DOCUMENTOS ESCOLARES DE UNA NIÑA BERNALENSE
Prof. Raquel D. Gail
Firma de la niña cuando estaba en primer grado
Sara Beatriz Mazzola nació en Bernal el 19 de enero de 1936 [1] y falleció en Quilmes el 7 de junio de 2017. Era hija de Carlos Juan Bautista Mazzola Barcela, un técnico aeronáutico argentino, y de Sara Leggio Dimartino, ama de casa italiana. Cuando era pequeña vivía con sus padres y hermanos en Vicente López 144, muy cerca de la Escuela Nº 23, donde cursó todos sus estudios primarios.
Munida de su Certificado y de su "Boletín", solicitó ingresar a la Escuela Normal de Quilmes, donde en pocos años se convirtió en maestra, oficio que ejerció hasta su jubilación. Contrajo enlace con Rubens José Williams y tuvo dos hijas.
Hoy nos interesa referirnos a los "Boletines" de antes, cuando tenían otro nombre y características muy distintas a los actuales instrumentos mediante los cuales la escuela informa a las familias el rendimiento escolar de los alumnos. Hablamos de la CÉDULA ESCOLAR y nos serviremos de la de Sara, que obra en su legajo.
Se trata de una libreta encuadernada con tapas blandas, a veces entelada, de 24 hojas, cuyas medidas exteriores eran de 15,8 cm de alto por 10,7 cm de ancho. En el caso de la provincia de Buenos Aires, eran impresas y provistas por el Estado y estaban identificadas con una letra y un Nº, en este caso Serie E Nº 14889.
La Cédula Escolar se puso en práctica en Buenos Aires en 1917, si bien hubo experiencias parecidas anteriormente en algunos puntos del país. Era Director de Escuelas Matías G. Sánchez Sorondo (1880-1959), abogado y político conservador de larga trayectoria.
Este cuadernillo no servía únicamente a los fines antedichos, de comunicar el resultado de la enseñanza y el aprendizaje. Fungía como un documento de identidad, pues en la primera página aportaba los datos que señalamos antes (nombre y apellido, fecha y lugar de nacimiento, nombres de los padres, domicilio, etc.) y en las dos páginas siguientes establecía sus características físicas: color de piel, de ojos, forma de la nariz y otras señas particulares si correspondía. Luego hay una tabla para ir completando talla y peso cada año, la impresión digital del pulgar de la mano derecha, la firma de la estudiante y del padre o encargado. A continuación constaban las vacunas recibidas, que por la época eran la antivariólica y la antidiftérica y el certificado del examen buco-dental.
Por último, como parte de la información general, aparecían los datos de inscripción: fecha, escuela, distrito, grado, firma del directivo y sello del establecimiento. La CÉDULA ESCOLAR acompañaba al alumno en su tránsito por el nivel primario; por ejemplo, si cambiaba de escuela la libreta sería la misma. Sin embargo, no la llevaba a casa mes a mes; en su lugar había unas hojas volantes que replicaban exactamente forma, tamaño y contenido de las páginas donde se asentaban las evaluaciones mensuales del grado que cursaba y eran enviadas al hogar.
Sara ingresó a primer grado en 1943 y la libreta nos informa las asignaturas en las que se la calificaba -en su caso siempre con Suficiente- que eran Lectura, Escritura, Idioma, Matemáticas, Dibujo, Historia, Geografía, Instrucción Cívica y Moral, Religión (en la escuela pública de entonces), Física y Química, Labores y Trabajo Manual, Ejercicios Físicos y Canto y Música. Hay otras materias que serán objeto de estudio en grados más avanzados. También se anotaban la apreciación de su conducta (Buena) y la cantidad de inasistencias mensuales.
La doble página terminaba con la firma de la maestra (Sra. de Merkel) y de la Directora (Srta. Victoria Fraga Patrao).
Todavía falta ver la otra doble página que corresponde al mismo grado donde se anotas "observaciones especiales sobre conducta, aplicación e inasistencias" y notificación del responsable de la menor. Como se dijo previamente, al no llegar la libreta al hogar cada mes, sino la hoja volante, la firma del padre, tutor o encargado estará en esta última, que habrá quedado en poder de la familia y no en el legajo escolar.
En opinión de su maestra, Sara es una alumna aplicada pero conversadora. Hacia mitad de año destaca los progresos que hizo en caligrafía y conducta. ¡Tiene siete años!
Finalmente, aparecen las calificaciones promedio de cada materia, si ha sido aprobado, aplazado o desaprobado el alumno, la fecha, la firma del Director/ra y del funcionario que preside el Consejo Escolar (que en esta libreta en particular se encuentra pocas veces).
