra sociedad una verdadera democracia, en la cual "el ciudadano obedecerá respetuosamente a los magistrados, y el magistrado obedecerá ciegamente a las leyes", según la clara y justa sentencia de Mariano Moreno."
"Las sirenas de la barbarie, de la destrucción de hogares humildes e indefensos y de la anulación de la libertad de los hombres, halagan nuestros oídos con falsas palabras..."
"...ver a nuestra querida Patria surgir en el concierto de todas las naciones y destacarse de éstas, no por su potencialidad guerrera, sino por el verdadero valor que le otorga la cultura, producto del esfuerzo personal de sus habitantes, tanto en la industria como en las artes, las ciencias y las letras."
NOTAS:
No hay comentarios:
Publicar un comentario