13/2/12

Historia Oral y Educación: Cuando los jóvenes se apropian del pasado.
por Laura Benadiba *
(Fragmentos)


Ronald Fraser en su libro Recuérdalo tú y recuérdalo a otros (1) nos dice: “Una adolescente muy inteligente ha oído una y otra vez las historias que cuenta su abuela sobre cómo los rojos persiguieron a su familia de terratenientes, sobre la ejecución de algunos miembros de la misma mientras otros se escondían, sobre sus propios sufrimientos cuando era niña y aún no tenía la edad que hoy tiene su nieta…Y finalmente la adolescente no puede aguantar más y dice que las opiniones de su abuela sobre la guerra civil son totalmente erróneas, propias de facciosos, y, de hecho, prácticamente fascistas. Para demostrar que lo que dice es verdad echa mano de las certezas que ha aprendido en la escuela hasta que su abuela se desespera y rompe a llorar al ver que, en los últimos años de su vida, una nieta suya niega toda la validez de su propia “historia”…Entonces, se pregunta Fraser, ¿De quién es la historia? ¿De quiénes la han vivido o de quienes la han escrito? Ni de unos ni de otros, por supuesto, porque no pertenece a nadie, sino que es un debate continuo, de duración indefinida”

A estas últimas preguntas que se hace, y que nos hace Ronald Fraser, le agregaría otras: ¿los que no vivimos conscientemente esa historia, o los que ni siquiera habían nacido, cómo podemos entrar en ese debate, qué rol ocuparíamos en él? ¿Esa historia también nos pertenece?

[...]

En el año 1889, por medio de sus autoridades, el Consejo Nacional de Educación consideró que era “conveniente revivir en el corazón de la juventud el recuerdo de los días de gloria para la patria, formando para ello programas especiales en los cuales se prestaba la atención más señalada a la Historia Nacional”. Es así cómo la institución escolar, desde sus orígenes, constituyó el espacio para la construcción de identidades colectivas, especialmente aquellas concentradas en torno a la idea de Nación.

Como docentes sabemos que la escuela, además de ser un ámbito clave para la transmisión de conocimientos específicos, lo es también para la transmisión de valores y normas sociales.

[...] 

Otro objetivo fundamental de la escuela es fomentar la investigación y el desarrollo del pensamiento crítico y autónomo de sus estudiantes. Por ello, debe convertirse en un ámbito en el que los chicos y adolescentes experimenten los métodos, técnicas y habilidades necesarias para elaborar un proyecto de investigación tanto en su presente escolar como en su futuro como investigadores y ciudadanos.

Por medio de la Historia Oral los alumnos recuperan las memorias de hombres y mujeres corrientes, sus abuelos, sus maestros, sus vecinos, y comprueban las diferentes visiones que los protagonistas tienen sobre un mismo hecho o proceso. Así pueden acceder a explorar las memorias construidas y resignificadas más allá del poder, constatar la diversidad de formas de vivir un acontecimiento, en definitiva, comprender que las experiencias condicionan nuestra manera de interrogar y de construir el pasado.

 (1) Fraser, Ronald: Recuérdalo tú y recuérdalo a otros: Historia oral de la Guerra Civil Española. Editorial Crítica, Barcelona, 2007, Prólogo, página X.

 *Presidenta de la Asociación Otras Memorias, Directora del Programa de Historia Oral de la Escuela ORT. 
www.otrasmemorias.com.ar   

Fuente: Primeras Jornadas de la Revista Conflicto Social – 27 y 28 de Octubre de 2012. Políticas de la Memoria o Toma de Conciencia: Concordancias y Divergencias. Conflicto Social, Año 4, N° 6, Diciembre 2011.
http://image.casadellibro.com/libros/1/recuerdalo-tu-y-recuerdalo-a-otros-historia-oral-de-la-guerra-ci-vil-espanola-9788484322467.jpg

(El destacado nos pertenece)

RONALD FRASER HA MUERTO

Por Jaume FABRE. De La Lamentable.org [Tomo de ahí el texto]

“Quería ir más allá de la historia de los dirigentes, que es la que casi siempre se hace, porque los dirigentes tienen una representación política y sindical que depende y tiende más a la justificación que al recto objetivo. Me interesaba más conocer el punto de vista de la gente del pueblo, la que ha hecho realmente la historia y la que ha sufrido más duramente sus conscuencias. Es gente que dificilmente dejará nada escrito y por ello es importante recoger sus testimonios ahora que aún están vivos”.