De la misma manera se sigue reflejando la escolaridad en las páginas posteriores. En 2º grado recibe muchas felicitaciones. En tercer grado el Suficiente es reemplazado por calificaciones numéricas que mejoran a lo largo del año. Su conducta es Muy Buena. Se advierte que tuvo tres maestras sucesivas, la última fue Margarita Rey, que permaneció a partir de julio. El promedio en las asignaturas está entre seis (sólo en Escritura) hasta nueve y se reitera varias veces el concepto de muy buena alumna, tanto en aplicación como en conducta.
En 4º grado hay una asignatura nueva, Zoología y Ganadería. Tuvo la misma maestra todo el año, la Sra. de Fernández, y el rendimiento sigue siendo bueno y muy bueno.
En 1947 llega a 5º grado y el estudio de la Naturaleza se amplía con Botánica y Agricultura, Mineralogía y Geología y Anatomía, Fisiología e Higiene. Su maestra es la Sra. de Casal. Apenas ha tenido 3 inasistencias en todo el año, pero hay algunos llamados de atención porque conversa y se le pide más esmero en el estudio.
Finalmente promueve a 6º grado con la Sra. de Pedrizzini. Ha cambiado el régimen de calificación y la gran cantidad de materias se reúnen ahora en Lenguaje, Matemáticas, Culturales, Religión, Naturaleza y Estética. Siempre se reporta Conducta, Aseo y Puntualidad. Sólo incurrió en dos inasistencias y a lo largo de los meses van subiendo sus notas hasta tener muchos nueves y diez.
La maestra cierra el ciclo con las siguientes palabras :"Alumna estudiosa y aplicada. ¡Te felicito!" Por primera vez se observa el tuteo, pues desde primer grado siempre se la trató de usted, al menos por escrito.
En la libreta quedan muchas hojas en blanco porque esta niña no ha repetido grados ni ha abandonado la escuela en ningún momento, pero el diseño de la Cédula también contempla ese aspecto.
Cuando se creó este documento, se dieron precisas instrucciones a los directores de escuela sobre el modo de utilizarlo.
1.- La Cédula es un documento oficial que comprende: la matrícula escolar, constancia de vacunación, certificados de calificaciones mensuales y anuales, pases y notificación sobre conducta e inasistencias. Los maestros deben explicar a los niños sus ventajas y la necesidad de conservarla en buenas condiciones y evitarse pérdida.
2.- Los directores deben explicar a los padres, en el acto de la inscripción de los alumnos, como en las conferencias (artículo 43, inciso 10 del reglamento General de Escuelas), lo que importa la posesión de la Cédula, la necesidad de conservarla en buen estado y los inconvenientes que les ocasionaría su extravío.
3.- Los directores a quienes autorice el Consejo Escolar para expedir la Cédula, deben consignar en la página destinada para la matrícula escolar el nombre del partido, el número que le corresponde en el registro de inscripción y la fecha.
4.- Los datos de la página titulada “Identidad del Alumno” deben ser llenados en el acto de la matriculación y las “Referencias sanitarias” serán consignadas por la maestra del grado a que pertenezca el niño, de acuerdo con las indicaciones del director de la escuela y a medida que se obtengan, con toda prolijidad y exactitud.
Omitiremos aquí los siguientes puntos del Instructivo inicial pues fueron modificados en los años siguientes y no se aplican al ejemplo seleccionado. En 1922 se impartieron reglas mucho más detalladas sobre este particular dispositivo de control de la escolarización de los niños. En 1929 el Consejo Nacional de Educación adoptó un temperamento semejante, con ligeras variaciones de forma, que se implementó en las escuelas de su jurisdicción. Durante muchos años se discutió el valor y presunta necesidad de documentos escolares de este tipo, hasta que, en la década del 50, se reemplazaron por otros más sencillos, llamados Boletines.
En 1950 solicita matricularse en la Escuela Normal, donde se recibirá a fines de 1955 con muy buenas calificaciones, una sola inasistencia en todo el año y ninguna sanción disciplinaria. Años más tarde se la encuentra trabajando en la Escuela Nº 56.
Libro calificador de 5º año
NOTAS: [1] La partida de nacimiento dice 1936 y la Cédula Escolar dice 1935.
Fuentes: Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri".
Revista de Educación, Año LVIII, Nº 11, marzo y abril 1917. Circular Nº 4/17, p. 163-165.
Revista El Monitor de la Educación Común, 1929.
Revista La Obra, 1929, 1930 y 1934.
https://es.wikipedia.org/wiki/Mat%C3%ADas_S%C3%A1nchez_Sorondo