8/7/14

CARMEN FAGGIANO DE BAFICO 
MAESTRA DE QUILMES A ROSARIO
Por Chalo Agnelli



LOS FAGGIANO – DEUCROSE 

Hubo maestros que, aunque por un breve tiempo, desarrollaron su tarea en el partido de Quilmes, honda es aún la huella que dejaron y fue entre sus vecinos que adquirieron las cualidades y calidades que luego desarrollaron en las aulas de otros rincones del país. 

Carmen Faggiano nació San Carlos, departamento de Maldonado, en la Banda Oriental el 29 de febrero de 1860, en el hogar de Nicolás y de Peregrina Deucrose, ambos de origen genovés. Tres años después nació su hermana Rita Martina. Sus padres pertenecían al grupo de inmigrantes que llegaron al Río de la Plata durante el bloqueo anglo-francés y debieron establecerse en el vecino país.

Si bien la familia estaba instalada en ese pueblo uruguayo, Nicolás Faggiano atravesaba constantemente el Río del la Plata, en vapores, como carbonero primero y luego como práctico; trabajos, entre otros, específicos de la vida naval, que caracterizaban a los genoveses de aquellas épocas. A veces se veía obligado a permanecer varias semanas en Buenos Aires, lo que le permitía relacionarse asiduamente con sus paisanos, esto lo hizo co-fundador de la Asociación Unione e Benevolenza (1858), decana de las sociedades Italianas en la Argentina. [1]

Seducido por algunos de sus compatriotas que promovían a la Argentina como tierra de promisión, resolvió trasladar a toda la familia del otro lado del Plata y se radicó en Quilmes: por la baratura de la propiedad y por ser un punto intermedio entre el puerto de la Ensenada y el de Buenos Aires.

En el Quilmes de esos años, recién se empezaba a perfilar el “Progreso” impulsado por personalidades que dieron pie a su Tercera Fundación (1852) Allí, en 1868, nació Ramón el menor de los Faggiano-Deucrose. 

LA ÉPOCA 

Justo José de Urquiza
Meses antes del nacimiento de Carmen Faggiano tras la batalla de Cepeda (23/10/1859) y el Pacto de San José de Flores (11/11/1859), en la que el general Urquiza salió victorioso, la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires se unificaban nuevamente en un solo Estado.

Pocos día después de la llegada al mundo de Carmen el 5 de marzo Santiago Derqui asumía la presidencia de la República unificada. En la Banda Oriental, su tierra natal, dejaba la presidencia don Gabriel Antonio Pereira, el 6º presidente constitucional, y asumía el 7º, don Bernardo Prudencia Berro Larrañaga. Pereira llevaba en sus venas, por su madre, la sangre de Artigas y fue partidario del movimiento argentinizante de 1822-1823. Era gobernador interino de la provincia de Buenos Aires Felipe Lavallol, quien será sucedido por Bartolomé Mitre el 3 de mayo de 1860.

Andrés Baranda
En Quilmes había vuelta a ocupar el cargo de Juez de Paz don Don Andrés Baranda quien, acompañado por el secretario del municipio, el preceptor Robustiano Pérez, decretó la enseñanza obligatoria en el Partido bajo pena de apercibimiento a los padres que no enviaran a sus hijos a la escuela. Ya se perfilaba la idea de construir un edificio escolar adecuado y una casa municipal, además se empezaban a concretar saneamientos urbanos para hacer confortable e higiénica la vida de los pobladores. Por supuesto que lo acompañaron como municipales (concejales) otras grandes progresistas como el Dr. José Antonio Wilde, Pedro Costa y Mariano Solla entre otros. 

