5/7/10

El edificio histórico

La Escuela Normal de Quilmes inició sus funciones en aulas prestadas por la Escuela de Educación Común Nº 1, sobre la calle Rivadavia, entre la Iglesia (hoy Catedral) y la sede Municipal. Los meses siguientes ocupó viviendas alquiladas a ese fin, hasta que el año 1915 dio inicio a las actividades en la manzana que aún ocupa, entre las calles Mitre, Sarmiento, Colón y Conesa.
Este local también era una vivienda, alquilada por el Consejo Nacional de Educación a una familia que -por razones de negocios- la ocupó durante poco tiempo pues se trasladó a La Plata, donde había adquirido una fábrica de ladrillos. Nos referimos a la familia Ctibor. La casa, cuya fotografía ilustra esta nota, había pertenecido antes a otra familia prominente de la sociedad quilmeña, los Clark.
Al respecto, citamos al prof. Héctor Agnelli:
"Alrededor de 1850, Juan Clark construyó una hermosa propiedad espaciosa y confortable en una manzana de 8.640 metros cuadrados, comprendida entre las actuales calles Mitre, Conesa, Sarmiento y Colón. Estaba rodeada de una variada y frondosa arboleda; con un gran parral que iba todo a lo largo de la calle Colón. En el fondo un molino de poco más de 12 metros de altura. Tenía ambientes espaciosos, estufas de porcelana y ollas de hierro para calefaccionar las habitaciones. Hasta cierta época fue la residencia más importante del pueblo, junto con la casa de Andrés Baranda (Sarmiento y Rivadavia, esquina NE), y luego la de Domingo Cichero (H. Yrigoyen y Brandsen, vereda SE)."



La fábrica de ladrillos Ctibor fue sin duda un emprendimiento próspero, que todavía existe en el parque industrial de La Plata, en la zona conocida como Abasto.
Pero lo más interesante, desde nuestro punto de vista, es que nietos y bisnietos del propietario original, Ingeniero Francisco Ctibor, se han puesto en contacto con nosotros, en el marco de las actividades de interés cultural que desarrollan a través de la Fundación Espacio Ctibor y del primer Museo del Ladrillo del mundo. (Véase nuestra nota del 15/6/10). Véase también:
La muséologa Verónica Wolcoff se acercó a nosotros en ocasión de la última Videoconferencia de la BNM y, a partir de ese momento, inciamos un entramado de informaciones compartidas altamente satisfactorio. Fuimos invitados a conocer el Museo y a reunirnos en una cálida conversación con los descendientes de aquel extraordinario ingeniero. Hemos intercambiado reproducciones de fotografías y otros documentos de interés mutuo, por nuestra parte para la reconstrucción de la historia de la Escuela y por la de ellos para la historia familiar.
Como señaláramos en otra ocasión, seguimos "tendiendo puentes"...
A medida que avance la organización del Archivo Histórico, iremos descubriendo otros testimonios que enriquecerán los factores que hacen a nuestra identidad y -posiblemente- a la de la familia Ctibor.



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