14/11/11

Un acto de justicia en Morón
RETIRAN EL NOMBRE DE MANIGLIA DEL COLEGIO DORREGO



El hall de entrada del Colegio Manuel Dorrego de Morón era hasta ayer un cuadro de contrastes. A la izquierda del ingreso al edificio había dos placas de bronce, una de ellas para recordar a los alumnos y profesores desaparecidos en la dictadura y la otra en homenaje a su fundador, Aníbal Rómulo Maniglia, un cómplice de la dictadura que entre 1975 y 1978 estuvo al frente del Nacional Buenos Aires, donde trabajó intensamente para “extirpar los extremismos” de la institución. Después de meses luchando contra las trabas burocráticas, el Centro de Estudiantes del Dorrego realizó un acto en el que el nombre de Maniglia fue finalmente retirado del muro. 

Maniglia fue rector del Nacional de Morón entre 1964 y 1972 y en septiembre de 1975 fue nombrado al frente del Nacional Buenos Aires. Luego del golpe fue confirmado en su cargo gracias a su buena relación con el general Diego Urricarriet, quien dirigía Fabricaciones Militares y comandaba la represión en los centros clandestinos El Tolueno y Fábrica de Armas Portátiles Domingo Matheu, de Rosario. 

Desde su oficina en el Buenos Aires, Maniglia fue el responsable de llevar adelante la “Operación Claridad”, un operativo represivo ideado por el Ministerio de Educación para “limpiar” el colegio que era considerado “cuna de la subversión”.

En noviembre de 2003, los miembros del centro de estudiantes del Colegio Nacional de Morón pidieron que la placa recordatoria de Maniglia fuera retirada del hall de ingreso al edificio, y desde ese momento se toparon con un mar de obstáculos.

Un año después, el Ministerio de Educación de la provincia y las autoridades de la escuela aprobaron finalmente la propuesta y la placa del ex rector cómplice pudo ser retirada, en un acto que contó con la participación de algunas Madres de Plaza de Mayo, el abogado Ricardo Monner Sans, la subsecretaria de Educación bonaerense, Delia Méndez, y que tuvo el apoyo del gobierno comunal de Martín Sabbatella. 

Frente a más de 200 personas, se colocó un recordatorio de la ceremonia de ayer en el lugar del muro que quedó vacío, y los nombres de Carlos Spataro y Alberto Bello fueron agregados a la placa que recuerda a los estudiantes desaparecidos.

Sábado, 11 de diciembre de 2004

http://www.suteba.org.ar/download/retiran-el-nombre-de-maniglia-del-colegio-dorrego-un-acto-de-justicia-en-morn-259.jpg

3 comentarios:

  1. el profesor Eduardo AR Maniglia fue un educador, un maestro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Sr. Anónimo: mucho nos gustaría que firmara su comentario. Como Ud. sin duda sabe, el desempeño del Profesor Eduardo A. R. Maniglia es materia de controversias. Le invitamos a leer las notas publicadas recientemente en nuestro Blog sobre los Archivos descubiertos en el Colegio Nacional de Buenos Aires, firmadas por Werner Pertot.
      No tenemos información sobre la actuación que tuvo previamente en el Colegio Dorrego, pero quizás Ud. pueda aportar en ese sentido.

      Atte.
      Prof. Raquel Gail

      Eliminar
  2. "El siguiente rector llegó en 1975 y continuó durante la dictadura: se llamaba Eduardo Aníbal Rómulo Maniglia, pero los docentes lo apodaron cariñosamente “La Bestia”. Desplegó un grupo de celadores que hicieron tareas de inteligencia dentro del secundario e impusieron una disciplina similar a la de una cárcel: dictaminaron el orden marcial y el silencio en cada momento del día y los azules y grises uniformaron la vestimenta de los estudiantes. El Buenos Aires tiene 106 víctimas del terrorismo de Estado, entre alumnos y ex alumnos.

    Maniglia murió en 1978 y quedó a cargo del colegio su segundo, Icas Edgardo Micillo, que continuó el contacto permanente con represores que pedían información hasta que dejó el cargo en 1982 para asumir como secretario de Educación de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. Y abandonó a su suerte los documentos de la rectoría, que quedaron allí como prueba de las persecuciones a alumnos y docentes y del contacto con represores. “A Aragón no los dejaron entrar más. Maniglia murió y Micillo no sé por qué no se los llevó”, resume González Gass, sobre los documentos, que hacen un recorrido por esta historia."
    (Extracto de la nota periodística "La patota del Nacional" de Werner Pertot, publiucada en Página12 el Domingo, 28 de septiembre de 2008.)

    ResponderEliminar