LA PEQUEÑA EDUCADORA 

Desde muy joven comenzó a despuntar la vocación educativa de Carmen. A los seis años aprendió las primeras letras en la escuela Nº 2 de niñas, [2] de la benemérita maestra doña Demetria Rivero, la primera maestra de su sexo que desarrolló una larga trayectoria en Quilmes y a quien Carmen, ya en 1872, con 12 años, ayudaba como maestra auxiliar. Además, particularmente, alfabetizaba niños en su casa. [3] En 1866 había participado de los actos en homenaje a la inspectora doña Juana Paula Manso, inclaudicable colaboradora de Sarmiento, pionera, entre las mujeres, en ocupar un cargo público oficial, quien visitó Quilmes [4] y promovió la creación de la Biblioteca Popular; institución que se abrió el 8 de enero de 1873 (hoy Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento). [5]

La maestra Demetria Rivero

MAGISTERIO 

En 1875, el 26 de setiembre se promulgó la Ley Nº 988 de Educación Común de la provincia de Buenos Aires (la ciudad de Buenos Aires aún no era Capital de la República) Carmen, con casi 15 años, ingresó becada en la Escuela Normal de Maestras Nº 1 de la Capital, creada el 30 de julio de 1874 (hoy Escuela Normal Superior Nº 1 en Lenguas Vivas "Pte. Roque Sáenz Peña") Era directora la educadora, de origen húngaro, Emma Nicolay de Caprile, que había llegado de Estados Unidos a fines de 1870, junto con su esposo Julio Caprile, contratada por Sarmiento.

Ubicada en la quinta de Cambaceres, la Escuela Normal inició su labor el 15 de marzo de 1875, o sea que Carmen Faggiano fue una de las alumnas que inauguró el dilatado camino educativo de esa institución y la más pequeña en edad.

Sepulcro de Emma Nicolay en La Recoleta

La Sra. de Caprile había innovado con una formación experimental, práctica, en oposición a la memorística de usanza generalizada por esos años – que perduró por muchas décadas hasta avanzado el siglo XX -. Carmen fue vocal de la Comisión de la Biblioteca Estímulo Argentino fundada por las alumnas del segundo año del curso Normal.

Ingresaron en ese primer curso Normal 18 alumnas, de las cuales 11 culminaron los estudios, entre las que se hallaba la  joven Carmen. Se recibió de maestra superior el 25 de diciembre de 1877, con la calificación de “buena” y un promedio de 7,72. [6] Su diploma fue firmado por Domingo Faustino Sarmiento que era, a la sazón, presidente del Consejo de Educación de la Provincia de Buenos Aires. Con ella egresaron: Elina González Acha de Correa Morales, Herminia Justo, Amalia Kenig, Úrsula Llames de Lapuente, Josefa López Francia, María López Gazcón, Máxima Lupo y Cecilia Grierson, la primera médica argentina.

Dra. Cecilia Grierson

Carmen tenía 17 años. En un primer momento sus padres no le permitieron trabajar alejada del hogar familiar. Cinco meses después, a fines de mayo de 1878, comenzó su misión junto a su hermana Rita, en la escuela elemental “Ítalo-Argentina” creada por la Sociedad Italiana Cristóforo Colombo fundada en 1878. [7]

Teatro Colón de la Sociedad Italiana de Quilmes (1909)

Luego de una disputa que la maestra Dionisia Benítez, designada por la Sociedad de Beneficencia, tuvo con el Consejo Escolar, [8] Carmen se hizo cargo de la escuela que ella regenteaba, con una matrícula de 60 alumnos. El puesto se lo dieron a su pedido y se le comunicó por medio de la siguiente nota: 

"Quilmes, Mayo 23/1878.- A la Señorita Carmen Faggiano – El Consejo que presido, ha tomado en consideración la solicitud de Ud. pidiendo ser nombrada Preceptora de la Escuela Elemental de Niñas, antes a cargo de la Sta. Benítez, y ha resuelto acceder a su petición, quedando Ud. nombrada Preceptora de dicha Escuela "– (Hay un sello que dice: Consejo Escolar de Quilmes).

A fin de año los alumnos de Carmen examinados por los Consejeros Escolares hicieron un papel destacable, parangonando a los de las señoritas Rivero y del preceptor Bernabé Iriarte. En varias oportunidades Carmen Faggiano intentó que se designara oficialmente a su hermana Rita que no percibía retribución alguna, pero no lo logró y, sobrecargada de alumnos, optó por renunciar a su cargo el 27 de abril de 1880 y meses después contrajo enlace con Miguel Bafico.

