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GRATIFICANTES RESULTADOS

Cuando uno utiliza las tecnologías actuales, que permiten irradiar comunicaciones hacia todo el planeta pero sin saber a ciencia cierta quien recoge los mensajes, planean en el horizonte múltiples incertidumbres. ¿Habrá interesados en nuestra emisión? ¿Nos buscan? ¿Nos encuentran? ¿Debemos apelar a otras estrategias para ser más efectivos? ¿Nuestros planteos interpelan a los lectores? ¿Podemos ser interpelados por ellos? ¿Se difunde por los canales apropiados nuestro anhelo de trascender los muros interiores de la escuela?

En forma moderada, pero creciente, tenemos cada vez más resultados satisfactorios a este respecto. Pocas semanas atrás, recibimos el siguiente mensaje:

Es loable vuestra tarea y estoy sumamente agradecida pues tras una búsqueda  de años pude encontrar a mi tía abuela, quién fue una de las primeras  egresadas de vuestra Escuela Normal, profesión a la cual también honro actualmente en San Miguel, Bs. As.
Atentamente,
Graciela Sosa Soler 

Fotografía de graduación

Después de un acotado intercambio, pudimos saber que la referencia alude a la alumna de la primera promoción de Maestros de la Escuela Normal de Quilmes, María Esther Sosa

Desde ya y nuevamente, muchísimas gracias por su mensaje, fue como hallarlo en una botella quizás en el océano o un desierto! [...] trataré en algún momento acercarme hasta allá para percibir ese hálito de quién fuera mi guía espiritual, mi tía-abuela María Esther Sosa Soler. En San Miguel quien recopiló sus datos y de otros personajes de la historia local (de hecho, Luis, el hermano de mi tía fue uno de los fundadores del Club Atlético San Miguel "El Trueno verde") fue el historiador Prof. Eduardo Ismael Munzón; gran parte de su obra se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Gral. Sarmiento. Estoy a su servicio si Ud. lo necesitare, tal vez pueda colaborar humildemente en vuestra obra que dignifica la Memoria de nuestras raíces. Otra vez gracias!

Ella era poetisa, amiga de Alfonsina Storni [1], desplegó una distinguida labor cultural, pero falleció muy joven, en el año 1928; en la bóveda de mi familia hay una placa de un diario llamado "Ariel" destacando su breve trayectoria, entre otros datos que me contaba mi padre, actualmente fallecido.


María Esther Sosa Soler integró la `nueva generación´, un "contingente de jóvenes que inició su carrera literaria al filo de la primera gran conflagración europea. Ellos mismos, en su momento, se aplicaron tal denominación y no tuvieron mayores escrúpulos de conciencia. Quisieron significar, simplemente, que todo lo anterior carecía de vigencia; que era imprescindible recomenzar y que eran ellos los encargados de la tarea." `[2]

Exámenes de ingreso 1912
María Esther Sosa Soler obtiene
la máxima calificación (cuatro puntos)
"Afirmaron, simplemente, que existían, en magnífica exteriorización de vitalidad; y esparcieron su obra con despilfarro de talento, aglunos; con aguzado espíritu de “fumistería”, otros; sin razón alguna, los más. La hoguera que pretendieron encender sólo alentó en contados tizones: fue una turbonada efímera, pero siempre gana la tierra con un poco de agua, aunque venga acompañada con muchos relámpagos incandescentes." [2]

"Frente al clima intelectual de aquella envejecida generación del 80, adversa a toda vida literaria y hostil al “literato” a secas, sin título académico ni cátedras en donde profesar; ante el severo pragmatismo de unos hombres que tenían en su conciencia la certidumbre de haber engrandecido al país con el lema rotundo de “paz y administración”, se plantó, de improviso, un conjunto de hombres jóvenes, casi todos hijos de inmigrantes, argentinos ellos de primera hornada. Llegaron al campo de las letras al mismo tiempo que otros hombres jóvenes alcanzaban el poder político con la bandera del radicalismo." [2]

Decía César Tiempo: "Existen aparatos destinados a medir el espesor de las lunas de los espejos. Una revista literaria es un pecómetro destinado a medir el espesor de los sueños desintegrados." [2] [3]

"El 10 de julio de 1918 se publicó el primer número de Tribuna Libre [4]. Estos cuadernillos, semanales en los comienzos, luego quincenales, difundieron temas políticos, económicos, jurídicos, sociológicos y también literarios. Como revista literaria tiene escasa significación. Reprodujo —en varias entregas— el Painé de Estanislao Zeballos, trabajos sobre Carriego (de Alfredo R. Bufano y Juan I. Cendoya), poesía de Manuel Crespo García, Ricardo Tudela, Juan Manuel Cotta [5], Bartolomé Galíndez, María Esther Sosa Soler, Alfonsina Storni, Luis Sánchez Abal, Arturo Vázquez Cey, Rodolfo Bagués, Gustavo Caraballo. Contribuyeron con “Cuentos de amor”, Josué Quesada, Bartolomé Galíndez, Félix B. Visillac, César Carrizo, Ernesto León Odena, Jomer B. Villa y Eduardo Talero, todos ellos muy preocupados por destacar los aspectos calamitosos del tema." [2]