"Ronald Fraser me explicaba su punto de vista en una entrevista que le hice durante las jornadas del multitudinario Coloquio Internacional sobre la Guerra Civil Española que tuvo sus sesiones en el Palacio de Congresos de Barcelona un fin de semana de abril del año 1979. La sala grande estaba a rebosar, con mucha gente de pie.

Fraser, ex periodista, escritor “manqué” –como acostumbraba a decir— e historiador alejado de los ambientes académicos, había merecido el honor de figurar en aquel coloquio junto a Pierre Vilar y Pierre Broué como responsable de una de las tres únicas ponencias presentadas. Acababa de aparecer en España su libro Recuérdalo tu, y recuérdalo a otros, donde había recogido 250 testimonios de “gente corriente” sobre la guerra civil española. Para escribirlo, había venido a España el verano de 1973. Llevaba en el bolsillo un contrato con doce editoriales que le habían avanzado sus derechos de autor. Con ese dinero pudo trabajar dos años pero se quedó tres años más, sin recursos y pasando serias dificultades económicas. Su libro marcó un antes y un después en la investigación histórica, tanto por las reticencias que existían entonces sobre la denominada “historia oral” como por su mirada sobre los ciudadanos de a pie, dos planteamientos entonces absolutamente novedosos. Para mí, entonces un muy joven historiador/periodista, fue una revelación que marcó también todo mi trabajo futuro.

Ronald Fraser murió el pasado viernes 10 de febrero en Valencia, donde vivía desde finales de los ochenta con la historiadora Aurora Bosch, de quien acaba de aparecer su último libro (Miedo a la democracia, ed. Crítica) una interesante investigación en los archivos norteamericanos sobre el papel de los embajadores de los Estados Unidos en España durante los años de la Segunda República. Un libro que pone en evidencia como no se enteraban, o más bien no se querían enterar, de nada que fuera más allá de los intereses económicos de su pais, y de como el lobby católico estadounidense condicionó las tomas de posición del presidente Roosevelt respecto al franquismo." (Antón Castro)

"Escribió historia con la agudeza de ingenio de un novelista, el método de un antropólogo y la visión crítica de un periodista político. Su última y monumental obra, La maldita guerra de España (Crítica, 2006), una historia social de la guerra de la Independencia, es la mejor muestra de esa pasión intelectual por nuestra historia que atravesaba disciplinas y períodos.

Uno de los principales valores de su obra, y es por lo que muchos la admiramos desde nuestra primera lectura, es que transmitía las entrevistas como narraciones, con un estilo y lenguaje que sintetizaba de forma magistral la doble faceta objetiva y subjetiva de la historia. Con su obra en la mano, era más fácil defender que la historia oral era algo más que una sub-disciplina de la historia, luchar frente a la resistencia e indiferencia que las fuentes orales suscitaban, y suscitan, en una profesión dominada por la veneración del documento escrito.

Ronald Fraser era un hombre del mundo, nacido en Hamburgo en 1930, de padre escocés y madre norteamericana, educado en Inlaterra, Estados Unidos y Suiza, que vivió los últimos 25 años en Valencia con la historiadora Aurora Bosch. Ronnie me honró con su amistad, en Londres y en España, y para mí siempre fue un referente en el aprendizaje de cómo imaginar y escribir historias. Yo lo recordaré y se lo recordaré a otros." (Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, del artículo que ha publicado en ‘El País’ sobre Ronald Fraser (1930-2012).
 
*La foto es de 'El País'.


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