La quinta de Cambaceres

A su pedido, quizá para presentar como comprobante de su actuación, el Consejo de Educación de Quilmes con fecha 17 de marzo de 1884 le entregó este certificado: Quilmes, Marzo 17/884.- "A solicitud de la señora Carmen F. de Bafico, este Consejo le expide el siguiente informe: Conste, que la solicitante entró a regentear la Escuela Nº 2 de Niñas de este Distrito el día 23 de Mayo del año 1878; y que cesó en sus funciones el día 27 de abril del año 1880, por renuncia que hizo con motivo de tomar estado [9] y retirarse de esta localidad – Conste también que su conducta, contracción e idoneidad, fueron inmejorables durante su permanencia al frente de dicho establecimiento.- Saluda a Ud. – Juan Ihturalde- J. E. Echeverría, Secretario". (Hay un sello que dice: Consejo Escolar de Quilmes).

Dr. José Antonio Wilde
Por cierto que las condiciones no eran las mejores y la tarea fue ardua, pero sin tregua. Fue asidua concurrente a las reuniones que el Dr. José Antonio Wilde realizaba en su domicilio (calle 25 de Mayo e/ Paz y Pringles) para actualizar a los maestros en el uso de sus libros “Silabario Argentino” y el “Compendio de Higiene Pública y Privada”. El primero había sido publicado por primera vez en 1845, tuvo varias ediciones, y propiciaba la alfabetización mediante el método silábico y contenía lecturas referentes a temas netamente argentinos: costumbres, cultura, fauna, flora, geografía, etc. [10] El segundo texto procuraba fomentar entre docentes y educandos normas de higiene como conducta de vida, tras las graves epidemias de cólera de 1868, y de fiebre amarilla de 1871 que habían asolado la región. El Dr. Wilde, segundo médico de Quilmes, era un higienista como lo fue su sobrino el Dr. Eduardo Wilde, luego ministro de los presidentes Juárez Celman y Julio A. Roca. 


Además, Carmen ejerció el magisterio, junto a su hermana, en la escuelita de la Srta. Icely que desde 1876 funcionaba en la esquina NO de las calles 3 y 20, frente al Lawn Tennis (actualmente Libertad y Olavarria), propiedad de la familia Bafico. Probablemente su constante presencia en esa casa la vinculó emocionalmente con quien fue su esposo. 

BUENOS AIRES 

Pocos años después de su matrimonio, la pareja se establece en la ciudad de Buenos Aires, abandonando circunstancialmente la docencia.

Es de suponer que el alejamiento de Quilmes se debió al problema suscitados de la tarea que la municipalidad encomendó a Miguel Báfico, en 1882, que constaba de la compra de un reloj que se ubicaría en la torre oeste de la iglesia parroquial; según moción presentada por el municipal Alejandro Lassalle en la sesión del 10 de marzo de 1881.

La compra la hizo a Relojería Mecánica Argentina del Víctor Chiabrando (calle Cuyo 57) quien tuvo a su cargo la instalación del reloj del Cabildo de Buenos Aires. Esto derivó en una serie de acusaciones entre Pedro Giménez, director del periódico “El Quilmero” y la Municipalidad por gastos extemporáneos que perjudicaron el prestigio personal de Bafico como comisionista. [11]

El 6 de diciembre de 1883, Carmen rubricó como testigo presencial, ya que los exámenes eran públicos, la planilla con los resultados de la Comisión examinadora de alumnos de varias escuelas públicas porteñas.

Durante su permanencia en la Ciudad, fue designada directora interina de una institución educativa. Dice el Consejo: “Acordar seis meses de licencia a la Directora de la Escuela Nº 1 de Catedral al Sud, Dila Puyrredon Yáñez con goce de sueldo en vista de sus servicios durante 25 años y nombrar Directora interina a Doña Carmen F. de Bafico mientras dure su ausencia.” 

Tiempo después, declina el nombramiento que el Consejo le hace, para ocupar la dirección como titular de la Escuela Nº 8 de la 7ª sección, que había quedado vacante por renuncia de la directora. 