NOTAS:
[1] Alfonsina Storni Martignoni (Sala Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) Poetisa argentina de origen suizo. A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina, y residió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Se graduó en la Escuela Normal Mixta de Maestros Rurales de Coronda, ejerció en la ciudad de Rosario y allí publicó poemas en Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Se trasladó luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro Infantil Lavardén, en la Escuela Normal de Lenguas Vivas, recibió el premio anual del Consejo Nacional de Mujeres y el 4 de junio de 1917 se la nombró maestra y directora del internado Marcos Paz (calle Remedios de Escalada y Argerich), colegio fundado por la Asociación Protectora de Hijos de Policías y Bomberos. Poco después aceptó el puesto de celadora en la Escuela de Niños Débiles de Parque Chacabuco.
Docente, escritora, dramaturga, periodista y poeta de notable popularidad, colaboró en la Revista Nacional, Myriam, Tribuna Libre, Proteo, El Hogar, Caras y Caretas, Mundo ArgentinoNosotrosAtlántidaLa Nota, así como en el matutino La Nación. Autora de "La inquietud del rosal", "El dulce daño", "Irremediablemente", "Ocre", "Languidez", "El mundo de siete pozos", "Mascarilla y trébol", "Dos farsas pirotécnicas", "Polixena y la cocinerita", etc. Comenzó a frecuentar los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y Montevideo. Compartió además la vida artística y cultural del grupo Anaconda con Horacio Quiroga y Enrique Amorín y obtuvo varios premios literarios. 
En la década de 1930 viajó a Europa y participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían figuras importantes de las letras como Federcio García Lorca y Ramón Gómez de la Serna. En 1938 participó en el homenaje que la Universidad de Montevideo brindó a las tres grandes poetas de América: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma. Ese año, el 25 de octubre, víctima de una enfermedad terminal, decidió suicidarse en Mar del Plata. 
Retrato publicado en el
periódico local A.B.C.
realizado para la promoción
del recital que brindó en
el Teatro Colón de Quilmes.
En 1926, invitada por los directivos de la Escuela Normal y un grupo de ex alumnos que realizaban periódicamente lo que llamaban "Tardes culturales de Quilmes", se realizó en el teatro de la Sociedad Italiana Cristóforo Colombo un recital poético donde la presencia de honor fue Alfonsina Storni. Todo Quilmes asistió al acto y la emoción creada por la fuerza y la sustancia de sus versos persistió durante varios meses en la ciudad.
Madre soltera, hecho que no era aceptable en su época, fue sin embargo la primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria evolucionó desde el Romanticismo hacia la vanguardia y el intimismo sintomático del Modernismo crepuscular. El rasgo más característico de su producción fue un feminismo combativo en la línea que se observa en el poema Tú me quieres blanca, el cual se halla motivado por las relaciones problemáticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa.
[2] Lafleur, Héctor. Las revistas literarias argentinas 1893-1967 / Héctor Lafleur; Sergio Provenzano; Fernando Alonso; con prólogo de: Marcela Croce - 1ª ed. - Buenos Aires: El 8vo. loco, 2006.
[3] César Tiempo (seudónimo de Israel Zeitlin, 1906-1980) escritor, periodista, editor, dramaturgo y guionista argentino, también estuvo presente en una velada cultural de la Escuela Normal de Quilmes.
[4] TRIBUNA LIBRE (Buenos Aires) cuyo Director fue Ernesto León Odena, se publicó desde 1918 hasta 1923. Nº 1: 10 de julio 1918; Nº 136: junio 1923.


César Tiempo, sentado, a la derecha, con anteojos.
Junto a Juan Manuel Cotta
Salón Municipal
[5] Segundo Director de la Escuela Normal de Quilmes, mucho después que María Esther Sosa Soler pasara por ella. Educador y escritor (1887-1964), que dio mucho relieve a las actividades culturales de la localidad. Véanse nuestras notas de fechas 8/8/11, 20/6/12, 27/6/12, 28/6/12, 9/9/12, 24/9/12, 4/10/12, 15/6/13, 8/7/14, 24/10/15. 

Fuentes: Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri".
Lafleur, Héctor. Las revistas literarias argentinas 1893-1967 / Héctor Lafleur; Sergio Provenzano; Fernando Alonso; con prólogo de: Marcela Croce - 1ª ed. - Buenos Aires: El 8vo. loco, 2006. Pág. 85.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/storni.htm
http://lasletrasdelquilmero.blogspot.com.ar/2013/10/hoy-hace-75-anos-alfonsina.html
http://eltriunfodearciniegas.blogspot.com.ar/2011/11/alfonsina-storni.html
Rocha, Karen. Biografía de Alfonsina Storni. Disponible en:
http://es.calameo.com/read/0035399318167e0d766b8
Delgado, Josefina. Alfonsina Storni: una biografía esencial.

Esta nota ha sido corregida el 13 de abril de 2019.

3 comentarios:

  1. Dirigió "El Tribuno" , en General Sarmiento en Buenos Aires (1921)

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  2. Fue Directora de "El Tribuno", publicación de General Sarmiento, Bs.As. (1921)

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  3. Muchas gracias por el dato.

    Cordiales saludos,
    Raquel Gail

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