Maestras de la primera escuela que dirigió en Rosario la Sra de Bafico. De izq. a der.: Lola Canosa, Elisa Nardini de Álvarez, Esperanza Rafuls de Giménez, Carmen Faggiano de Bafico, Rosa Baroni de Rossi, Julia Mar, Paulina Montenegro (1896) 

ROSARIO

Comenzando la última década del siglo XIX, su esposo debió trasladarse, por asuntos laborales, a la ciudad Rosario, provincia de Santa Fe; interrumpiendo Carmen su pasión educativa. Durante esta pausa nacieron sus hijos, entregándose por entero a las tareas propias de la maternidad y del hogar.


El 1º de marzo de 1896, reinicia su labor educativa en Rosario, como directora-maestra en la escuela de varones Nº 9, que funcionaba en una casa sita entre las actuales calles rosarinas Catamarca entre Italia y España. Actuó allí hasta el 31 de diciembre de 1900. Al frente de este establecimiento desarrolló las progresistas normas pedagógicas de José María Torres. [12] A pesar de la oposición de algunos de sus superiores, los resultados demostraron que se había logrado colocar a la escuela en un lugar destacado. 


De allí pasó a la elemental de varones Nº 6, que funcionaba en Güemes entre Lagos y Callao, donde permaneció desde el 1º de enero de 1901 al 31 de diciembre de 1906. Cuando esta escuela ascendió de categoría en dos oportunidades, se la confirmó en el cargo hasta el 31 de diciembre de 1910. Ese año se le encomendó fundar y organizar la Escuela Elemental de Varones Nº 5 del barrio “Primero de Julio”, una zona muy humilde de familias obreras e inmigrantes recién arribados al país, con viviendas precarias, casas sin revocar, sin servicios sanitarios, calles de barro, zanjas y grandes baldíos. La escuela no escapaba a esta descripción. Permaneció en la institución desde el 1º de enero de 1911 al 31 de diciembre de 1913.


El 1º de enero de 1914 se hizo cargo de la dirección de la Escuela Elemental Nº 2 hasta el 14 de junio de 1915. Luego se la nombró directora de la Escuela Superior Nº 2, cargo que desempeñó desde el 15 de junio de 1915 al 30 de junio de 1917, en que la derivaron a la Nº 7, donde permaneció desde el 1º de julio de 1917 al 31 de diciembre de 1922.

Sus métodos de gestión altamente favorables para organizar instituciones nacientes y/o reorganizar otras alicaídas, la hacían una profesional muy requerida por las autoridades.

En una época en que la enseñanza se complejizada por el ingreso a las aulas de niños y jóvenes inmigrantes e hijos de inmigrantes que no hablaban el castellano o lo hablaban con mucha dificultad, ella, en una actitud positivamente inclusiva, manifestó un gran entusiasmo por la creación de escuelas nocturnas para varones que durante el día trabajaban.

Simultáneamente fue directora de la Escuela Nocturna Nº 7, desde el 1º de marzo de 1914 al 14 de mayo de 1916. Directora de la Escuela Nocturna Nº 10 desde el 15 de mayo de 1916 al 31 de diciembre de 1922. Directora de la Escuela Nocturna Nº 19, desde el 1º de enero de 1923 hasta 1933.

Concluyó sus funciones en 1933, en la Escuela Nocturna Nº 19 y en la Escuela de Primera categoría Nº 77, que ella había fundado el 1º de enero de 1923 y que bautizaron “Primero de Mayo”, el mejor de los nombres para un establecimiento ubicado en un barrio obrero.

Además de los años de ejercicio en Quilmes y en Buenos Aires, trabajó en Rosario 36 años, 11 meses y 25 días; más de cuarenta años educando. 

 

TRAYECTORIA 

Estos son algunos conceptos sobre su labor hallados en el Archivo de conceptos de la Inspección de Escuelas: 

Año 1919 — Escuela Nocturna N° 10 — Anexa a la Escuela Superior “J. B. Alberdi”: “La Escuela nocturna que dirige esta señora es, sin disputa, la más bien organizada y atendida; el mejor concepto que pueda expresarse de esta Señora Directora, es que está connaturalizada con la Escuela y todo lo que atañe a esta, a tal punto que, teniendo con exceso, antigüedad para jubilarse, no lo hace por el apego que tiene a las tareas de la educación, las que satisface ejemplarmente; es digna del reconocimiento público. Resumen: Preparación general: muy buena. Preparación espe­cial: muy buena. Laboriosidad: muy buena. Aptitudes disciplinarias: muy buenas. Resultados: buenos.” Firmado: J. A. Cabanillas, Sub­inspector Seccional.

Año 1920 — Escuela “J. B. Alberdi”: “Como siempre, este año tam­bién se ha consagrado enteramente a la vida de su Escuela, dirigiendo una labor intensa en perfecta armonía con su personal, el que la secunda en su afán de hacer buena Escuela. Su empeño por la enseñanza práctica ha culminado en la formación de una huerta escolar y gimnasio, donde los alumnos han recibido enseñanza realmente práctica. Cumple religio­samente con los deberes del cargo y secunda fiel y eficazmente los pro­pósitos y disposiciones de la Superioridad.” Firmado: J. A. Cabanillas, Sub-Inspector Seccional. 

Año 1921 — Escuela Superior Alterna de 1ª Categoría “J. B. Alberdi”: “Concepto muy bueno. Educacionista inteligente, activa, la­boriosa como pocas. Incansable en la labor. Tiene cualidades profesiona­les que la distinguen entre todas las del gremio. Sus muchos años de ser­vicios no la han abatido para cumplir su misión. Su Escuela se distingue por la disciplina.” — Firmado: Antonio Arce, Inspector. 


Año 1922 — Escuela de 1ª Categoría “J. B. Alberdi”: “Concepto muy bueno. De condiciones docentes, disciplinarias y de gobierno exce­lentes; muy activa y se empeña mucho por conseguir éxito con la Institución a su cargo; muy laboriosa y de carácter afable. Por los rumbos que sabe imprimir a su Escuela y por la contracción con que se dedica á sus tareas durante todo el año, no trepido en presentarla a la especial consideración de la Superioridad.” Firmado: Manuel’ R. Olivera, Sub-Inspector interino. 

Año 1923 — Escuela 77 “Primero de Julio”: “Ratifico el concepto del año anterior, manifestando a mi vez, que considero a esta Directora una de las mejores por su excelente preparación general y especial, laboriosidad y asistencia perfecta, siendo acreedora a un ascenso.” Firmado: Domingo Álvarez, Inspector. 

Año 1925 — Escuela Nocturna N° 19 (anexa a la “Primero de Julio”): “La señora Directora es el ejemplo vivo de lo que puede realizar el maes­tro de alma que sabe su responsabilidad ante la Patria. Todo elogio es poco para la labor que efectúa esta gran maestra.” Firmado: Luis R. Albornoz, Inspector. 

Año 1929 — Escuela “Primero de Julio”: La señora de Bafico sigue dan­do a la Escuela el gran caudal de su salud y el de su fuerza intelectual y moral.” Firmado: B. D. de López Elitchery, Inspectora. 

Año 1929 — Escuela Nocturna N° 19: “Queda subsistente el concep­to interpuesto por el Tribunal de clasificaciones del año anterior. Hago constar la importancia de la obra que va realizando esta Escuela con la implantación de los cursos libres de Inglés, Dactilografía, Telegrafía y Taquigrafía, a la que asisten con entusiasmo, buen número de alumnos.” Firmado: Abel Schenone, Inspector.

En todas las escuelas a su cargo estimuló a las familias para que fundaran Asociaciones Cooperadoras y además creó bibliotecas escolares, en gran parte con donaciones que recibía de su hermana y sus sobrinos desde Quilmes quienes eran sus principales proveedores de libros.

En Rosario fundó la Unión del Magisterio y de la Asociación de Maestros de la que fue en varios períodos Vicepresidenta y finalmente Presidenta Honoraria. Trabajó en la Liga Argentina de lucha contra la Tuberculosis y utilizó los medios de prensa para promover campañas de alfabetización y contra el alcoholismo. Sus últimos años fueron duros pues perdió a su esposo y a sus hijos. 

Carmen Faggiano de Bafico murió en la ciudad que fue su rincón en el mundo, el 5 de enero de 1937, sus restos yacen en el cementerio del Salvador de Rosario. 


La carrera docente que asumió con amor, suprema energía y compromiso absoluto mereció el reconocimiento de gran parte de la comunidad rosarina, que, en agosto de 1937, a poco de su muerte, publicó un libro referido a su trayectoria docente, titulado “Carmen Faggiano de Bafico. Su vida y obra” [13] para lo cual se creó una comisión pro-homenaje y una comisión de biografía integrada por Ana Tula, Juan A. Cabanillas y Teófilo Segovia. Esta misma comisión mandó hacer por un ex alumno de esta extraordinaria educadora, el escultor autodidacta rosarino de origen calabrés Erminio Blotta (1892 – 1976), un busto de bronce y placa del mismo material que se colocaron en el patio de la última escuela que ejerció y que ella había fundado, la Nº 77, “Primero de Mayo”. Erminio Antonio Blotta Mainieri, que tenía visión reducida y quien luego sería uno de los artistas de mayor renombre de Rosario, de la provincia de Santa Fe y del país, no aceptó pago alguno por su trabajo.


La Escuela Nº 801 de Rosario lleva el nombre de “Carmen Faggiano de Bafico”, calle Virasoro 1920. 

Y EN QUILMES...

Su hermana Rita [14] se casó con don José Andrés López (1851- 1932), escribano, periodista, dramaturgo, político e intendente de Quilmes en 1904 y 1905. Rita y José Andrés fueron fundadores de una dinastía de políticos quilmeños [15] ya que su hijo Rodolfo Alberto (1891 - 1936) fue co-fundador de la juventud radical en Quilmes el 18 de junio de 1909, y diputado provincial en el período 1923 – 1926; su otro hijo, José Eduardo (1883 – 1958) será intendente en 1927 y un nieto, hijo del primero, Rodolfo Adalberto (1921 – 2006), será también intendente desde 1958 hasta 1962.

José Andrés López dejó para el patrimonio bibliográfico quilmeño un hermoso libro, "Quilmes de antaño", conjunto de misceláneas de ese pueblo en ciernes que luego él ayudará a transformar en una ciudad pujante.
Ramón Faggiano Deucrose también dejó en la localidad una numerosa descendencia, algunos de ellos notables periodistas.

Prof. Chalo Agnelli
Quilmes 24/7/2009 - 24/7/2014
Entrevistas al Dr. Eduardo López y Renée Faggiano
Aportes, gentileza Prof. Raquel Gail

FUENTES 
Agnelli Chalo. “Maestros y Escuelas de Quilmes”. Ed. Jarmat. Quilmes, 2008
Agnelli, Chalo “Cuadernos de identidad I” – “Los López, una dinastía de políticos quilmeños”. Ed Tiempo Sur. Quilmes, 2010.
López, José Andrés. “Quilmes de antaño”. Ed. de autor. Quilmes, 1934.
Roggiani de Calvo, Susana. "Y dio sus frutos...". Olmo Ediciones. Buenos Aires, noviembre 2012.
Periódicos: La Verdad, El Sol, El Tribuno.

NOTAS
[1] Petriella Dionisio y Sosa Miatello Sara “Diccionario Biográfico Italo-Argentino” 
[2] Ubicada en la casa de la misma señora Rivero, en la calle Alvear entre Rivadavia y Alsina. Luego se mudará al edificio propio en la calle Alem entre Mitre y Sarmiento que aún existe y ocupa la Escuela de E. Preescolar Nº 921 
[3] Relatos orales realizados por su sobrino nieto el Dr. Eduardo López 
[4] Ver “Maestros y Escuelas de Quilmes” Pp. 35 y 36 
[5] Hoy Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento. 
[6] Ver: “Y dio sus frutos” Pp. 161 a 169 
[7] “El Quilmero”, 22 de agosto de 1878. Ver “La Sociedad Italiana y la Educación”.
[8] Ver “Maestro y Escuelas…” Pp. 49 a 52.
[9] Contraer matrimonio. 
[10] Ver: "Silabario Argentino" Libro De Lecturas Escrito Por El Dr Wilde domingo, del 23 de febrero de 2014.- http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/02/silabario-argentino-libro-de-lecturas.html.
[11] “El Quilmero”, julio de 1882.
[12] Nació en Málaga, España, el 19 de abril de 1825. Después de veinte años de servicios prestados con asidua fidelidad a su patria, reveses de la fortuna le obligaron a abandonarla y se dirigió a las Repúblicas del Plata, llevando el deseo de ofrecer a sus gobiernos, la fundación de una Escuela Normal para formar preceptores. El 13 de julio de 1870 se fundó en Paraná la Escuela Normal. El Señor Torres fue el encargado de recibir bajo inventario, muebles y útiles del colegio que tenía fundado allí la "Asociación Protectora de Enseñanza". Su actividad, su rectitud, su imparcialidad de criterio, le hicieron conocer como el verdadero apóstol educacional de la época. A partir del año 1876 se producen cambios en la escuela Normal de Paraná. El Señor Torres era llamado a hacerse cargo del establecimiento, como Inspector de Colegios Nacionales. La marcha de la escuela fue progresiva, modificó los programas, aumentó el personal, amplió el edificio y convirtió en un curso de cinco años el profesorado, dejando en tres el de maestros. El 1 º de febrero de 1873, Torres fue llevado nuevamente a la Inspección de las Escuelas Normales y los Colegios Nacionales. En la memoria de dicho año el doctor Eduardo Wilde hace notar las deficiencias de los planes de estudio y las ventajas que reportaría la visita del Inspector para la disciplina de las Casas de Educación. A pesar de su quebrantada salud, el Sr. Torres aceptó la misión y recorrió las provincias del Litoral aconsejando algunas reformas de importancia en lo que se refería a la disciplina y a la parte económica. En 1885, encontrándose realmente cansado, el eminente educacionista resolvió pedir su retiro. Tenía entonces 62 años de edad, una fiebre palúdica adquirida en los viajes a las regiones del norte de la República, minaba su salud. Después de cuarenta años de servicio prestados por mitades a la Enseñanza en España y en la República Argentina, quería entregarse a otra clase de tareas que completarían la realizada hasta entonces. Mientras esperaba, al frente de la Escuela Normal de Paraná, la concesión de su retiro fue sorprendido el 7 de septiembre de 1885, por la presentación al Congreso, de un proyecto de Ley en el que se acordaba su jubilación con sueldo íntegro. El 20 de octubre de 1885 se entregó a la tarea de escribir su obra pedagógica. En 1887 publicó "Primeros Elementos de Educación"; en 1888,"El Arte de Enseñar"; en 1889, "La Metodología" y por último, en 1890, "La política Doméstica". A partir de 1892 se traslada a Paraná. Dos años permaneció al frente de la Escuela Normal de Paraná a la que él llamaba Facultad Normal y en el año 1894 se retira definitivamente de la enseñanza. Estableciéndose nuevamente en Buenos Aires, lo sorprendió la muerte en Gualeguay, en casa de su yerno V. Pedro A. García, Gerente del banco de la Nación, el día 17 de septiembre de 1895. 
[13] “Carmen Faggiano de Bafico – su vida y obra”. Realizado por Tula, Ana; Cabanillas Juan A. y Segovia, Teófilo. Rosario, 1937. Documento facilitado al autor por el Sr. Eduardo López, hijo del Int. José Eduardo López y sobrino nieto de la biografiada. 
[14] Ver “Rita M. Faggiano – Madre de políticos” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/07/mujeres-en-la-historia-quilmena.html.
[15] Cuaderno de Identidad I, Pp. 46 a 61

Investigación y entrevistas Chalo Agnelli

Fuente: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/07/carmen-faggiano-de-bafico-maestra-de.html

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